16 AVR. 2014 NUEVO ESCÁNDALO EN CAJA NAVARRA 157 cuadros han desaparecido de CAN y once se esfumaron de la caja fuerte Kontuz hace público un listado de obras de arte propiedad de Caja Navarra de 2011 en el que aparecen 157 obras más que en la lista de propiedades hecha pública por la Fundación hace unas semanas. Once de esas obras de arte «desaparecidas» estaban en la propia caja fuerte de la entidad. En un recuento elaborado en verano de 2011, las once obras de arte ya se habían esfumado del lugar más seguro de la extinta CAN. Aritz INTXUSTA IRUÑEA Kontuz denunció ayer que prácticamente una de cada cinco obras de arte de Caja Navarra (157 sobre 797) han desaparecido. La cifra surge al comparar el catálogo de obras de arte publicado hace unas semanas por la Fundación Caja Navarra con un inventario del patrimonio artístico de la entidad elaborado en verano de 2011. La mayoría de los elementos que hoy no están tampoco pudieron ser encontrados en el recuento de 2011. De la comparativa entre el documento confidencial y el que ha hecho público la Fundación «privada» (cuyos patronos han sido designados a dedo por Yolanda Barcina) se desprende también que once de las obras extraviadas se perdieron en la misma caja fuerte de la entidad. La mayoría de estas obras custodiadas en el lugar más seguro de la entidad eran cuadros de gran valor de autores como Alba Suárez, José Antonio Eslava, Nicolás Gless, Joaquín Ilundáin, José María Mínguez Albín, Fructuoso Orduna, Isa Peralta y V. Pinto, Manuel Gannau, Aguirre Caro y Alba Suárez. Se trata de grabados, óleos, altorrelieves y una serigrafía. En la mayoría de casos, las obras fueron adquiridas por la Caja de Ahorros de Navarra y la Caja Municipal de Pamplona por valores superiores a los 3.000 euros. En total, Kontuz ha contabilizado 157 obras extraviadas. Su tasación es compleja, dado que prácticamente la mitad (75) fueron donadas a la entidad por los propios artistas. Aún con todo, el documento confidencial al que ha tenido acceso este periódico incluye algunas tasaciones y, en otros casos, recoge cuánto le costó a la caja adquirir las 82 obras de arte restantes. Sumados estos conceptos, arrojan un valor mínimo de 95.482 euros. Asimismo, Kontuz lanzó dos preguntas al aire: «¿Dónde están estas 157 obras de arte? ¿Quién las tiene?». Caixabank no tiene las obras De las 157 obras desaparecidas, 132 no estaban en el inventariado de 2011 y, en estos tres últimos años, se han «extraviado» otras 49. Según informó Kontuz, semejante volumen de obras no ha acabado en manos de Caixabank, la compradora de los restos del naufragio de la triste aventura de Banca Cívica. Al parecer, la entidad catalana «se llevó entre 10 y 20 obras de gran valor, de las que 5 ó 6 se quedaron en Carlos III (sede de la CAN) y el resto se llevaron a la entidad catalana», explicó Patxi Zamora, portavoz de la asociación sin ánimo de lucro. A juicio de Zamora, Caixabank no tiene por qué decir qué obras son, sin embargo, cree que los responsables de la venta y la gestión de la caja sí que deberían dar explicaciones, porque «será la mejor forma de acabar con los rumores de que algunas de esas obras estarían a día de hoy decorando viviendas particulares de gentes notables de Iruñea». En concreto, la asociación consideró que la Fundación Caja Navarra ha hecho público el listado de cuadros, porque era consciente de las investigaciones que estaba desarrollando la plataforma, así como porque el parlamentario de Bildu, Koldo Amezketa, había realizado varias preguntas para localizar el patrimonio, dirigiéndose tanto al Gobierno de Nafarroa como a la propia fundación. De otra parte, Kontuz aseguró que numerosos artistas se han puesto en contacto con la asociación, preocupados por el paradero de sus cuadros, algunos de los cuáles figuran en los catálogos profesionales de esos artistas. La labor de mecenazgo que realizaron tanto CAN como sus dos cajas predecesoras antes de la fusión las hizo poseedoras de la que quizá sea la mejor colección de obras de arte moderno y contemporáneo de Nafarroa, de ahí la importancia de que se sepa el paradero del patrimonio. De otra parte, la asociación también hizo público su interés por el resto de «patrimonio inmaterial» del que era poseedora la caja. Zamora puso como ejemplo una colección de más de 50.000 fotografías históricas, así como libros, revistas, publicaciones y estudios sociodemográficos y de mercado que realizó CAN y que