29 JAN. 2014 PAPEREZKO LUPA Prietas las filas. O no Maite SOROA msoroa@gara.net Al PP le crecen los enanos y se le rebelan los mayores, y en ese sector que va de la extrema derecha a la derecha extrema numantina la tensión se puede cortar con cuchillo. O con navaja, más bien. En este contexto, «El Mundo» y «La Razón» publicaban ayer dos editoriales muy dispares de un mismo tema. El diario de Marhuenda se hacía eco de la fuga de Vidal Cuadras y de la espantá de Mayor Oreja y apelaba a «La unidad del centro derecha». Sobre el exdirigente pepero de Catalunya el editorialista concedía que su discrepancia con Rajoy es «legítima», pero sostenía que «es evidente que el Gobierno no ha cambiado un ápice su política antiterrorista (...) y que mantiene la defensa cerrada de los principios constitucionales en lo que se refiere a Cataluña»; y advertía: «Aunque es previsible que la inmensa mayoría de los votantes del centro derecha mantenga su apoyo al PP, España corre el riesgo de caer bajo una coalición de la izquierda, dominada por los comunistas y los radicales que, además, necesitaría apoyos nacionalistas, con el consiguiente precio». Que viene el lobo pero en versión ultra. Y dicho esto, concluía que «en estas condiciones es cuando más se debería apelar a la unidad de todos los militantes y simpatizantes del PP, tal como ayer puso de manifiesto Jaime Mayor Oreja, que (...) mantiene íntegra su lealtad». Esto último servidora no lo firmaría, por si acaso. Pero el mensaje de «La Razón» está claro: prietas las filas. No lo ven igual en el diario de Pedro J., para quienes aunque Mayor Oreja no haya roto el carnet, su portazo es tan sonoro o más que el de Vidal Cuadras. El editorial lo titulaban de forma elocuente: «Mayor se va de un proyecto en el que ya no está». Según «El Mundo», que tiene línea directa con el donostiarra, «Mayor Oreja está convencido (...) de que Rajoy se ha apartado de la política que él impulsó, contó con el aval de Aznar. Y cree que el presidente está siguiendo la hoja de ruta trazada por un Zapatero que negoció el alto el fuego con ETA». Pues si lo cree, que Santa Lucía le conserve la vista al pobre... Total, que el excandidato a lehendakari «no quiere seguir en primera línea del PP y ha hecho ese gesto de marcar una distancia con la actual dirección del partido tanto a nivel nacional como en el País Vasco». Para el editorialista, «ello implica que el PP pierde uno de sus líderes históricos y un referente moral». ¿En serio? ¿Para quién? En mi barrio estamos encantadas de que se pire.