Bera Bera supera lo más díficil

Tras la costosa y sufrida victoria de Bera Bera el sábado en Valladolid, queda la sensación de que la parte más difícil para revalidar el título liguero ya está hecha, y solo queda por delante la que es simplemente «difícil». Casi nada. Las dos salidas consecutivas a Elche y Aula Cultural eran muy peligrosas, pese a que el equipo donostiarra atraviesa un buen momento (entre Liga y Copa, lleva diez victorias seguidas en los dos últimos meses), y han vuelto a demostrar que no hay diferencias insalvables entre los equipos. Bera Bera no cuenta con una plantilla «galáctica», al estilo de las que han dominado la Liga desde siempre (desde la era del Iber hasta la de Itxako, plantillas plagadas de internaciones de varios países), y solo su buena preparación, su mentalización y la constancia en el trabajo defensivo le han permitido aguantar el liderato.

En Valladolid el equipo acusó la ausencia de Patricia Elorza, pieza clave en su entramado defensivo, y encajó el mayor número de goles antes del descanso en lo que va de temporada (16). Pero, ante un rival crecido y lanzado, Bera Bera fue capaz de rehacerse, dar la vuelta al resultado y proteger una renta mínima al final, que le proporcionaba otros dos valiosos puntos y le permitía mantener la ventaja ante el Rocasa, que estuvo a punto de pinchar en casa ante el Elche (31-30), acabó ganando y sigue presionando a Bera Bera.

La trayectoria de ambos equipos en la segunda vuelta está siendo idéntica, sumando 16 puntos de los 18 posibles, un dato que obliga a las donostiarras a mantenerse alertas y no bajar el pistón. El margen de cuatro puntos (40 de las donostiarras por 36 de las canarias) es muy valioso, pero todavía quedan un par de salidas complicadas.

La primera será a Alcobendas, un rival que ha entrado en crisis desde la Copa (solo ha sumado un punto de los seis que ha disputado desde entonces), pero que querrá desquitarse ante Bera Bera, y la última jornada a León, que parece haber superado los momentos más difíciles y en las últimas jornadas ha abierto hueco respecto a la zona de descenso, pero que si necesitara puntuar se convertiría en otro rival muy peligroso ante su público, con las veteranas Cristina González, Caño e Ilina al frente.

Pero ya solo quedan cuatro jornadas, Bera Bera disputará dos de ellas en casa (donde la última vez que no ganó en Liga fue el 31 de enero de 2012, ante Itxako -26-27-, y desde entonces ha encadenado una racha de 30 victorias ligueras), y le bastaría con sumar 5 de los 8 puntos en juego para ser campeón, siempre y cuando Rocasa ganara todos los que le quedan.

Y estos son los partidos que les quedan a los dos aspirantes al título hasta el final de la Liga:

Mientras tanto, la Liga vuelve a parar con motivo del puente de Semana Santa, antes de encarar ya seguidas las cuatro últimas jornadas. Pero hay jugadoras que seguirán compitiendo este fin de semana, tras ser convocadas con la selección española junior, que entre el sábado y el lunes se jugará en Alemania -en pugna con la selección anfitriona y Bulgaria- un billete para participar en el Mundial de la categoría que se disputará en verano en Croacia. En ese equipo estarán cuatro jugadoras vascas: Ainhoa Hernández (pivote del Zuazo), Nerea Elizegi (lateral izquierda de Kukullaga), Esther Arrojeria y Maitane Etxeberria (central y extremo zurda de Bera Bera respectivamente), así como la máxima goleadora del Aula Cultural de Valladolid y una de las jugadoras revelación de la temporada, la extremo izquierda Amaia González de Garibay, de ascendencia alavesa.

La composición de esta selección resulta curiosa porque nunca había reunido a tantas jugadoras importantes en sus equipos de División de Honor, otro efecto palpable de la crisis que ha despoblado la categoría de jugadoras extranjeras y ha llevado a muchas otras de mucha experiencia de nacionalidad española a otras Ligas del continente. De las 16 convocadas, 11 juegan en División de Honor, una portera y diez jugadoras de campo, que entre todas suman más de 800 goles en lo que va de temporada, un 10% del total.

KUKULLAGA EN PROBLEMAS. No es algo nuevo, porque el equipo de Etxebarri ha pasado apuros en las tres temporadas que lleva en la máxima categoría -descendió en la primera, pero fue repescado, y el año pasado se salvó por un punto-, pero Kukullaga deberá exprimirse hasta la última jornada, y su empate el sábado ante el Castelldefels, un rival directo, acabó con la ilusión de depender de sí mismas en esta fase decisiva.

No es fácil mantener la cabeza fría cuando cuentas con una plantilla muy justa, sufres lesiones importantes (la de Alba Fernández, pieza defensiva clave, antes del parón de diciembre, o la de Nogales, que no acaba de recuperarse de una lesión de tobillo que ha mermado mucho su rendimiento las cuatro últimas jornadas) y no acabas de cerrar con puntos tus buenos partidos en casa, donde los más modestos tratan de cimentar su permanencia (derrotas por uno ante Porriño y Alcobendas, empates ante Cleba y Castelldefels).

Que la siguiente salida sea a Donostia dificulta recuperar el ánimo, aunque las diferencias son mínimas, y si hay algo fuera de duda es el espíritu de lucha de este equipo. Necesita recuperar completamente a Nogales para los tres partidos finales -dando por supuesto que sin estar completamente recuperada sería inútil arriesgarla ante Bera Bera- y echar el resto sin mirar atrás. Esto es lo que les queda a los tres equipos implicados, de los que solo se salvará uno.