«Messis» que no fueron

El fútbol italiano vivió este fin de semana un apasionante Roma-Inter (0-0) y sobre todo un Milan-Juventus (0-2) que al final terminaron por consolidar el liderato juventino. En la Superliga griega el destacadísimo Olympiakos de Michel despertó de su sueño de convertirse en el segundo equipo en ganar la liga sin conocer la derrota y su despertador fue su máximo rival ateniense, el Panathinaikos, que se impuso además por 0-3 y a pesar de ello con una victoria la próxima jornada serán nuevos campeones a falta de seis jornadas para el final. En la Ligue 1, PSG y Olympique de Marsella dirimían el partido por excelencia del fútbol francés, y se saldó cómo no por 2-0 a favor de los parisinos, que se van en la tabla después de que el Mónaco perdió en casa del Saint-Étienne, que ahora es tercero. En la Eredivisie, el clasicazo holandés. «Es casi imposible explicar la repercusión del Klassieker. Los aficionados comienzan el partido semanas antes. Sé que es un tópico, pero como jugador das un extra para conseguir la victoria. Perder no es una opción», dijo Jean-Paul Boëtius, un chaval de 19 años que marcó en su debut ante el Ajax hace 18 meses, pero que esta jornada vio como los Ajaccied se imponían en `De Kuip' al Feyenoord por 1-2 y son más líderes aún. Y en la Bundesliga, más de lo mismo en otro duelo de altura entre Bayern y Schalke, cuyo marcador ilustró la abismal diferencia entre el primero y el cuarto, 5-1.

Partidos grandes, que acapararon una gran repercusión en torno a ellos, y partidos pequeños como el que disputó el Doncaster Rovers ante al Rotherham United, de la Segunda inglesa, y que congregó a 4.000 personas. ¿La razón? El debut del miembro del grupo musical `One Direction' Louis Tomlinson.

El chico de 22 años, aficionado local desde siempre, fichó el pasado mes de agosto, se lesionó y y regresó los últimos 26 minutos del 0-0. Apenas tocó la pelota, pero sus seguidoras -directioners- estaban contentas, incluidas dos mexicanas que vinieron desde su país. «Hemos estado 30 horas en un avión y nos hemos gastado 20.000 pesos», dijo Liliana. «Dice que ama sus ojos azules. Es un buen chico. Y también sus tatuajes. Es muy sexy», coroló su amiga Alma. El fichaje sin contrato del integrante de la Boy Band británica responde a un proyecto solidario que Doncaster tiene con un hogar de niños.

«Messis» griegos, bosnios....

Un fichaje por una buena causa que nada tiene que ver con el acuerdo del Barcelona con otro más de esos jóvenes diamantes al que ya bautizan como el `Messi croata' o `el nuevo Luka Modric'. Se trata de Alen Halilovic, de 17 años, última perla de la cantera del siempre productivo Dinamo de Zagreb y un fijo en su selección. El último de una lista de `nuevos Messis', como Gabriel Torje, apodado en un principio como `el gnomo' debido a sus 1,67 metros, se convirtió en el `Messi rumano' tras debutar con el Politehnica Timifloara a los 16 años, lo que le valió su fichaje por el Dinamo Bucarest años después; hoy, a sus 24, milita en el Espanyol.

La prensa helena también estuvo rápida a la hora de etiquetar al talentoso Giannis Fetfatzidis como el `Messi griego' cuando el centrocampista ofensivo irrumpió en 2009 con el Olympiakos, con sus 1,64 de estatura, y hoy a sus 23 años busca su mejor fútbol en el Genoa. El hoy prometedor delantero del Nápoles Lorenzo Insigne fue apodado como el `Messi del Adriático' tras marcar 18 goles en 37 partidos para ayudar al Pescara a lograr el ascenso a la Serie A en la campaña 2011-12.

El `Messi escocés' también tiene nombre, Ryan Gauld, jugador de 18 años del Dundee United, y con un futuro lejos de allí. «Mi mandíbula se cayó literalmente. Fue uno de esos momentos `Oh, Dios mío'», decía su descubridor en las inferiores del club cuando debutó en el Dundee con 15 años y anotó dos golazos. En Albania el trono del `10' argentino se lo disputan dos talentos al alza, Xherdan Shaqiri y Adnan Januzaj, del Bayern y United, respectivamente. Eso sí, el primero, que rechazó jugar con la selección albanesa para hacerlo con la suiza, recuerda que «me han llamado de muchas maneras... Messi y traidor».

Ivan Nastevski fue nombrado el `Messi croata' tras su debut con 17 años y hoy con 22 juega en el Ethnikos Gazaros griego. «Por ahora no pienso en mi futuro. Espero que Dios tenga un plan para mí», ha dicho. «Solo hay un Messi, pero aun así me gusta este apodo», decía por su parte el jugador checo Vaclav Pilafi que con 25 años juega en el Friburgo. En Alemania cruza sus caminos con el más conocido Mario Götze, quien respondió una vez: «¿El Messi alemán yo? No, ¡preferiría ser el Cristiano Ronaldo alemán!». Su futuro es, en cualquier caso, más prometedor que el que fuera `Messi israelí' de la cantera del Barça, Gai Assulin, y que a sus 22 años purga su apodo en el Hércules, cedido por el Granada.

