09 NOV. 2025 FÚTBOL Osasuna naufraga en Sevilla y sigue sin ganar a domicilio Tras una primera parte improductiva, con los máximos artilleros de ambos conjuntos lesionados (Romero y Budimir), el encuentro se ha decantado en la segunda parte desde el punto de penalti. Los de Lisci registran los peores resultados como visitantes. Raúl García, desesperado ante Vlachodimos. (AFP7 | EUROPA PRESS) Markel GARZON GOITIA {{^data.noClicksRemaining}} Pour lire cet article inscrivez-vous gratuitement ou abonnez-vous Déjà enregistré? Se connecter INSCRIVEZ-VOUS POUR LIRE {{/data.noClicksRemaining}} {{#data.noClicksRemaining}} Vous n'avez plus de clics Souscrire {{/data.noClicksRemaining}} Sigue haciendo mucho frío lejos del Sadar para Osasuna. Ante el Oviedo consiguió el primer empate a domicilio, pero sigue sin conocer la victoria. Es más, con la derrota de ayer, llega al parón acumulando cinco partidos sin ganar y con Lisci sumergido en un mar de dudas. El partido empezó con un contratiempo para los hispalenses. César Azpilicueta, el ex rojillo que iba a disputar un encuentro muy especial, sufrió una lesión en el sóleo de la pierna derecha que le impidió estar en el campo. El francés Tanguy Noianzou, en lugar del navarro, fue la novedad que presentó el Sevilla. Alessio Lisci encaraba el encuentro con la principal baja de Budimir en la zona ofensiva, al igual que Almeyda que no podía contar con su máximo artillero, Isaac Romero. Lucas Torró, quien se lesionó ante el Oviedo, tampoco estaba disponible y su lugar lo ocupó Iker Muñoz. De hecho, el equipo iruindarra está bajo mínimos, con una lista de convocados formada por la cantidad mínima de jugadores: dieciocho. Desde el inicio, quiso ser protagonista con la pelota el conjunto hispalense marcando el ritmo de juego. Tuvo el control del balón en el arranque de partido y buscó portería con Peque y Vargas muy activos desde las bandas, dónde generaron más peligro los de Almeyda. Sobre todo, con numerosos centros al área. El partido llegó al descanso sin apenas ocasiones claras; estaba siendo un encuentro con respeto y miedo mutuo entre los dos conjuntos y bajo mínimos en las tareas ofensivas, quitando las acciones aisladas a balón parado. ENCHUFADOS Y DORMIDOS La segunda parte, en cambio empezó con otro tono: salieron dormidos los jugadores rojillos y, en una gran combinación de los sevillanos, Adams se quedó delante de Herrera, aunque este sacó una mano providencial. Salió a por todas el Sevilla, muy enchufado. En el córner posterior, el colegiado acudió a revisar una posible falta de Moi Gómez a Juanlu a la hora de despejar. Ortiz Arias no dudó y señaló la pena máxima tras constatar que el centrocampista de Osasuna había llegado tarde. Vargas asumió la responsabilidad e inauguró el marcador del encuentro y con un disparo potente al lado izquierdo. No esperó más Lisci y dio entrada a Aimar Oroz, con el objetivo de ganar en creatividad y buscar huecos entre la zaga hispalense. Tras el cambio, buscó reaccionar el conjunto navarro por mediación de Bretones, aunque su disparo se fue fuera por poco. Osasuna, con la defensa adelantada, concedió también algunas ocasiones en las que el Sevilla a punto estuvo de sentenciar el partido. Lisci dio entrada a Becker y en los últimos minutos, y mandó a Catena a juntarse arriba con Raúl García, aunque no llegaron a intimidar demasiado a Vlachodimos. De esta manera, los rojillos se volvieron de manos vacías y acumulando cinco partidos sin ganar. CEGADOSCon la derrota de ayer en tierras andaluzas, Osasuna se coloca como el peor equipo visitante de la categoría, ya que todavía no conoce la victoria a domicilio. Ha empatado ante el Oviedo y ha perdido contra Sevilla, Betis, Atlético de Madrid, Real Madrid, Espanyol y Villarreal.