Con el kit de supervivencia

Mikel Urrutikoetxea y Mikel Beroiz echaron mano ayer en Tolosa del último kit de supervivientes que quedaba en uso para dar la vuelta a un partido que se les había puesto imposible con desventajas de 17-10 y de 21-17 que parecían descolgarles de la lucha por las semifinales. Sin embargo, a base de aguantar, de alargar el tanto y de buscar los errores de sus rivales, el de Zaratamo y el de Uharte consiguieron un punto vital que les permite igualar a Titín III-Merino II con cinco puntos en la tabla.

Tras varios días de desenfreno y con una climatología tan adversa como la de este año, solo los más entusiastas, aquellos con más sangre carnavalera en sus venas, se afanaron en salir a la calle y apurar las últimas horas de las coloristas fiestas tolosarras. Tras las exhibiciones de los días pretéritos -definitivamente el martes ha perdido el peso que tenía hace no tantos años-, la vistosidad de disfraces y abalorios pasó a un segundo plano y fue la actitud, las ganas de fiesta y el aguante el verdadero motor que consiguió que la excapital guipuzcoana siguiera en la brecha hasta que la última charanga dejara de tocar la última nota.

Algo similar sucedió en un Beotibar sin el bullicio del Astelenita ni la clase de Xala, donde Urrutikoetxea y Beroiz se llevaron un partido de los de «menos samba e mais traballar», protagonizando otra remontada.

El infractor beneficiado

Seguro que a estas horas Oinatz Bengoetxea y Aritz Begino siguen dándole vueltas a la magnífica oportunidad que dejaron escapar ayer y a esa polémica jugada con 21-20 a su favor. Porque a los jueces no les quedó otra que dar vuelta en una clara estorbada de Beroiz a Begino, pero sucede que fue una de esas ocasiones en las que el infractor o el que molesta se vio beneficiado, ya que el de Auza estaba en disposición de cerrar el tanto y el partido con solo estirar la pelota atrás. Sin embargo, el saque y, por tanto, la iniciativa del tanto, volvió a ser de los azules, que supieron sacarle provecho y culminaron la remontada.

Oinatz Bengoetxea estrelló la pelota en la chapa, lo que dio pie al primer empate de todo el partido y Mikel Urrutikoetxea cerró el triunfo arrimando una pelota al siete que Aritz Begino no pudo llevar a buena. El último tanto fue un buen resumen de lo acontecido en la parte final del choque, la que vino justo después de que Mikel Urrutikoetxea se retirase a vestuarios con 17-10 en el marcador, tras notar agarrotado su brazo izquierdo. Le sentaron bien los cuidados que le aplicaron en las entrañas del Beotibar, ya que los azules dieron la sensación de terminar mucho más enteros el partido y ahí radicó gran parte de su victoria.

Con un Beroiz que se creció a medida que el partido se fue alargando y con un Urrutikoetxea que siguió retrasando la pelota con intención, el partido se les hizo muy largo a un Oinatz Bengoetxea al que terminaron gastándosele las manos y a un Begino al que le encontraron las cosquillas junto a la pared izquierda.

Sin estar brillantes, el mayor abanico de remates de Bengoetxea VI, sobre todo de aire, había dado notables ventajas a la pareja colorada que, sin embargo, no supo llegar a la orilla y se complica muy mucho su futuro en el Parejas.