El Racing acelera la caída del Eibar, ya en descenso

El Eibar toca fondo. Llegó al Sardinero presionado por los resultados que se iban dando en la jornada y, lejos de reaccionar, encajó la derrrota más contundente de la tempoada. Cuatro goles que dejan a los armeros antepenúltimos y al técnico Beñat San José en la cuerda floja. O no. Porque el mensaje que se transmite desde el club es que «en principio no está en duda».

Son muchas las que despierta la trayectoria de un equipo que volvió a saltar al verde con once inédito. Y que no estuvo mal en la primera parte. Aunque Vicente ya hizo de las suyas y Pablo Ramón o Salinas fozaron las intervenciones de Jonmi -tampoco podía esperarse menos del equipo más goleador de la categoría-, el Eibar respondió desplegándose bien en el centro del campo, recuperando buenos balones para tener muy entretenido a Ezkieta. Pero además de la actuación del meta navarro, cierta precipitación comprensible en estas circunstancias restó destreza en el último pase a veces en la definición otras.

Justo lo que no le pasa a Iñigo Vicente, que hizo el 1-0 con un disparo ajustado desde la frontal. Luego colocó un córner para que Villalibre cabecease el segundo.

Al Eibar volvió a sobrarle voluntad pero sin acierto arriba y sin contundencia atrás, no hay quien gane un partido. El Racing hizo otros dos para rematar la frustración rival.