27 NOV. 2025 PEDIR PERDÓN POR LA MATANZA DE 1937 ¿A quién interpela Gernika? ¿Al actual Gobierno, a PP-Vox o a los Borbones? La visita del presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, a Gernika para pedir perdón por la matanza de 1937 reabre un debate sobre quién debería hacer lo mismo en Madrid. Mientras el PNV señala hacia el Gobierno de Pedro Sánchez, este emplaza a mirar a PP y Vox. Y entre medio, Felipe de Borbón, este sí heredero franquista. (Javier GALLEGO | EGIN) Ramón SOLA {{^data.noClicksRemaining}} Pour lire cet article inscrivez-vous gratuitement ou abonnez-vous Déjà enregistré? Se connecter INSCRIVEZ-VOUS POUR LIRE {{/data.noClicksRemaining}} {{#data.noClicksRemaining}} Vous n'avez plus de clics Souscrire {{/data.noClicksRemaining}} El presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, se convertirá mañana en el primer jefe de Estado alemán en visitar Gernika, ciudad masacrada en 1937 por la Legión Cóndor alemana y la Aviación Legionaria italiana, aliadas de Francisco Franco. Lo hará para pedir perdón por el bombardeo. Y ello ha reabierto un debate siempre latente sobre cuándo hará lo mismo Madrid y, más complejo, quién debería hacerlo. Steinmeier ya pidió públicamente perdón en Varsovia en 2023 por los crímenes perpetrados por el régimen nazi en la capital polaca contra los judíos. Asistirá también en Gernika al Museo de la Paz. Y ayer mismo, a su llegada, iba a ver el “Guernica” de Picasso, que sigue en el Reina Sofía de Madrid pese a las demandas vascas para que recale en el lugar que debiera ser más natural, algo a lo que todos los diferentes Gobiernos españoles siempre se han negado alegando cuestiones técnicas. El viernes, el lehendakari Imanol Pradales animó en el Parlamento de Gasteiz al «Estado español» a emular el gesto alemán, sin señalar qué instancia debería hacerlo, pero apuntando hacia el Gobierno español, en estos términos: «El pueblo vasco viene reclamando esa misma conducta por quienes hoy asumen la representación de lo que aquellos que cometieron semejante agravio vinieron a simbolizar durante tantos años. Nadie duda de que aquel Estado español nada tiene que ver con el actual. Se trata de hacer presentes la verdad y la justicia desde el compromiso con la libertad y la democracia que debiera guiar su actuar». Desde el PSOE no tardaron en revolverse, comenzando por la propia estructura de Lakua, puesto que el director de Gogora, Alberto Alonso, respondió que en 1937 «en el caso de España, el Gobierno español era el atacado, un Gobierno plural donde había diferentes sensibilidades. La Segunda República era la atacada». HEREDERO DEL FRANQUISMO El martes fue el ministro de Exterior español el que consideró que no puede ser el Gobierno actual el interpelado, sino en todo caso el PP, que asiste como convidado de piedra a esta situación. José Manuel Albares aseguró que el alemán dará «una lección de memoria» a los de Alberto Núñez Feijóo. Más paradójico que todo lo anterior resulta que entre los interpelados directamente no esté Felipe de Borbón. Y es que el monarca español sí estará en Gernika, pero aparentemente por mero protocolo, dado que debe acompañar a su homólogo alemán según los estándares al uso. Si el Gobierno español actual muy difícilmente puede entenderse como heredero del franquismo, sobre el hilo conductor que une a la dictadura y la monarquía actual no hay duda alguna. En esta contradicción flagrante incidió Pello Otxandiano (EH Bildu) ayer en Euskadi Irratia: «Si el rey de España no tiene que pedir perdón, el presidente de Alemania tampoco. El actual Estado alemán no es heredero del régimen nazi. En el caso de España, si hacemos caso a la historia, la restauración borbónica llegó de la mano de Franco, es decir, Felipe VI no sería rey de España si Franco no hubiera bombardeado Gernika o si no hubiera muerto en la cama», constató. Así, «sabemos cuál es el propósito de la visita del presidente alemán y es bienvenido, pero desconocemos a qué viene el rey de España, por lo que hay que hacer una interpelación al Estado y a su jefe de Estado», planteó. La sucesión directa es un hecho revivido estos días por los recuerdos del 50 aniversario de la muerte y de Franco. Y el propio padre de Felipe de Borbón lo ha subrayado sin tapujos en sus recientes memorias. Desde su designación, Juan Carlos de Borbón nunca permitió que alguien hablara mal de Franco en su presencia. Menos aún hizo un reconocimiento sobre el bombardeo de Gernika. Pudo ser en 1981, cuando visitó la Casa de Juntas de Gernika y tuvo que escuchar el “Eusko Gudariak” de los electos de HB. Entre 1981 y 2025 ya ha pasado tanto tiempo como entre 1931 y 1981... y el mismo silencio. Otxandiano recordó que «la restauración borbónica llegó de la mano de Franco, es decir, Felipe VI no sería rey de España si Franco no hubiera bombardeado Gernika o si no hubiera muerto en la cama»