Leña «democrática»

Tras la decisión del PSOE de impedir a su partido subordinado en Nafarroa presentar una moción de censura contra Barcina o siquiera votar a favor, la caverna insiste en el complot. Anteayer lo hacía Luis María Anson, cuyo delirio recogía esta lupa, y ayer, a raíz de la aprobación en el Parlamento navarro de las conclusiones de la comisión de investigación sobre las irrergularidades en la Hacienda Foral y la petición de dimisión a Barcina, volvían al ataque en tropel.

«La Razón», titulaba «PSN y Bildu votan juntos de nuevo para echar a Barcina». Y Aralar-NaBai, y Geroa Bai, e Izquierda-Ezkerra, pero lo importante y escandaloso para «La Razón» es que el Parlamento «aprobó ayer por la mañana, gracias a que el PSN -segundo grupo con más poder en el hemiciclo- se suma al bloque de Bildu, las conclusiones de la comisión de investigación sobre las acusaciones contra la la consejera de economía, Lourdes Goicoechea». Que no se alarmen Marhuenda y compañía, que «gracias» al PSN, nadie va a echar a Barcina.

En la misma línea, titulaba «Abc»: «El PSN y Bildu unen sus votos para pedir a Barcina que dimita», y decía que «Apoyan juntos la tesis, no demostrada, de que hay corrupción en el Gobierno navarro». La mayoría de las navarras (y navarros, claro) no estarán muy de acuerdo.

Pero lo que más alarmaba a ese diario y al resto de la prensa del ultracentro era el documento en el que la Assemblea Nacional Catalana (ANC) propone el día de Sant Jordi de 2015 para proclamar la independencia de Catalunya. El de Vocento pedía en su editorial «Disolver la asamblea nacional catalana ya», y «sentar ante el juez a los promotores de este insensato y peligroso proyecto». Y es que eso de la democracia no es tan complicado, ¿verdad, Bieito?

«La Razón» titulaba en portada «Los independentistas de Mas piden tomar el control de El Prat y de las fronteras tras declarar la secesión», y después pedía la aplicación del artículo 155 de la Constitución española.

Para «El Mundo», ante esa «enloquecida y ciega carrera hacia el desastre», el Gobierno «no puede estar de brazos cruzados». Y a «Libertaddigital» le parecía «Un golpe de estado anunciado», por lo que pedía a Rajoy «que actúe con la contundencia que las leyes establecen», y le ahorraba el trabajo: «la legislación penal lo tipifica de manera muy precisa como sedición, con penas agravadas en caso de que los impulsores formen parte de organismos oficiales». Leña; eso sí, democráticamente.