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Ataque israelí contra Gaza

La ofensiva deja 408 niños muertos en una Gaza devastada por completo

El alto el fuego de 72 horas que entró en vigor ayer devolvió un alivio momentáneo a los habitantes de la Franja de Gaza que abandonaron sus refugios y comprobaron el grado de devastación dejado tras de sí por las tropas israelíes y cuya reconstrucción necesitará años y más de 5.000 millones de dólares. No tiene, sin embargo, vuelta atrás el alto coste humano: 1.869 palestinos muertos, de los que más de 400 son niños y adolescentes.


El eco de los disparos calló ayer en la Franja de Gaza después de un mes de ofensiva militar israelí que ha arrasado este enclave palestino y ha dejado más de 400 niños y adolescentes muertos, tras la entrada en vigor del alto el fuego de 72 horas acordado por Israel y las facciones palestinas, con la mediación de Egipto, y la retirada total de las tropas hebreas del territorio, aunque parte permanecen junto a la frontera. «Si los terroristas nos atacan, nos defenderemos», advirtió un alto militar israelí.

Después de varias treguas fracasadas, la iniciada a primera hora de ayer parecía cumplirse escrupulosamente y daba pie al eventual inicio de negociaciones indirectas entre las facciones palestinas e Israel, cuya delegación llegó ayer a El Cairo, donde esperaban los representantes palestinos. Pero la negociación para lograr una tregua duradera se plantea difícil ya que la parte palestina reclama el levantamiento del bloqueo impuesto a la Franja de Gaza tras la victoria electoral de Hamas en 2006 mientras que Israel no intentará demorar el máximo posible las negociaciones y tratará de que el bloqueo sobre este territorio sea estricto, al tiempo que se centrará en mantener la calma en la frontera con Gaza mientras extiende la colonización en Cisjordania.

El fin de los disparos devolvió un alivio momentáneo a los habitantes, que salieron de sus refugios improvisados para deambular, con miedo, y pudieron ver el grado de devastación, mientras los primeros camiones de abastecimiento y con ayuda humanitaria internacional llegaron a la Franja.

Los hospitales se encuentran literalmente colapsados por el gran número de víctimas, que se teme que aumenten en los próximos días a medida que se vayan removiendo los escombros de las calles bombardeadas, más de un centenar hasta sus cimientos.

La última ofensiva israelí ha dejado al menos 1.869 fallecidos -dos de los heridos fallecieron ayer- y 9.563 heridos, en un mayoría civiles, según datos del Ministerio palestino de Sanidad. Naciones Unidas estima que el 80% de as víctimas mortales son civiles, a pesar de que israel afirma que cerca del 50% eran milicianos. El número de desplazados asciende a 485.000 personas, muchas de las cuales no podrán regresar a sus hogares.

Según el último balance ofrecido por UNICEF, el número de niños y adolescentes fallecidos en los ataques israelíes asciende a 408 -58 más que en la ofensiva Plomo Fundido de 2008-2009-, lo que supone el 31% de los civiles muertos. De ellos, el 70% eran menores de 12 años. 2.500 han resultado heridos.

Además, el organismo internacional calcula que 373.000 menores necesitan urgentemente ayuda sicológica para superar esta situación traumática.

Si se comparara la demografía de Gaza con la de EEUU, sería como si 200.000 niños hubieran muerto en este último país, dijo Pernille Ironside, jefa de la oficina de UNICEF en Gaza.

Señaló que no hay electricidad y que no funcionan los sistemas de agua potable ni de saneamiento en el territorio palestino, por lo que el peligro de aparición de enfermedades transmisibles y de diarrea es inminente.

«En la Franja de Gaza, de 45 kilómetros de largo por entre 6 y 14 de ancho, no hay una sola familia que no haya sido directamente afectada por alguna pérdida», agregó.

«La destrucción es total. Han usado armamento horrible que provoca terribles amputaciones. Y esto ha pasado frente a los ojos de los niños, que han visto morir a sus amigos, a sus padres», dijo.

Es por ello que UNICEF calcula que unos 370.000 niños necesitarán ayuda sicológica para poder intentar sobreponerse de alguna manera al trauma vivido.

«Tengamos en cuenta que un niño o una niña que tiene siete años ha pasado ya por tres ofensivas, la de 2008-2009, la de 2012 y la de ahora. Imagínense el impacto que ello puede tener tanto en los más pequeños como en los que ya entienden lo que eso significa», afirmó.

Ironside se refirió al hecho de que 142 escuelas en Gaza, incluyendo 89 de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), han sido dañadas por los bombardeos israelíes, y no olvidó los ataques directos a tres colegios de la ONU.

