(Cada vez menos) estimado James

Antes que nada, he de confesarte (permíteme que te tutee) que he dudado, y mucho, si escribirte estas líneas. Incluso he pensado en no meterme en este charco y dirigirme a algún otro personaje que me mereciera menos respeto. Había varias candidaturas: Juan Carlos I y su «inviolable e irresponsable» trayectoria; Ángel María Villar y los 720.000 euros de prima por barba que ha prometido a los integrantes de la selección española en caso de ganar la Copa del Mundo; Eduardo Inda y su tres veces repetida afirmación televisiva de «GARA es ETA» (al margen de sendos «miembro de ETA de GARA», «GARA, parte del entramado de ETA», «el periódico de ETA» y «un miembro de GARA, que es el portavoz de ETA»); todos y cada uno de los representantes políticos, institucionales y mediáticos capaces de defender, ante el final del «caso Egunkaria», que el Estado de Derecho funciona...

Fíjate, pues, si lo tenía fácil. Pero he decidido tomar la vía, digamos, más delicada. Al fin y al cabo, fuiste mi ídolo de juventud. Ni el Che, ni Maradona ni leches, tú: James Hetfield.

Y te escribo entre apenado y enojado; bueno, más de mala hostia -perdón- que triste. Y no porque en las dos últimas décadas no hayáis sido capaces de grabar un disco a la altura del nombre de Metallica, sino porque he leído que participas en una serie documental de ocho capítulos que lleva por título «The Hunt» (La caza), que será emitida en televisión a partir de este domingo. Si no me equivoco, serás el narrador de un programa que seguirá los pasos de un grupo de cazadores en la isla de Kodiak, donde tratarán de localizar, disparar y matar a osos pardos naturales de ese lugar de Alaska.

Y aunque sabía de tu afición a la caza, nunca te imaginé haciendo espectáculo -y supongo que sacándote unos cuantos miles de dólares- de algo así. ¡Qué lástima! ¡Qué rabia!

No me sumaré a la campaña que se ha emprendido para que os saquen del cartel de Glastonbury. Solo te recordaré que un tropezón en esa misma piedra, la de la caza, supuso el principio del fin de uno que en apenas dos semanas dejará de ser rey. Consejo de un (todavía) fan. Atentamente...