15 DéC. 2025 ATHLETIC Un arranque de segunda parte para olvidar condena a los leones en Balaídos Los goles de Williot y El Abdellaoui en los diez primeros minutos de la reanudación pusieron en ventaja al Celta tras una tediosa primera parte. Nico Williams no estuvo atinado desde el punto de penalti y el poste escupió un duro disparo de Izeta (2-0). Nico Williams lamenta su error desde los once metros ante un Radu que ha adivinado su intención. (LA OTRA FOTO) Imanol INTZIARTE {{^data.noClicksRemaining}} Pour lire cet article inscrivez-vous gratuitement ou abonnez-vous Déjà enregistré? Se connecter INSCRIVEZ-VOUS POUR LIRE {{/data.noClicksRemaining}} {{#data.noClicksRemaining}} Vous n'avez plus de clics Souscrire {{/data.noClicksRemaining}} El fútbol es un juego de momentos. El Celta aprovechó los suyos, y el Athletic no. Y por eso los rojiblancos se volvieron de vacío de Balaídos. Todo sucedió en la segunda mitad, con tres ocasiones de los gallegos en diez minutos, dos de las cuales terminaron en el fondo de la red. Por contra, los bilbainos tuvieron un penalti para meterse en el choque, pero Nico Williams disparó flojo y Radu detuvo el balón. Y la fortuna tampoco sonrió en un disparo de Izeta al palo. Los de Valverde, que saltaron al campo con su cuarta equipación -una bonita camiseta roja con detalles negros, aunque para gustos lo colores-, puso sobre el verde un once que podría definirse como «de gala», pese al esfuerzo frente al PSG, con la salvedad de un Iñaki Williams que llevaba sin jugar desde finales de octubre y que arrancó en el banquillo. En el Celta de Giráldez, Borja Iglesias y Bryan Zaragoza partieron como suplentes, con Aspas como titular junto al doble goleador del Bernabéu, Williot Swedberg. Costó que el partido rompiera. Los 45 primeros minutos trasncurrieron sin que los porteros superaran las setenta pulsaciones por minuto. Mucha presión, poca definición. El pánico a la página en blanco para cualquier cronista sin gran cosa que contar. Un tímido disparo de Berenguer, detenido sin problemas por Radu, servía para despertar de la sobredosis de centrocampismo. Un centro de Galarreta, al que no llegaron ni Sancet ni Guruzeta, fue de lo más peligroso que llevarse a la boca. El Athletic dominaba a un Celta al que no le duraba el balón. Los gallegos dieron señales de vida con un balón en profundidad para Williot en el que Paredes estuvo providencial para llegar al corte. Fue la más clara de una primera parte que por no tener, no tuvo ni tiempo de alargue. El 0-0 no parecía malo para el Athletic, tras la victoria frente al Atlético de Madrid y el empate frente al PSG. Al menos no tan malo como para un Celta cuya parroquia no había degustado una victoria en casa en lo que iba de Liga. Tras el descanso ambos técnicos movieron ficha. Valverde dio entrada al mayor de los Williams y a Selton Sánchez, por Berenguer y Sancet; mientras que Giráldez quitó a un inédito Jutglà para meter a El Abdellaoui. TORMENTA CELESTE Tres minutos tardó el Celta en abrir el marcador. Mingueza recibió en banda izquierda y su centro al segundo palo lo devolvió Rueda al corazón del área para la cabeza de un Williot en estado de gracia (1-0, m.48). A renglón seguido El Abdellaoui marró un uno contra uno ante Unai, y Adama tuvo que sustituir al lesionado Yuri. Le crecían los enanos al Athletic con una defensa que hacía aguas. Pero había más. El noruego de ascendencia marroquí no perdonó en su segunda ocasión y aprovechó un error de Vivian para doblar la ventaja celeste (2-0, m.55). Diez minutos de aluvión que ponían a los leones contra las cuerdas. El Athletic pudo recortar distancias merced a un penalti que Iñaki Williams forzó inteligentemente, al robarle la cartera a un Carreira que le golpeó al intentar despejar, pero su hermano Nico no lo lanzó bien y Radu detuvo en dos tiempos (m.65). El tedio de la primera parte dejaba paso a la montaña rusa de la segunda. El Celta trató de meterle cloroformo al choque. Un Nico entró en lugar del otro, Serrano por Williams, mientras el técnico local refrescaba su ataque con Iglesias y Hugo Álvarez. La sensación era que el partido estaba visto para sentencia, salvo que se produjera un golpe de efecto. Este pudo llegar en un durísimo disparo del recién incorporado Izeta, pero el poste se alió con un Radu batido (m.82). Para completar las malas noticias, Vivian vio la quinta amarilla y será baja para despedir el año frente al Espanyol. EN CUADROValverde recuperó a Paredes para el centro de la zaga, una vez cumplida su sanción, pero Vivian vio ayer su quinta amarilla, con lo que el técnico tendrá que volver a inventarse una solución. Además, Yuri, que fue el apaño en esa posición ante el PSG, notó molestias y tuvo que ser sustituido.