30 NOV. 2025 DE REOJO Computación cuántica Raimundo FITERO {{^data.noClicksRemaining}} Pour lire cet article inscrivez-vous gratuitement ou abonnez-vous Déjà enregistré? Se connecter INSCRIVEZ-VOUS POUR LIRE {{/data.noClicksRemaining}} {{#data.noClicksRemaining}} Vous n'avez plus de clics Souscrire {{/data.noClicksRemaining}} Dice el físico Juan Ignacio Cirac, investigador de gran recorrido y magnificentes proyectos, «es difícil saber qué es un computador cuántico sin un computador cuántico». Va para Nobel. O para premio mundial a la obviedad, que todo puede pasar. Pero la realidad es que precisamente se leen estas declaraciones el día de que Airbus anuncia que, debido a los efectos de las radiaciones solares, debe revisarse el software de 6.500 aviones de su modelo A320. Asunto que está provocando retrasos y disfunciones en muchos aeropuertos ya que el problema detectado afecta al control de vuelo. Y de paso a los usuarios nos entra un cosquilleo disfuncional si tenemos que volar en uno de estos aparatos tan comunes en tantas aerolíneas. Llevamos ya décadas leyendo de la computación cuántica y hablando de lo cuántico como algo que excede a nuestros conocimientos, pero que usamos de manera alegremente superficial, cuando, al parecer, lo que se nos avecina es una revolución. Otra revolución. Y van… En estos territorios de la tecnología, la revolución acostumbra a tener su consecuencia en la economía, es decir, negocio para aquellos que sean capaces de construir esos nuevos ordenadores que sustituirán a todos los que llevamos usando desde hace décadas. Entre EEUU y China estarán luchando para repartirse el goloso pastel. Me encantaría usar un ordenador cuántico. Estas letras las junto con uno normal, que fue bueno hace 5 años y que ahora me pide ser retirado y sustituido. Mi anhelo es mejorar y, si me aseguran que con uno cuántico escribiré mejor, lo cambio por mi reino.