21 DéC. 2025 DERBI EN EL SADAR Osasuna supera al Alavés en la segunda parte y alivia su situación La escuadra navarra dio un paso adelante tras el descanso, apretó la salida del conjunto babazorro y se reencontró con la mejor versión goleadora de Budimir para superar a un casi infranqueable Sivera. Budimir decantó el derbi con su acierto anotador. (Jagoba MANTEROLA | FOKU) Natxo MATXIN IRUÑEA {{^data.noClicksRemaining}} Pour lire cet article inscrivez-vous gratuitement ou abonnez-vous Déjà enregistré? Se connecter INSCRIVEZ-VOUS POUR LIRE {{/data.noClicksRemaining}} {{#data.noClicksRemaining}} Vous n'avez plus de clics Souscrire {{/data.noClicksRemaining}} Aunque el Alavés tampoco está sobrado y se encuentra inmerso en una mala racha -cinco derrotas en sus últimos seis partidos-, la mayor necesidad de Osasuna -un nuevo tropiezo le podía mandar a puestos de descenso- se dejó notar en la segunda parte del derbi de El Sadar y los rojillos se marchan a las vacaciones navideñas con cierto alivio. Las huestes de Alessio Lisci jugaron tras el paso por vestuarios a lo que saben, apretar arriba, recuperar, abrir a banda y rematar, mientras que el conjunto babazorro no supo contrarrestar ese cambio de ritmo, quizás pensando que, con el paso de los minutos, podía jugar con el nerviosismo de los anfitriones ante su apurada situación clasificatoria. Además, el bloque rojillo recuperó la mejor versión goleadora de Ante Budimir, con un voleón desde la media luna y la transformación de un penalti, única forma de superar a un Sivera que mantuvo su portería a cero prácticamente hasta el último cuarto de hora con algunas intervenciones de mucho mérito. El nivel en ambos arcos fue muy elevado, pues Herrera también firmó un par de paradas salvadoras. La victoria navarra no solo calma provisionalmente los nervios instalados en el entorno osasunista, sino que también le da cierto crédito a un Lisci que comenzaba a sentirse cuestionado, pese a recibir el apoyo de la junta directiva en la pasada comida navideña con los medios. Pese al regusto amargo de la derrota, al Alavés también este parón le viene bien para resetear y corregir errores que le han llevado a entrar en un lapso negativo. El conjunto albiazul deberá recuperar el carácter rocoso que mantuvo hasta principios de octubre pasado si no quiere pasar apuros de anteriores campañas. ACELERÓN Como ya se ha dicho, todo se aceleró en el último cuarto de hora, precisamente cuando parecía que el duelo regresaba al equilibrio. Hasta ese momento, Osasuna le había dado una vuelta de tuerca tras el descanso, pese a que Coudet refrescó sus bandas, buscando precisamente ese espacio que los anfitriones iban a dejar en su afán por hacerse con tres puntos que necesitaban como el comer. Sin embargo, una genialidad de Budimir trastocó los planes albiazules y propulsó a los rojillos hacia un triunfo que buscó con más ahínco, habida cuenta de las ocasiones que fabricó y que Sivera se enargó de desbaratarlas. El Alavés no solo acusó el golpe, sino que los locales, lejos de acularse atrás como habían hecho en anteriores compromisos, siguieron en pos de una segunda diana, algo que resultó clave para protagonizar el marcador final. En una tarde para olvidar, Parada cometió penalti al golpear el cuero en su brazo desplegado a la salida de un corner, solo diez minutos des- pués de encajar el 1-0, escaso tiempo para que el Alavés intentase la igualada. Los de Lisci volaban hacia el triunfo con su segundo tanto y los visitantes se veían superados cuando parecía que podían tener más controlado un derbi que se les escapaba entre los dedos. En esa dinámica contrapuesta y ya con el bloque albiazul intentando enjugar la diferencia, Raúl obró ya en el descuento el tercer gol, confirmando el acierto que ha demostrado en la competición copera. Fiesta para unos, desazón para otros, el envite se decantaba para los intereses rojillos con un electrónico quizás demasiado abultado para lo que se había visto durante un primer periodo más igualado de fuerzas. Y es que en esos cuarenta y cinco minutos iniciales primaron las cautelas sobre el riesgo, con fases de dominio alterno y oportunidades mutuas para desequilibrar el luminoso, pero también mucho centrocampismo y priorización por cerrar el paso al contrario, en lugar de fabricar fútbol ofensivo. CAMBIOS De unos primeros diez minutos con el habitual arreón local primando las arrancadas por el flanco izquierdo de Víctor Muñoz, se pasó a ciclos más nivelados, en los que ambas escuadras vascas dispusieron de la pelota, pero sin el colmilo necesario como para hacer daño, un toma y daca con muchas precauciones y un tanto insípido para lo que luego se pudo ver sobre el césped. Señalado el final del partido por un Soto Grado que permitió más de la cuenta sin señalar para ambos bandos faltas que parecían claras, el derbi concluyó con una pequeña trifulca que rápidamente fue apaciguada desde ambos banquillos para que la sangre no llegase al río. Osasuna se marcha de vacaciones con una sonrisa y cierto respiro por no meterse en un charco del que suele ser complicado salir, mientras que el Alavés afronta este parón con la necesidad de variar cosas para no seguir instalado en la derrota. Ambas escuadras son conscientes de que queda mucha tela que cortar de aquí al final de la temporada, pero también saben cuál es el camino que deben emprender para evitar líos y alcanzar el premio de la salvación. BUDIMIREl olfato goleador del ariete croata fue decisivo para inclinar el derbi del lado rojillo. Marcó con una gran volea y transformó un penalti. Raúl también le dio continuidad a su racha anotadora. SIVERAPese a encajar tres goles, el guardameta babazorro firmó una soberbia actuación en El Sadar. Con sus paradas impidió que Osasuna se adelantase antes, si bien Herrera también protagonizó intervenciones de mérito. SOTO GRADOMalinterpretando la idea de darle mayor continuidad al juego, el trencilla del colegio riojano dejó seguir muchas jugadas que merecieron la categoría de falta.