«Antes de este ataque el 80% de los niños de Gaza asistían sólo cuatro horas a la escuela porque los centros tienen que hacer dos turnos, dado que no hay más colegios disponibles», enfatizó.

«Y no podemos construir más, porque no hay tierra disponible pero sobre todo porque no tenemos material de construcción por la restricción a la que la franja es sometida por las autoridades israelíes», explicó Ironside.

«Debemos establecer un nuevo sistema para poder reconstruir todo lo destruido. Por eso hay que acabar con el bloqueo al que Israel somete a Gaza», urgió.

La funcionaria internacional recordó que se necesitarán «cientos y cientos de millones de dólares» para reconstruir lo que ha sido destruido dos veces, «aunque esta vez ha sido peor que las otras dos juntas».

«¿Quién pagará la factura? ¿De nuevo la comunidad internacional, o será la fuerza ocupante que ha perpetrado la destrucción?», se cuestionó.

La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, solicitó a Israel que asuma sus responsabili- dades por «las crecientes evidencias de crímenes de guerra» perpetrados por su Ejército.

«Seis escuelas de la ONU han sido atacadas. El bombardeo de escuelas de la ONU que causó la muerte de mujeres y niños asustados y hombres civiles, incluyendo personal de Naciones Unidas, que buscaban refugio para apartarse del conflicto y de actos horrorosos pueden considerarse crímenes de guerra», dejó claro Pillay. «¿Si los civiles no pueden refugiarse en escuelas de la ONU, dónde pueden estar a salvo? Abandonan sus casas para salvarse y son atacados donde se han refugiado. Esta es una situación grotesca», agregó.

Pillay recordó que la ley internacional establece que el personal y las instalaciones humanitarias -y esto incluye a las escuelas de la ONU en Gaza- deben ser respetadas y protegidas y recordó la cifra de víctimas palestinas no refleja la realidad de la tragedia humana en Gaza. «Lo que estamos viendo es el asesinato de familias enteras, de niños que juegan en las calles o que están intentando buscar refugio», aseguró.

También criticó a la comunidad internacional por no hacer cumplir la recomendaciones del informe elaborado por la comisión de investigación tras la ofensiva Plomo Fundido. «Estas fueron escritas para evitar futuras violaciones, y para acabar con la impunidad», aseveró.

La reconstrucción de Gaza, donde los daños materiales han sido valorados en más de 5.000 millones de dólares, llevará varios años y dependerá si, en el marco de las negociaciones en Egipto, Israel accede a levantar el bloqueo y permite la entrada de materiales de construcción, aunque también su aliado egipcio podría abrir el paso de Rafah, el único que no controla Israel.

Los daños son particularmente notables en el norte y este del enclave palestino, que han quedado prácticamente arrasadas. Las pérdidas exceden lo imaginable y afectan a edificios públicos y propiedades privadas, como viviendas, infraestructuras de agua y electricidad, y hasta los depósitos de su única central eléctrica.

Según los datos difundidos ayer por el Ministerio palestino de Información, basado en estadísticas locales y de organismos internacionales, unas 10.600 viviendas han sufrido las consecuencias de los bombardeos. De ellas, 8.880 han quedado parcialmente dañadas y 1.724 completamente destruidas.

El ministro de Trabajos Públicos, Mufeed al-Hasayne, uno de los cuatro miembros del Gobierno de unidad que reside en la Franja, destacó a la agencia Maan que la destrucción es particularmente grave en el barrio de Al-Shayahie -donde el 60% de las casas están completamente destrui- das, además de sus carreteras e infraestructuras, y en las localidades de Beit Hanun y Abasan.

La reconstrucción deberá tener en cuenta también 24 centros médicos dañados, 141 escuelas, el 70% de los pozos de agua y una parte aún por evaluar de desagües y líneas de alta tensión y abastecimiento vitales.

Además, se han destruido edificios de gobernación de Gaza, así como comisarías y edificios de la seguridad pública, que fueron los primeros blancos de la ofensiva.

El repliegue israelí ayer se produjo, según el Ejército, gracias a que se completó la destrucción de unos 32 túneles cavados por las milicias palestinas para, según su versión, atacar blancos israelíes, aunque su principal objetivo es el abastecimiento sorteando el bloqueo. Israel cifró en 4.800 los objetivos destruidos durante su última ofensiva, puesta en marcha con el pretexto de impedir el lanzamiento de cohetes contra su territorio pero cuyo propósito era hacer saltar por los aires la reconciliación palestina y el Gobierno de unidad nacional. Aseguró haber matado a unos 900 milicianos. Su ofensiva le ha costado la vida de 64 soldados y tres civiles.

