Porque sobran los motivos

ATHLETIC - REAL

Llegados a este punto de Liga, suele decirse que los puntos suelen ser para aquel equipo que más los necesita. Desde ese punto de vista, la necesidad es txuriurdin, ya que es el único de los dos equipos que puede mejorar o empeorar su clasificación liguera. Sin embargo, al Athletic también le sobran los motivos de buscar el triunfo.

Para empezar se trata de un derbi, un partido siempre especial que además esta vez llega con los alicientes de que es el primero en el nuevo estadio rojiblanco y que viene tras tres victorias consecutivas de la Real. Pero es que además, ¿qué mejor forma de celebrar la clasificación de la Champions junto a los suyos que con la 14ª victoria de la Liga en casa? Redondear una temporada para recordar superando los 70 puntos en la tabla también es un reto ilusionante para cualquiera.

En el plano deportivo, Ernesto Valverde no quiso adelantar mucho en cuanto a la alineación que sacará de inicio, pero sí confirmó en el once a Aymeric Laporte, uno de los jugadores más reforzados tras la buena temporada de su equipo y que ha sido señalado como objetivo de grandes como Barcelona y Bayern. También es casi segura la titularidad de Gaizka Toquero, una vez que la baja de Aritz Aduriz, que será operado de pubis en Alemania la próxima semana y no volverá a jugar esta temporada, es segura.

Habrá que ver cuál es la decisión del técnico rojiblanco respecto a Iker Muniain, que ha estado jugando muchos partidos con problemas en la espalda e, incluso, se ha tenido que infiltrar para ello. De momento, el gasteiztarra lo incluyó en la convocatoria de 18 ofrecida tras el entrenamiento de ayer por la tarde a puerta cerrada en Lezama, por lo que está en disposición de regresar al equipo tras haberse perdido el duelo del viernes pasado en Vallecas.

El que tampoco estará en los puestos de vanguardia es Guillermo Fernández, al que los técnicos han preferido para reforzar al filial, ahora que se están jugando sus posibilidades de ascenso a Segunda.

Más obligados

Por su parte, la cómoda victoria del Villarreal sobre el Rayo obliga aún más a una Real que aspira a la quinta plaza pero que, sobre todo, no quiere verse obligado a jugar las dos previas de la Europa League a las que le obligaría ser superados por el equipo castellonense.

Ganar cuatro veces seguidas el derbi vasco también sería todo un hito para los donostiarras, que lo lograron por última vez hace 33 años cuando, entre las temporadas 1979 y 81, enlazaron esas cuatro victorias entre Atotxa y el viejo San Mamés.

El equipo guipuzcoano pierde para este encuentro a su central Mikel González, tras su expulsión la pasada jornada en el empate ante el Granada, y entrará en el once titular Ion Ansotegi. La del central de Berriatua y la de Joseba Zaldua son las dos grandes novedades que ofreció la convocatoria de Arrasate, que no llamó a un Seferovic que fue titular ante el Granada.

Lo más devaluado del derbi de esta tarde será el ambiente, ya que la imposibilidad de sacar entradas a la venta por las obras del nuevo San Mamés impide que los aficionados realistas puedan acudir a Bilbo. Solo aquellos a los que un socio rojiblanco ceda su carné podrá presenciar el partido en directo, por lo que las gradas serán completamente rojiblancas.