GARA Euskal Herriko egunkaria
KOLABORAZIOA

Ni debatir, ni negociar, ni acordar. ¿Miedo a la democracia?


Por segunda vez en pocas semanas, los partidos PNV, PSOE, PP y Vox han impedido que una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) avalada por más de 138.000 firmas llegue tan siquiera a debatirse en el Parlamento de Gasteiz. Hace apenas unas fechas ocurrió exactamente lo mismo con la ILP impulsada por el Movimiento de Pensionistas de Euskal Herria, que reunió más de 145.000 firmas.

En ambos casos, las propuestas contaban con el visto bueno de los letrados del Parlamento, que certificaron su legalidad y el cumplimiento de todos los requisitos para ser admitidas a trámite. Sin embargo, aun así, fueron rechazadas. Esta decisión supone un grave deterioro democrático, un golpe directo a la participación ciudadana y una demostración evidente del miedo que algunos parecen tener a debatir, negociar y acordar, o incluso simplemente a que se conozcan sus verdaderos motivos para oponerse a vías democráticas establecidas.

Resulta llamativo escuchar a menudo a estos mismos partidos proclamar su defensa de la «democracia colaborativa», su voluntad de escuchar a la ciudadanía o su compromiso con una política «que va más allá de votar cada cuatro años». Pero cuando tienen en sus manos, en su voto, hacer realidad esas palabras, actúan exactamente en sentido contrario. Y todavía se sorprenden de que la ciudadanía se aleje cada vez más de las instituciones.

Los argumentos utilizados para rechazar ambas ILP son falsos, y quienes los emplean lo saben. La negativa a posibilitar un SMI propio para la CAPV mediante una modificación estatal que habilite a las comunidades autónomas su fijación no es una cuestión técnica: es una decisión política. No hay excusa jurídica válida. Las competencias existen y han sido utilizadas en otras ocasiones; simplemente, ahora no quieren usarlas.

Detrás de esta negativa, con matices entre los partidos del Gobierno, hay una razón central: la oposición frontal de la patronal Confebask a dicha medida, que se ha negado reiteradamente a negociar este asunto. Si la patronal no quiere negociar y acordarlo, y así lo ha demostrado en las tres ocasiones en que ha rechazado la propuesta de la mayoría sindical, lo que PNV y PSOE están haciendo es seguir disciplinadamente las directrices de la patronal, ocultándose tras argumentos falaces para justificar su postura.

Conviene recordar que el actual SMI estatal no fue fruto de un acuerdo entre sindicatos y patronal. Tampoco allí hubo consenso. Aun así, el Gobierno del Estado tomó la decisión de aplicarlo pese a la oposición de la patronal. Hoy el SMI estatal es de 1.184 euros, pero incluso el propio Gobierno Vasco ha reconocido recientemente, en un informe elaborado por él mismo, que en la CAPV un SMI adecuado debería situarse entre 1.268 y 1.385 euros brutos en 14 pagas. Lo reconocen... pero no hacen nada al respecto. ¿A qué esperan? ¿A qué tienen miedo?

La ILP presentada por la mayoría sindical no pedía fijar directamente un SMI vasco, sino habilitar al Parlamento Vasco para debatir y aprobar una propuesta de modificación del Estatuto de los Trabajadores que permita a las comunidades autónomas establecer un SMI propio acorde con su realidad socioeconómica. Solo eso: debate y capacidad de decisión.

La negativa de PNV y PSOE supone, en la práctica, renunciar a las competencias de esta Comunidad, por mucho que intenten justificarlo de otra manera. Es otorgar a la patronal una capacidad de veto que no le corresponde y condenar a miles de trabajadores vascos a salarios que no cubren el coste de la vida mientras, paradójicamente, la patronal continúa incrementando beneficios y recibiendo todo tipo de ayudas.

Desgraciadamente, nos han dado una nueva puñalada sí, pero tanto la clase trabajadora como las y los pensionistas que también sufrimos la negativa a nuestra ILP no vamos a abandonar nuestras reivindicaciones pues son justas y necesarias para miles de personas en la CAPV.

Vamos a continuar exigiendo que atiendan las necesidades de la ciudadanía, principalmente la más necesitada, y vamos a seguir denunciando en la calle y en las instituciones a quienes, con sus mentiras e incoherencias, condenan a miles de personas a la pobreza. PNV y PSOE se han vuelto a retratar, tienen miedo a la palabra, a la democracia y esperemos que les pase factura.

Más pronto que tarde conseguiremos nuestros objetivos, no nos rendimos.