son esenciales para los estudios históricos sobre la realidad navarra del último siglo. En particular, Kontuz señaló que sería oportuno que dieran explicaciones tanto el último presidente de Caja Navarra, José Antonio Asiáin (exvicepresidente del gobierno de Urralburu, encausado en el proceso abierto contra CAN en la Audiencia Nacional y famoso por ser la víctima del presunto caso de chantaje de Santiago Cervera) y la propia Yolanda Barcina, que fue la que nombró a dedo a todos los miembros del actual patronato de la Fundación CAN el año pasado y que decidió, además, convertir los restos de la CAN en un ente privado, lo que ha levantado de nuevo un muro de opacidad para conocer lo ocurrido con la que fuera una de las cajas más solventes del Estado. Pese a ello, el patronato tendrá complicado pasar por alto este escándalo, dado que entre sus competencias está «la conservación y mejora del patrimonio histórico-artístico» de la entidad. A pesar de tener forma de entidad privada la línea con lo público es tan fina que los estatutos de la Fundación, donde se describe tan claramente esta competencia en favor de la conservación de ese patrimonio, fueron redactados por el propio Gobierno de Nafarroa. Ahora, Kontuz exige que se hagan públicos los catálogos de obras de arte con fotografías, descripción y tasaciones de las obras que siguen en su poder, así como de las que faltan para que puedan ser localizadas estén donde estén y en manos de quién estén. «Ha llegado el día de que sus responsables asuman las consecuencias, ha llegado el día de no callar», aseguró Zamora. El juez pide juicio oral contra Cervera El juez Fermín Otamendi ha decidido que se abra juicio oral contra el expresidente del PP en Nafarroa, Santiago Cervera, tras su detención recogiendo un sobre señuelo por un intento de chantaje al presidente de CAN, José Antonio Asiáin. Tras su detención se realizó una exhaustiva investigación en la que no se halló ningún indicio que corroborara la autoría del delito. Por ello, el fiscal y Kontuz (personados como acusación particular) habían solicitado el archivo. El abogado de Asiáin sí que mantiene la acusación y solicita 14 meses de cárcel. Al final, la última palabra recae sobre la Audiencia Provincial, que determinará si hay juicio o no. A. I. Goicoechea apunta hacia el patronato de la Fundación CAN La consejera de Hacienda navarra, Lourdes Goicoechea, quiso desmarcarse del nuevo escándalo destapado por Kontuz. El Gobierno de Nafarroa ejercía un protectorado sobre CAN y este era competencia del Departamento de Economía. Ayer, Goicoechea aseguró que las labores de protectorado se han ejercido y que, en todo caso, quien debiera de explicar cuál ha sido el paradero de las obras de arte tendrá que ser el patronato de la Fundación CAN. No obstante, el problema es más complicado, debido a que los patronos fueron nombrados en 2013 y, ya para entonces, faltaban al menos 132 obras de arte. Además de que tampoco tienen la capacidad de abrir la caja fuerte. «Había un patronato que era el órgano responsable, ellos tendrán que decir. Desde el Gobierno, las funciones que ha habido que ejercer se han ejercido», aseguró ayer Goicoechea. Sin embargo, la afirmación de que el Gobierno ha cumplido con su deber de protectorado es rotundamente falsa, como ya informó al Parlamento la Cámara de Comptos hace dos semanas, tras elaborar un informe específico sobre este asunto en el que también constató un incumplimiento de la obligación de inspeccionar a la CAN, que era una competencia de Nafarroa. Por otro lado, la consejera sí que afirmó que ningún artista se ha puesto en contacto con el Gobierno de Nafarroa para conocer el paradero de sus obras. La relación entre CAN y el Gobierno es demasiado estrecha como para obviarla. La duplicidad de cargos pone en un brete a otros miembros del Ejecutivo, como el propio Juan Luis Sánchez de Muniáin, consejero portavoz, quien estaba en el consejo de administración de Caja Navarra hasta dimitir el 21 de julio de 2011, cuando pasó a formar parte del Gobierno y justo cuando se elabora el inventario a través del que se ha destapado la mayor desaparición de obras de arte que se conoce en la historia de Nafarroa. Según Goicoechea, el protectorado que se ejercía sobre la caja se limitaba a la redacción de Estatutos, obviando la obligación de inspeccionar. No obstante, Comptos dice que el Gobierno falló en ese papel en la creación de Banca Cívica. A.I.