¿Maradona al Sheffield United?

Jóvenes talentosos llamados a ser grandes futbolistas y de los que la mayoría se quedan en ciernes, y jugadores que no prometían tanto y que luego sí que marcarían época. Un ejemplo paradigmático es el Sheffield United: 36 años después, su afición continúa hablando de un astro que se les escapó, Diego Armando Maradona, en quien se fijó cuando tenía 17 años el entonces técnico de los Blades Harry Haslam, cuando buscaba eventuales fichajes por Sudamérica en 1978. Acordó un precio de 350.000 libras con Argentinos Juniors, aunque el consejo de administración del club inglés -por entonces en la Tercera inglesa- decidió que sería más conveniente invertir 160.000 en un tal Alejandro Sabella, actual técnico de la selección argentina y cuya aventura inglesa le duraría solo tres años.

Zinedine Zidane, por ejemplo, también pudo haber terminado jugando en Inglaterra. El gran Kenny Dalglish, entonces técnico del Blackburn Rovers, alcanzó un principio de acuerdo con Zizou, que tenía entonces 23 años, pero el presidente, Jack Walker, prefirió no ejecutarlo. «¿Para qué queremos a Zidane si tenemos a Tim Sherwood?». ¿Para qué debe de preguntarse hoy? Tampoco de un fallido fichaje se libró otro ilustre francés, Michel Platini, al que un informe médico en Metz declaró, con 16 años, «no apto para jugar al fútbol al más alto nivel». El presidente del Metz de aquella época también reveló que los técnicos del club habían dicho que Platini «tenía un culo gordo», una opinión similar a la que impidió a otro grande, Paul Gascoigne, fichar por el Ipswich Town en 1983, tres años después de que el mismo club desestimase a un joven de nombre Ruud Gullit por indisciplinado.

Un jugador con el que decididamente se equivocaron varios equipos fue Andriy Shevchenko. El legendario ucraniano estuvo una semana a prueba en el West Ham United en 1994, ofrecido al Colonia al año siguiente y dos más tarde al Werder Bremen. La respuesta de todas estas entidades fue negativa, y el entrenador de los Hammers de entonces, Harry Redknapp, justificó: «No daba la impresión de ser nadie especial, en absoluto».

Esa misma década, el Gaziantepspor turco cometió un error que también lamentaria de por vida, al plantarse ante la cantidad que exigía el São Paulo, 1,5 millones de libras, a cambio del traspaso de un joven llamado Kaká. A los tres años, el Milan multiplicaría por tres esa cifra. Y si el Gaziantepspor tuvo que lamentar su excesiva prudencia, imaginemos cómo se debió sentir el Flamengo, que se quedó sin el `Animal' Ronaldo por no pagar al delantero el billete de autobús -unos 20 peniques- desde su casa en Ribero.

El Fulham fue otro tacaño con mala suerte con otro brasileño campeón de la Copa del Mundo. En 1978, cuando el club estaba en la categoría de plata del fútbol inglés, convenció a Paulo César para que fichase por él, aunque el trato se malogró debido a una disputa acerca de las llamadas telefónicas del futbolista a Brasil. Pero en Londres es el Arsenal el que se lleva la palma de arrepentimientos. Yaya Touré, el flamante buque insignia del City, estuvo una semana a prueba en 2005, pero unos problemas de pasaporte impidieron que la contratación fructificase. Fue el segundo error mayúsculo del equipo en pocos años. «Tuve a (Cristiano) Ronaldo en el campo de entrenamiento», confesaría un tiempo después Arsène Wenger. «Le enseñé las instalaciones y le di una camiseta. Pero al final no se concretó por un desacuerdo en la cuantía del traspaso entre los dos clubes», desveló. El Arsenal se negó a abonar unos 4 millones de libras por el futbolista.

Y es que dejar escapar a futuros astros ya se había convertido en una costumbre por aquel entonces en el viejo Highbury. En 2000, tuvo a su alcance a Zlatan Ibrahimovic, como ya es sabido. «Arsène me dio la famosa camiseta rojiblanca, el dorsal número 9, con mi nombre estampado en ella. Luego esperé a que me convenciese para fichar por el Arsenal, pero ni siquiera lo intentó. Fue peor: `Quiero ver lo bueno que eres, qué tipo de futbolista eres. Vamos a probarte'. Yo no me lo creía, y pensé: `De ninguna manera. Zlatan no hace pruebas'. Así que dije que no y me fui al Ajax», recordó el sueco en sus memorias.

`Messis' que no fueron tales pero a la larga se aproximaron a él. ¿Imaginarían a Ronaldinho en el modesto St. Mirren antes de llegar al PSG? Fue una posibilidad muy real, ya que los escoceses pretendían ofrecer al brasileño experiencia en el fútbol europeo, pero una polémica surgida con su pasaporte acabó con las negociaciones. Fichajes que pudieron ser y no fueron.