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Giro de Italia

Bouhanni gana sin Kittel

El sprinter del FDJ aprovechó el mal día del Giant, que perdió a su sprinter alemán por enfermedad y dejó escapar la etapa que se le puso a favor tras las múltiples caídas en la pista de patinaje de Bari. La peligrosidad llevó a los corredores a no disputar la jornada.


Nacer Bouhanni logró la victoria en la cuarta etapa del Giro de Italia con final en un circuito de Bari muy peligroso, lo que llevó a los corredores a plantarse hasta que consiguieron que la organización eliminara las bonificaciones y contabilizara los tiempos antes de la última vuelta, en la que se registraron múltiples caídas.

La primera etapa del Giro en Italia resultó accidentada desde el inicio, donde la sorpresa llegó con la ausencia de Marcel Kittel. El mejor sprinter del pelotón y ganador de las dos etapas en línea no pudo tomar la salida tras pasar una mala noche con fiebre. El director del Giant-Shimano, Marc Reef, explicó que «después de la tercera etapa ya indicó que él no se sentía al 100%. El lunes por la mañana, dijo que se sentía mejor, pero esta mañana en el desayuno tenía las mismas quejas y después de unos chequeos con nuestro equipo médico vimos que la fiebre se había deteriorado y por eso tomó la decisión en conjunto que no debía continuar».

Kittel apuntó que «estoy muy decepcionado por dejar el Giro después de un buen comienzo, pero no estoy en condiciones de seguir en carrera en esta condición». Giant apostó por su segundo sprinter en el Giro, Luca Mezgec, que parecía en condición de lograr la victoria cuando cinco corredores del equipo holandés se quedaron en cabeza en un septeto con Bouhanni y Nizzolo después de las múltiples caídas que se registraron en los dos últimos kilómetros.

Pero Mezgec no pudo aprovecharse del trabajo de sus compañeros y tuvo que ser el lanzador Veelers el que disputara una victoria que ya acariciaba cuando apareció por detrás Bouhanni para imponerse con claridad por delante de Nizzolo.

Primera etapa en una grande

De esta manera Nacer Bouhanni lograba su primera victoria de etapa en una grande. Toda su carrera profesional la ha desarrollado en el FDJ, donde debutó con 19 años en 2010. Ese año ya ganó su primera carrera en el Tour de Gironde, en 2011 se impuso en una etapa de La Tropicale Amissa Bongo, pero su salto de calidad lo dio en 2012.

Con 21 años se proclamó campeón francés de fondo en carretera y logró siete victorias, el año pasado sumó once y esta temporada ya lleva seis. Sin embargo, no ha conseguido tener en el FDJ el peso que ha merecido con sus resultados porque Madiot apuesta por otro buen sprinter como Démare, más completo, y por eso quedó fuera de la Milán San Remo para enfado de Bouhanni, que se ha dejado querer por otros equipos.

El sprinter del FDJ ya había sido segundo en la segunda etapa y quinto en la tercera y está llamado a ser uno de los candidatos a aprovechar la ausencia del alemán del Giant.

Protesta de los corredores

Marcel Kittel y Nacer Bouhanni fueron los dos protagonistas de una etapa marcada por su peligrosidad. Los corredores no dejaron la lluvia en Irlanda y decidieron no disputar la etapa porque eran conocedores de la peligrosidad del circuito de Bari de ocho kilómetros al que debían dar ocho vueltas.

En lugar de buscar la escapada, los corredores decidieron caminar juntos sin asumir riesgos hasta que consiguieron que la organización eliminara todas las bonificaciones de la etapa y marcara los tiempos al penúltimo paso del gran grupo por la línea de meta.

Esa circunstancia benefició a Bouhanni, que pinchó a trece kilómetros para la meta y no tuvo problemas para volver al pelotón porque solo se disputó la última vuelta, en la que hubo una tentativa de Puccio (Sky) y Boem (Bardiani), que fueron cazados a cuatro kilómetros de meta. A partir de ahí los favoritos se limitaron a llegar a meta sin asumir riesgos y los que quisieron disputar la victoria demostraron que la protesta del pelotón estaba plenamente justificada porque los ciclistas empezaron a caerse en los últimos tres kilómetros.

Eso provocó que la etapa se disputara entre un septeto con cinco corredores del Giant, Nizzolo y Bouhanni, que consiguieron rematar el mal día del equipo holandés.

Primera llegada en alto en Viggiano

El Giro vivirá hoy el primero de los cuatro finales en alto de la primera semana de la carrera en Italia. La quinta etapa entre Taranto y Viggiano, de 203 kilómetros, termina en un puerto de 5,5 kilómetros al 5,5 % que deben ser suficientes para que Michael Matthews pierda la maglia rosa que ha lucido desde el sábado.

El Orica intentará mantener el liderato con Pieter Weening, que puede aguantar un puerto de Viggiano que no debe marcar diferencias entre los hombres fuertes. Las bonificaciones de 10, 6 y 4 segundos para los tres primeros pueden influir en el nuevo líder. De los favoritos es Rigoberto Urán el mejor colocado, a 19 segundos de Matthews.

Tampoco el final en alto de mañana en Montecassino debe marcar diferencias entre los aspirantes a los puestos de honor, aunque la lluvia y el frío, los 450 kilómetros de esas dos etapas y las secuelas de las caídas sufridas ayer por muchos corredores pueden pasar más factura que las rampas de estos dos puertos.

El primer final exigente será el del sábado en Montecopiolo, con 19 kilómetros de subida al 6,3%. Los últimos 500 metros son al 10,4% con una rampa máxima de hasta el 13%. Al día siguiente se acaba en Sestola tras diecisiete kilómetros de subida constante, pero suave. La media de los últimos tres kilómetros no llega al 4% para cerrar la primera semana. El Giro entra en su fase más atractiva tras unas primeras etapas en las que el único interés radicaba en conocer al ganador del sprint. Joseba ITURRIA