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Homenaje a Brouard y Muguruza, «símbolos de la fuerza y la esperanza»

En el 41º y 36º aniversario de sus muertes, respectivamente, Egiari Zor homenajeó ayer en el parque Ametzola de Bilbo a Santi Brouard y Josu Muguruza, destacando que «sus vidas marcadas por una trayectoria por la libertad y la dignidad nos inspiran a seguir adelante». En otro acto por la tarde en Errekalde, Sortu alabó su compromiso militante.

Acto de Egiari Zor en Ametzola en recuerdo de Santi Brouard y Josu Muguruza. (Oskar MATXIN EDESA | FOKU)

Un año más, el parque Ametzola de Bilbo volvió ayer al mediodía a ser escenario del sentido homenaje organizado por Egiari Zor a Santi Brouard y Josu Muguruza, dirigentes de la izquierda abertzale muertos hace 41 y 36 años en atentados cometidos por mercenarios vinculados a las «cloacas» del Estado español.

«Muchos de nosotros nunca tuvimos la suerte de conoceros. Pero desde el principio comprendimos que de lo que fuisteis, somos nosotros hoy. Hemos escuchado un sinfín de historias de la mano de quienes os conocieron. Esos recuerdos y relatos son un gran tesoro, pero también un amargo recordatorio de lo que perdimos», dijo Ainara Fresneda frente a la escultura “Bidea” de Juan Gorriti que, desde 2002, recuerda a Brouard.

Fresneda subrayó, asimismo, que el recuerdo de Brouard y Muguruza no puede ser «un simple eco del pasado», sino que «son el símbolo de la fuerza y la esperanza». «Vuestras vidas marcadas por una trayectoria por la libertad y la dignidad nos inspiran a seguir adelante», reivindicó.

DE LA IMPUNIDAD AL RECONOCIMIENTO Y LA MEMORIA

Egiari Zor recordó la impunidad de la que gozaron los perpetradores de estos crímenes, que nunca asumieron responsabilidades.

NNo obstante, llamó a «mirar hacia atrás, observar de dónde venimos y dónde estamos ahora, y tomar conciencia del camino recorrido». Tal y como señaló, durante décadas, las víctimas de la violencia de Estado en Euskal Herria permanecieron silenciadas, negadas y sin reconocimiento.

«Hemos vivido momentos en los que incluso recordar era delito. Rememorar en qué circunstancias sucedieron algunas muertes producidas por la violencia de Estado era considerado un acto reprobable a atajar mediante amenaza judicial», constató Pilar Garaialde.

Así, Egiari Zor puso en valor haber «abierto anchas grietas en el sólido muro del negacionismo, grietas que son cada vez más profundas y que responden a la cada vez más evidente dificultad de hacer la vista gorda ante la realidad».

«Nadie puede ya negar que ante todo esto se estableció un marco de impunidad absoluta y que esa impunidad es la pieza clave que sostiene toda la arquitectura que ha posibilitado la comisión y perpetuación de crímenes contra miles de personas en Euskal Herria», añadió Garaialde, antes de puntualizar que «todavía queda mucho por hacer».

DINÁMICA EN TORNO A LA LEY VASCA

Y en esa línea, Egiari Zor dio a conocer la dinámica que va a poner en marcha con el objetivo de que la Ley vasca de Reconocimiento y Reparación «se modifique y se eliminen los límites temporales que impiden a muchas de estas víctimas acceder a este proceso».

La propuesta busca que la norma ponga en el centro «la realidad victimológica a la que está llamada a proteger, para que se convierta en un mecanismo integral, eficaz e igualitario que permita superar la asimetría que sufrimos y se habilite un muevo plazo de tramitación de solicitudes acorde con la dimensión que ha de cobijar».

SORTU: «TOMAMOS EL TESTIGO»

Por la tarde, Sortu realizó otro acto de homenaje en la plaza de Errekalde, donde recordó que el régimen del 78 «puso desde el primer momento a la izquierda independentista vasca como objetivo a hacer desaparecer y usaron todos los instrumentos represivos a su alcance para ello».

Pero «frente a esos intentos» Bea Ilardia reafirmó que «hoy el independentismo vasco de izquierdas lucha por ser la primera fuerza del país».

«Santi y Josu fueron dos militantes que demostraron su compromiso de darlo todo por el pueblo. Implicándose en el movimiento popular, asumiendo responsabilidades institucionales y desarrollando un trabajo comunitario incansable. Por eso son ejemplo para todos y todas las que tenemos como objetivo la libertad de este país, porque sin compromiso no hay futuro», subrayó Ilardia.

En esa línea, Paul Laka insistió en que, además de homenajear a Brouard y Muruguza y alabar su trayectoria militante, «cogemos el testigo de la lucha que ambos representan.

«Quienes conformamos el movimiento de liberación nacional debemos asumir la tarea de impulsar el proceso de liberación allá donde estemos, allá donde trabajemos, estudiemos, militemos... Trabajar con humildad, compromiso, sinceridad y lealtad. Lealtad no a unas siglas u otras. Lealtad a Euskal Herria y a sus ansias de libertad», recalcó Laka en la plaza de Errekalde.