04 DéC. 2025 Trump rechaza el diálogo y apunta a una posible ofensiva en Latinoamérica Las advertencias de Donald Trump vuelven a encender las alarmas en América Latina, donde Colombia responde con preocupación mientras China marca distancia ante cualquier posible intervención en Venezuela. La falta de voluntad diplomática y la retórica agresiva evidencian una la voluntad manifiesta de cambiar el devenir de la región. Nicolás Maduro saluda a sus seguidores durante un mitin en Caracas el 1 de diciembre de 2025. (Juan BARRETO | AFP) GARA CARACAS {{^data.noClicksRemaining}} Pour lire cet article inscrivez-vous gratuitement ou abonnez-vous Déjà enregistré? Se connecter INSCRIVEZ-VOUS POUR LIRE {{/data.noClicksRemaining}} {{#data.noClicksRemaining}} Vous n'avez plus de clics Souscrire {{/data.noClicksRemaining}} «He oído que Colombia, el país de Colombia, produce cocaína. Tienen plantas de fabricación, ¿de acuerdo? Y luego nos venden cocaína. Pero sí, cualquiera que haga eso y la venda a nuestro país está sujeto a ataques, no necesariamente solo Venezuela». El presidente de EEUU, Donald Trump, parece no necesitar más que una aparentemente sopesada declaración para poner a otro país más de Latinoamérica en alerta. Tras amenazar a Venezuela con posibles ataques por tierra contra los «narcotraficantes», el magnate neoyorquino ha dejado abierta la posibilidad de que Colombia siga un destino similar. Desgastadas desde que Trump entró el pasado enero en la Casa Blanca, las relaciones entre Colombia y EEUU viven ahora uno de sus momentos más críticos después de que el presidente estadounidense retirara a su homólogo colombiano, Gustavo Petro, la visa para ingresar en el país, tras incluirlo en octubre en la llamada Lista Clinton o de la OFAC, en la que se encuentran narcotraficantes probados, «terroristas» o mafiosos. Aun así, EEUU ha sido hasta este octubre el principal proveedor de ayudas financieras al país latinoamericano, destinadas precisamente a combatir el narcotráfico en el principal proveedor de cocaína. Por su parte, el Gobierno de Colombia expresó su «profunda preocupación» ante la advertencia del inquilino de la Casa Blanca y llamó a la unidad en América Latina «ante cualquier intento de intervención externa que pretenda socavar la soberanía». Aunque aún con la atención dirigida a Nicolás Maduro y a Venezuela, Trump no duda en sembrar incertidumbre en una región a la que le sobran problemáticas que atajar. NARRATIVA E INJERENCIAS En su misión por construir una narrativa que justifique una eventual intervención, Marco Rubio, secretario de Estado de EEUU, llegó incluso a denunciar la presencia de Irán y del partido-milicia libanés Hizbulah en algunos países de Latinoamérica, pero más específicamente en Venezuela, y advirtió de que esta supone un «peligro» para la seguridad nacionals. Sin especificar en qué afectan exactamente dichas rela ciones a su país o a la región, Rubio trató, una vez más, de disfrazar las ansias de Washington por un cambio de régimen en Venezuela con una supuesta preocupación por la estabilidad regional. China, por su parte, declaró que «trabaja con todas las partes» para evitar que las tensiones vayan a más. No obstante, el portavoz de la Ministerio de Exteriores, Lin Jian, fue claro respecto a una posible intervención estadounidense y manifestó que China «se opone a la injerencia de fuerzas externas en los asuntos internos de Venezuela bajo cualquier pretexto». Estados Unidos pisa un poco más el acelerador hacia un futuro que ni él mismo es capaz de vislumbrar. VECINOSEl Gobierno de Colombia llamó a la unidad en Latinoamérica «ante cualquier intento de intervención externa que pretenda socavar la soberanía». JUSTIFICACIÓNMarco Rubio, secretario de Estado de EEUU, ha llegado incluso a denunciar la presencia de Irán y del partido-milicia libanés Hizbulah en países de América Latina.