Piden justicia para Iker Arana ante la primera declaración del ertzaina

El ertzaina que disparó un pelotazo a Iker Arana, vecino de Irala de 33 años, provocándole la extirpación de un testículo, declaró ayer en los juzgados de Bilbo por primera vez.

Los hechos ocurrieron el 3 de abril, durante el desalojo del gaztetxe Etxarri del barrio bilbaino de Errekalde, cuando la Ertzaintza cargó a porrazos y pelotazos contra quienes denunciaban la operación. Fue tres meses después, y gracias a la documentación aportada por el propio Arana, cuando el Departamento de Justicia anunció que había identificado al ertzaina que le hirió. Por el contrario, las 35 cámaras que llevaban incorporadas a su uniforme otros tantos agentes presentes en la zona aquel día no habían servido para establecer la identificación.

La plataforma Justizia Aranarentzat denunció que la Policía autonómica estaba «ocultando pruebas y encubriendo al agente».

Ayer, aprovechando la declaración ante el juez del ertzaina, volvió a poner el foco en la «violencia policial» y pedir justicia. En una concentración ante el juzgado de la Calle Buenos Aires de Bilbo, el propio Arana mostró su enfado ante la gestión policial en la investigación del caso. «Me cuesta creer que con todos los medios y herramientas que tiene la Ertzaintza hoy en día, no hayan podido conseguir ni una prueba visual y que todas las pruebas visuales que se han conseguido han sido por parte de mi entorno. Si hubiera sido un ertzaina el herido seguro que las tendrían. Pero los protocolos de lesiones son inexistentes cuando los ertzainas son los culpables».

Asimismo, recordó que, si bien hace unos años la Ertzaintza sustituyó las pelotas de goma por proyectiles de foam porque eran menos peligrosas, «ahora está quedando demostrado que son altamente lesivas».

De hecho, en apenas año y medio ha habido tres heridos muy graves a causa de proyectiles de la Ertzaintza.

Desde la plataforma, ven necesario que se esclarezcan los hechos y se asuman todas las responsabilidades.

«EL DERECHO A LA PROTESTA NO ESTÁ GARANTIZADO»

Indicaron, por otro lado, que el caso «demuestra que el derecho a la protesta no está garantizado». «No debemos olvidar que la carga que produjo la mutilación de Iker Arana se produjo durante el desalojo del Gaztetxe de Errekalde y por el hecho de haberse acercado simplemente a mostrar solidaridad por ese espacio», añadieron.

Por ello, subrayaron la necesidad de la movilización social «para acabar con la impunidad policial y ampliar el derecho a la protesta».

«Es legítimo protestar y es legítimo desobedecer frente a las injusticias y hay que hacer frente a la criminalización de la protesta», concluyeron.