24 MAR. 2014 CRíTICA: «Tú y yo» Mediometraje promocional de David Bisbal MIKEL INSAUSTI Para Kike Maíllo ha sido un trabajo de encargo, realizado entre medias de su ópera prima de ciencia-ficción «Eva», que le valió el Goya al Mejor Director Novel, y su próximo proyecto «Toro». Un segundo largometraje que rodará en Almería, y que es precisamente el destino geográfico de «Tú y yo», ya que el relato concluye con la vuelta de David Bisbal a su tierra, tras una larga gira que le mantiene lejos de casa. Este detalle del final es el único realmente personal que presenta «Tú y yo», al reflejar la emoción que conlleva para el cantante regresar al local donde empezó su carrera. Su intención es tocar de nuevo en el bar La Esquina, reuniéndose para la ocasión con sus antiguos compañeros de la orquestina Expresiones. Se supone que, además de formar parte de su biografía sentimental, responde al tipo de gestos que le convierten en un famoso cercano, y a los que debe su gran popularidad. La escena, en lugar de transmitir esa proximidad de alguien tan campechano, provoca el efecto contrario, por resultar igual de falsa que el resto del metraje. En lugar de contagiar la verdad del directo, ha sido resuelta con un play-back, que junto a otros tres más completa los cuatro videoclips que sirven de materia promocional para su último disco. La compañía del cantante no ha querido dejar el producto en una simple sucesión de videoclips, así que los ha unido mediante un mínimo guión, siguiendo la moda de las películas para fans que pretenden dar una imagen humanizada del ídolo de turno, presentándolo como una persona de carne y hueso, más o menos normal. No digo que el almeriense no lo sea, e incluso estoy convencido de que sigue conservando su inocencia en medio de toda la mercadotecnia que le rodea. Más la película no acierta a expresarlo, por lo que tiene de puro artificio. Su encuentro con María Valverde representa la búsqueda del verdadero amor, haciendo ver a sus seguidoras que todavía no lo ha encontrado, y que no es un tipo aprovechado que se acuesta con la primera loca que se cuela en su caravana.