Presupuestos y rebaja fiscal, adelante gracias a los acuerdos con EH Bildu

Los presupuestos para 2026 y una reforma fiscal de la que se beneficiarán unas 340.000 personas fueron aprobados ayer en Nafarroa gracias a los acuerdos alcanzados por el Gobierno de María Chivite y EH Bildu.

La lehendakari navarra vio aprobados sus séptimos presupuestos gracias al pacto alcanzado con la formación soberanista, que se abstuvo en una votación en la que las cuentas contaron con el respaldo de PSN, Geroa Bai y Contigo-Zurekin, y el rechazo de UPN, PP y el Grupo Mixto.

Abrió el debate el portavoz de UPN, Javier Esparza, quien se dio el gusto de hacer su repaso particular de la actividad desarrollada por los consejeros de Chivite, para concluir que se trata de un Ejecutivo que «promete y no cumple, y este presupuesto promete y no cumple con las expectativas de los navarros. Si tuvieran un poco de vergüenza, serían los últimos de la legislatura». Aseguró que «estos presupuestos incumplen con Navarra, están vacíos de ideas nuevas y votaremos no con las dos manos».

Un discurso diametralmente opuesto ofreció la portavoz del PSN, Ainhoa Unzu, quien puso el acento en que «ya son siete los presupuestos consecutivos de la presidenta Chivite», lo que calificó como «la prueba de que la política une, suma y da buenos resultados para la ciudadanía». Insistió en que estas cuentas «demuestran que cuando anteponemos el interés general, somos capaces de superar cualquier diferencia» y que «son una apuesta importante por blindar el Estado de bienestar».

OPORTUNIDAD AL DESARROLLO

Laura Aznal, de EH Bildu, destacó sus aportaciones al presupuesto del herrialde y señaló que han sido posibles tras llegar «a un acuerdo entre diferentes fuerzas políticas, dando continuidad a los acuerdos de años anteriores gracias al pacto de colaboración con el Gobierno». Unas cuentas que «pueden ser una oportunidad para el desarrollo de Nafarroa», afirmó.

Aznal volvió a insistir en que «estos no son nuestros presupuestos», pero que «gracias al acuerdo, se dota al Gobierno de herramientas para desarrollar políticas más audaces», como una pensión mínima de 1.100 euros a través de una deducción fiscal.

Mikel Asiain, de Geroa Bai, indicó que su formación apoyaba las cuentas porque «tenemos un acuerdo a cuatro y porque viene acompañado de compromisos políticos, como las leyes de Salud, de Industria y de Despoblación». Valoró que el pacto presupuestario es «una herramienta fundamental que dota de estabilidad a Navarra».

El PP, con la intervención de Javier García, retomó el discurso de UPN para señalar que se aprueban «unos presupuestos continuistas, ideológicos y cada vez más sectarios, porque cada día gana más peso EH Bildu. Se trata de aceptar lo que interesa a unos para mantenerse en el poder». Y aseguró que «termina la función circense con unos presupuestos que no resolverán los problemas de los ciudadanos».

Por Contigo-Zurekin, Miguel Garrido anunció el apoyo de su formación a unos presupuestos que calificó de «buenos y que van a mejorar la sociedad y la comunidad, pero sin dejar de exigir un salto cualitativo para ofrecer esperanza de futuro».

Tras ver aprobados sus séptimos presupuestos, Chivite remarcó, en una comparecencia ante los medios, que son los «más sociales de la historia de Navarra» y detalló que estas cuentas contemplan destinar «más de 3.440 millones de euros a gasto social».

Además, dijo, «van a permitir contar con el respaldo financiero que la Comunidad Foral necesita para seguir siendo uno de los territorios más prósperos de Europa y con mayor calidad de vida».

REBAJA FISCAL

En el mismo pleno, también fue aprobada la modificación de diversos impuestos, que se traduce en una rebaja fiscal que salió adelante con los votos a favor de PSN, Geroa Bai y Contigo-Zurekin, la abstención de UPN y EH Bildu, y los votos en contra de PP y el grupo mixto.

Como en el caso de los presupuestos, la reforma había sido pactada por el Gobierno de Nafarroa y EH Bildu, y contempla rebajas en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) que beneficiarán a unas 340.000 personas.

Establece un aumento del umbral obligatorio para declarar el IRPF hasta los 17.000 euros e incrementa la deducción de mínimos personales hasta los 32.000. Estas medidas tendrán un coste de 135 millones de euros para las arcas forales, ya que el umbral obligatorio era de 14.500 hasta ahora.

Además, el proyecto propone un gravamen del 25% en el Impuesto de Sociedades para grandes empresas que acrediten el compromiso social y laboral con Nafarroa mediante el mantenimiento de empleo, no acogerse a ERTE por motivos económicos, y certifiquen la reducción de la siniestralidad laboral y el cumplimiento de los planes de igualdad. Hasta ahora pagaban el 28%.