Y Hushovd picó a Kristoff

Alexander Kristoff (Katusha) se mostraba exultante tras su segunda victoria de la semana y del Tour, y revelaba jocosamente que «Thor Hushovd me envió un sms tras mi primera victoria para decirme que todavía me quedaban otras ocho para igualarle. Me parece demasiado, y no creo que suceda. Perdimos a Porsev en los Alpes, pero Luca (Paolini) y Gatis (Smukulis) han trabajado mucho, aunque hoy lo más importante era tener buenas piernas, porque no soy el mejor sprinter, y creo que Greipel y Kittel han acusado el cansancio. Pero está siendo mi mejor temporada. ¿Los Campos Elíseos? Si ganara en París, mi Tour ya sería perfecto».

La otra cara de la moneda era para el neozelandés Jack Bauer (Garmin), rebasado a pocos metros de la línea de meta. «Estoy muy amargado y decepcionado. Ganar una etapa del Tour era un sueño desde mi infancia, sobre todo para un gregario como yo, que por lo general debe trabajar para otros. Era la primera vez que tenía una oportunidad así y, con el viento y la lluvia, Elmigery yo hablamos de que tal vez podríamos ganar. Fingí estar cansado, aunque sentía que todavía me quedaban algunas fuerzas. Esperé hasta que faltaban 400 metros y seguía pensando que tenía la victoria al alcance, pero a 50 metros de la línea me di cuenta de que no tenía nada en absoluto. Estaba tan cerca, pero también tan lejos...».

El otro protagonista de la fuga, el suizo Martin Elmiger (IAM), lamentaba de la ocasión perdida. «Ha sido una bonita escapada. Yo no estaba super bien, aunque rodamos a buen ritmo, con mucho viento, pero no fue suficiente. Ninguno de los dos (Bauer y él) estaba dispuesto a tirar a tope, hemos «jugado» un poco, sin tirar a bloque hasta el final. Yo sabía que él era más rápido, que no necesitaba lanzar el sprint demasiado pronto. Pero por detrás llegaron muy rápido. Al menos mi compañero Haussler fue segundo. Después de un día así estamos contentos... pero no totalmente».

Mikel Nieve (Sky) cedía más de dos minutos en la llegada, quizá centrado en tratar de buscar una victoria en los Pirineos, «aunque ganar una etapa en el Tour es difícil. En Pirineos hay que estar bien, a ver qué tal recuperamos en la jornada de descanso». Los planes del equipo se torcieron desde el principio, con la temprana retirada de Froome, y la estrategia se centró en apoyar al segundo líder del equipo, aunque este plan también se vino abajo. «El Tour iba bien con Porte, pero un catarro que nos pilló a más de uno nos ha mermado. No estamos al 100 por ciento y se nota», explicaba el corredor navarro, que ahora disfrutará de cierta libertad para tratar de buscar alguna etapa, lo único que le queda al equipo.