FLAMENGO CONFIRMA SU VENGANZA EN LA COPA LIBERTADORES

Ninguém morre nos devendo” (nadie muere debiéndonos nada) fue el lema que la hinchada de Flamengo cantaba y escribía en sus pancartas para la final de la Libertadores contra Palmeiras. Hacía referencia a la final de 2021 en el estadio Centenario de Montevideo, en la que un fallo en defensa permitió que Palmeiras se llevara el trofeo. Y no importaba que Flamengo ganara el título un año más tarde, la hinchada quería cobrarse esa deuda y la final de este año en el Monumental de Lima se presentaba como el escenario perfecto para lograrlo. Por eso, cuando los hinchas de Flamengo vieron entrar en la portería el remate de cabeza de Danilo a la salida de un córner servido por De Arrascaeta, saltaron de sus asientos, seguros de que se había saldado la cuenta pendiente con el Verdao.

Cierran así la herida abierta hace apenas cuatro años y confirman que el club pasa por el mejor momento de su historia. El uruguayo De Arrascaeta y su compañero de equipo, Bruno Enrique, los más veteranos de la plantilla, suman su tercera Libertadores y se sientan ya en la mesa de mitos del club como Junior, Romario y por encima de todos, Zico.

Filipe Luis, por su parte, corona una vertiginosa carrera como entrenador, que le llevó, en apenas un mes, del lateral izquierdo del Mengão a dirigir al equipo desde el banquillo. No han pasado todavía dos años de aquel momento y Flamengo ha ganado Copa, Supercopa de Brasil, Campeonato Carioca, ahora la Libertadores y este miércoles puede convertirse también en campeón del Brasileirao. Les bastaría con ganar a Ceara o esperar la derrota de Palmeiras ante Atlético Mineiro.

Su rival en la final de la Libertadores lo es también en el campeonato brasileño, porque Palmeiras también vive el mejor momento de su historia o al menos lo vivía hasta este 2025. Desde la llegada de Abel Ferreira al banquillo del Verdao, han ganado dos Libertadores, dos Brasileiraos y un Campeonato Paulista, pero los síntomas de desgaste y la probable ausencia de títulos este año podrían marcar el final de un ciclo histórico para el club.

Ambos clubes vienen protagonizado una tensa rivalidad, que ya suma cinco de los últimos siete títulos de Libertadores y cuatro de los últimos siete Brasileiraos. Hablamos de los dos mejores equipos de Brasil y de América en los últimos años. También de los dos clubes con mayor presupuesto del continente y dos de los que más seguidores acumulan.

DOMINIO BRASILEÑO

Flamengo se convierte en el equipo brasileño con más Copas Libertadores, igualando a Estudiantes y River Plate, aunque todavía por detrás de Peñarol, Boca Juniors e Independiente. Desde la histórica final de 2018 entre River y Boca, los equipos brasileños acaparan todos los títulos de la máxima competición de clubes de América y cinco de esas ediciones han visto una final entre equipos brasileños.

Los clubes argentinos a duras penas consiguen aguantar el dominio brasileño y entre los representantes del resto de países, solo las hazañas puntuales de Colo-Colo, Peñarol o Liga de Quito consiguen abrirse camino en la competición, aunque sin capacidad para mantener un proyecto competitivo a largo plazo.

Cuando Flamengo eliminó este año en semifinales a Racing, Filipe Luis fue preguntado en rueda de prensa por la causa de ese dominio brasileño. «Lo achaco al poder económico. No tengo ninguna duda», fue la sincera respuesta del técnico. Al fin y al cabo, hablamos de la sexta liga con mayores ingresos del mundo y la mayor fuera de Europa, por encima de campeonatos como el portugués, el neerlandés o la MLS estadounidense.

Esta fortaleza del fútbol brasileño se debe al propio músculo de la economía del país, más que a la buena gestión de los directivos o de la federación. En 2021, el gobierno de Jair Bolsonaro aprobó la ley de Sociedades Anónimas de Fútbol, en un intento por extender la inversión privada en los clubes. Desde entonces, la deuda de los equipos que forman la Primera División brasileña ha aumentado en más de un 20% y solo seis clubes funcionan a día de hoy como Sociedades Anónimas.

Mientras, en Argentina, Javier Milei pelea por replicar el modelo impulsado en Brasil durante el mandato de Bolsonaro, ni Flamengo ni Palmeiras han querido dejar de ser propiedad de sus socios y son los dos clubes más exitosos del último lustro en América. Mientras en Argentina cada temporada cambian el formato de la competición, en una Primera División formada actualmente por 30 equipos, en Brasil cuentan con un formato de liga que no ha variado en los últimos 20 años.

El talón de Aquiles en este dominio brasileño sigue siendo la selección nacional, porque, sus clubes pasean su fortaleza por el continente, pero es la selección argentina quien acumula victorias en los últimos años y la brasileña va camino de superar el periodo más largo de su historia sin conseguir ganar un Mundial.