Dimisión gubernamental por la actitud de Londres

La secretaria de Estado del Ministerio de Asuntos Exteriores británico, Sayeeda Warsi, responsable de las áreas de Derechos Humanos y Organizaciones Internacionales, anunció ayer su dimisión por no poder seguir respaldando la política que ha mantenido el Ejecutivo de David Cameron con respecto a la ofensiva israelí sobre la Franja de Gaza, que tildó de «moralmente indefendible» y dijo que viola su «larga historia de apoyo a la justicia internacional». Tras su renuncia, Cameron llamó a Israel a la moderación e indicó que «la situación en Gaza es intolerable», pero insistió en el derecho de Israel a defenderse.

«No puedo seguir apoyando la política del Gobierno sobre Gaza», aseguró Warsi, excopresidenta del Partido Conservador, que en 2010 se convirtió en el primer miembro musulmán del Ejecutivo. El 21 de julio, Warsi afirmó que Twitter que «el asesinato de civiles inocentes debe parar». «Pueden las personas dejar de justificar el asesinato de niños. Nunca puede haber justificación, sólo lamento», escribió. GARA

4,9 millones

El Estado español, que el lunes ha paralizado en agosto la exportación de armas a Israel, vendió el año pasado a ese país material militar por valor de casi 4,9 millones de euros, fundamentalmente en componentes de pistolas, vehículos todo terreno, espoletas de granadas, morteros y granadas iluminantes. Las exportaciones en 2013 se incrementaron en un 100% respecto a 2012.

CPI

El ministro palestino de Exteriores, Riad al Malki, afirmó ayer en la Corte Penal Internacional (CPI) que su Gobierno está decidido a perseguir los «crímenes de guerra» que, asegura, Israel ha cometido durante su enfrentamiento con el movimiento islámico Hamás en la franja de Gaza.

WikiLeaks irrumpe en la crisis

WikiLeaks reveló una decena de cables diplomáticos de EEUU relacionados con la política de Israel hacia Palestina y Hamas, fechados entre los 80 y 2009, y difundidos ayer por Russia Today.

«Las autoridades israelíes han confirmado a funcionarios de la Embajada en múltiples ocasiones que tienen intención de mantener la economía de Gaza funcionando al nivel más bajo posible y compatible con evitar una crisis humanitaria», dice un documento secreto de noviembre de 2008. El Consejo de Seguridad Nacional (NSC) de Israel trata de controlar la cantidad de dinero que entra en Gaza cada mes. Los interlocutores de las fuentes estadounidenses explicaron que el NSC no permitirá ninguna transferencia a gran escala de los activos de los bancos con sede en Ramallah a sus sucursales en Gaza. «El NSC se rige por el principio de que Gaza debe recibir dinero suficiente para cubrir las necesidades básicas de la población, pero no está interesado en devolver la economía de Gaza a un estado normal de comercio y negocios», añade el documento.

Otro texto se hace eco de los rumores que en 1988 sobre la responsabilidad de Israel en la creación de Hamas cuando su mayor enemigo era Yasser Arafat y la OLP: «Mucha gente de Cisjordania cree que Israel apoya activamente a Hamas en un esfuerzo por dividir a los palestinos y debilitar la Intifada. Señalan el hecho de que operativos de Hamas actúan con valentía, distribuyendo sus folletos». Además, se menciona que los líderes islamistas daban entrevistas a las publicaciones israelíes. «A pesar de que las fuerzas israelíes realmente hacen la vista gorda a las actividades de Hamas, creemos que no hay pruebas suficientes para concluir que Israel ofrece apoyo activo», dice el autor de este informe de 1988, Philip Wilcox, entonces consejero general de EEUU en Jerusalén.

Un tercer documento confidencial, de 2009, cita una carta oficial del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, donde confirma que siete de los nueves ataques contra instalaciones de la ONU en Gaza «fueron causados por las acciones militares de las Fuerzas de Defensa de Israel» y que estas «violaron la inviolabilidad e inmunidad de instalaciones de la ONU», ya que «no tomaron precauciones suficientes para cumplir con sus responsabilidades para proteger la propiedad de la ONU y su personal, así como de los civiles que se refugiaban allí», subraya. Asimismo señala que los expertos de la ONU, citados por Ban Ki-moon, reconocieron que el Gobierno israelí es responsable de las muertes, lesiones y daños físicos que ocurrieron en esos siete casos. El coste de la reparación de los daños se estimó en 11 millones de dólares. GARA