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BALONCESTO

Surne Bilbao mantiene su invicto en Miribilla

Hlinason dominó en la pintura. (Oskar MATXIN EDESA | FOKU)

El Surne Bilbao Basket alargó este domingo su idilio con Miribilla y mantuvo intacto su pleno de victorias como local tras imponerse al Hiopos Lleida por 93-75, un marcador más amplio de lo visto durante muchos minutos sobre la cancha. El triunfo permite a los hombres de negro situarse provisionalmente en el Top 8 de la Liga Endesa y asomarse a los puestos que dan acceso a la Copa.

La diferencia del marcador final, de 18 puntos, fue excesiva para un partido que se mantuvo abierto hasta bien entrado el último cuarto (72-66), pero no injusta. El equipo dirigido por Jaume Ponsarnau supo llevar la iniciativa desde el segundo cuarto, crecer tras el descanso y gestionar mejor los momentos clave ante un rival incómodo y competitivo.

El balance del Surne Bilbao Basket es tan llamativo como contradictorio: cinco victorias en cinco partidos en casa y, a la vez, un 0-5 lejos de Miribilla. El Lleida, con el que llegaba igualado, se queda ahora con un 4-6 en la clasificación.

PARTIDO FÍSICO

En un encuentro sin grandes alardes individuales de Melwin Pantzar y Jaworski, ambos con 9 puntos, destacaron con claridad Tryggvi Hlinason, dominante en la pintura (14 puntos, 10 rebotes y 25 de valoración), Darrun Hilliard (16 puntos, 20 de valoración) y Martin Krampelj (15). En el conjunto ilerdense, el protagonismo fue más coral, con un buen segundo cuarto de Melvin Ejim, que se diluyó tras el descanso.

El inicio confirmó el guion previsto: partido físico, defensas intensas y anotación contenida. El Lleida cerró el primer cuarto por delante (15-17) y mantuvo el pulso en el segundo, pese a un primer intento de escapada local. Un triple de Shurna dejó todo abierto al descanso (32-31).

Tras la reanudación, el Surne Bilbao Basket dio un paso adelante. Hlinason impuso su ley cerca del aro y un parcial de 15-5 abrió la primera brecha seria (47-36). El Lleida resistió con orgullo y llegó vivo al último cuarto, pero dos robos decisivos y el acierto exterior terminaron por decantar el choque.