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EDITORIALA

La fatalidad no explica la siniestralidad laboral


Un operario de 44 años falleció ayer tras caer desde una gran altura mientras trabajaba el jueves en Azpeitia. El hombre fue trasladado en estado muy grave al Hospital de Donostia, donde finalmente murió. Con este deceso, el número personas fallecidas en el trabajo en lo que llevamos de año se eleva ya a 66 en Hego Euskal Herria. Son dos muertes más que las registradas a lo largo de todo 2024, y todavía falta más de un mes para que acabe el año.

Precisamente el jueves, el mismo día en que el trabajador de Azpetia sufrió el accidente, los sindicatos LAB, ESK, Steilas, EHNE Etxalde, HIRU y CGT Nafarroa se concentraron en las cuatro capitales del sur del país para denunciar el incremento de muertes laborales durante este 2025. «Aunque la situación estaba en vías de estabilización, en los últimos años la tendencia de los accidentes laborales y mortales está siendo ascendente», denunciaron los sindicatos, que señalaron tanto a la patronal como a las instituciones como responsables del deterioro de las estadísticas relativas a los accidentes laborales en Hego Euskal Herria.

Un estudio piloto realizado por el Instituto de Salud Pública y Laboral de Nafarroa en la zona de Tafalla este año mostró que hay razones para señalar a empresas e instituciones. Tras 185 visitas a diferentes centros de trabajo de la zona, los investigadores hallaron que casi el 70% de las empresas no realizaban las investigaciones adecuadas acerca de los accidentes laborales y que casi el 80% consideraba que la formación del personal era inadecuada, entre otros titulares alarmantes que dejó un informe que el propio consejero de Salud, Fernando Domínguez, calificó de «preocupante» en el Parlamento.

La normativa relativa a la prevención de riesgos laborales va a cumplir tres décadas, por lo que no hay excusas. Si no se aplica es porque las empresas han decidido no hacerlo y las instituciones han optado por no exigirlo. La siniestralidad laboral no es un fenómeno meteorológico, es resultado del incumplimiento de la regulación existente y el afán por abaratar costes, aunque sea a costa de la salud de los trabajadores.