Un atentado suicida en Islamabad eleva la tensión con India

Una facción de los talibanes paquistaníes, la denominada Jamaat-ul-Ahrar (JuA), se atribuyó la responsabilidad del atentado suicida perpetrado ayer frente a los juzgados del distrito G-11 de Islamabad, que dejó al menos doce muertos y 27 heridos. «Uno de nuestros muyahidines suicidas atacó a los jueces que emiten veredictos no islámicos, a los abogados y a otros miembros del personal dentro del complejo judicial del distrito, llevando a cabe un ataque suicida», comunicó Ghazi Media Network, afiliada a JuA.

«Se llevarán a cabo ataques contra quienes emitan sentencias basadas en leyes no islámicas, quienes las ejecuten y quienes las protejan, hasta que la sharia impere en todo el país», añadió.

Según el ministro del Interior de Pakistán, Mohsin Naqvi, el atacante intentó, durante varios minutos, acceder al recinto judicial sin éxito. Posteriormente, al no poder entrar, cambió el objetivo y se inmoló junto a una furgoneta policial que llegaba al lugar.

Entre los escombros, vehículos carbonizados y una motocicleta, reducidos a un amasijo de hierros, yacían frente al juzgado en la zona acordonada. La furgoneta policial alcanzada por la explosión mostraba la carrocería acribillada a metralla, mientras los investigadores recogían todas las pruebas del vehículo.

«Cuando aparcaba mi coche y entraba en el complejo, oí una fuerte explosión en la entrada. Fue un caos; abogados y gente corrían dentro del complejo. Vi dos cuerpos cerca de la puerta y varios coches en llamas», relató el abogado Roustam Malik.

GRUPO DISIDENTE DEL TTP

El Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP) había negado que el grupo estuviese detrás del ataque. Según Naciones Unidas, JuA es un grupo disidente del TTP con base en la zona de Lalpura, en la provincia afgana de Nangarhar, que se formó en agosto de 2014. Pakistán acusa al TTP de ser un grupo armado afín a India que opera desde territorio afgano.

El primer ministro paquistaní, Shehbaz Sharif, culpó a India de este atentado y de un asalto con explosivos a una escuela de cadetes en Wana.

«Ambos ataques son los peores ejemplos de terrorismo de Estado indio en la región. Es hora de que el mundo condene estas nefastas conspiraciones de India», declaró.

Pakistán ha experimentado un aumento de los ataques de la insurgencia desde que los talibanes volvieron al poder en Afganistán, en agosto de 2021. Islamabad también les acusa de albergar a combatientes del TTP en su territorio, desde el que orquestan los ataques. Kabul niega estas acusaciones.

Pakistán y Afganistán vivieron una semana de enfrentamientos en octubre. Acordaron una tregua, cuyos detalles no han logrado definir durante varias rondas de negociaciones, y han amenazado con reanudar las hostilidades.