01 DéC. 2014 Sufrida victoria ante Estudiantes La suerte se alía en la peor versión de los de Sito Alonso El 64-63 final fue la única ventaja de los bilbainos tras el primer cuarto. Jaime Fernández tuvo un tiro de media distancia completamente solo para ganar, pero erró. Espesar el duelo fue clave para remontar. Arnaitz GORRITI BILBAO BASKET 64 ESTUDIANTES 63 «Es verdad que Dejan Todorovic y Colom se han equivocado en el cambio de la última defensa y que Jaime Fernández ha tirado solo. Pero lo cierto es que estoy más feliz, porque hemos sabido reponernos ante la adversidad». Sito Alonso reconocía que la fortuna tuvo que ver en el triunfio de los hombres de negro ante Estudiantes. Jaime Fernández, uno de los destacados del duelo, tuvo un tiro ganador que ejecutó totalmente solo. Pero al joven combo guard le tembló el pulso, su lanzamiento golpeó el aro y Raül López agarraba el rebote para sellar el triunfo de Bilbao Basket después de jugar su peor partido de la campaña. De hecho, el 64-63 fue la única ventaja de los vizcainos tras el 19-17 del final del primer cuarto. Más aún, un «tres más uno» de Javi Salgado a poco menos de tres minutos puso el 58-63 y más de uno lo vio perdido. Solo un sufrido parcial de 6-0, rematado por dos tiros libres de Raül López y el citado fallo de Fernández, permitía que los de Sito Alonso se impusieran y establecieran un balance de 7-2. Incomodidad y recursos Más que nunca, las ausencias de Dairis Bertans y Alex Mumbrú se hicieron notar. Es más, se les echó de menos. Tras el 10-2 del arranque del partido, Txus Vidorreta llamaba a capítulo a los suyos y provocaba que, de la mano de Nacho Martín, Estudiantes se agarrara al partido. El primer cuarto terminaría con 19-17 para los locales, pero también ahí empezaría su calvario. Con Marko Todorovic frenado por las faltas y un Estudiantes más resuelto que su rival, el partido daría un vuelco. El 35-40 del descanso fue un resultado bastante corto, vistos los méritos de los del Ramiro. A pesar de las buenas sensaciones ofrecidas por Dejan Todorovic o Colom -que recuperó en parte su acierto-, el choque se jugaba al son de Jaime Fernández, llegando a irse Estudiantes por 10 puntos de renta. Los bilbainos, pese a probar con quintetos pequeños o hasta grandes, con Wragge de alero puro, jamás se vieron cómodos. Salgado marcaba el ritmo y entre Van Lacke -que volaba de madrugada desde Madrid- y Nacho Martín, los de Vidorreta dominaban. Sito Alonso echó mano de sus recursos. Espesó el partido, dio minutos a un Gabriel que obligó a Estudiantes a modificar su defensa, Marko Todorovic y Latavious Williams se desenvolvieron en el fangal y Raül López provocó una falta para que Diamond Simpson errara sus tiros libres. Bilbao Basket remontó los triples madrileños en el cuarto final. Tras los tiros libres de Raül López... la suerte los visitó para amarrar el partido. Triunfo en la «guerra de guerrillas» «Excesivamente feliz». Así decía estar Sito Alonso, ya que reconocía que la voltereta frente a Estudiantes llegaba tras luchar en una «guerra de guerrillas». «Somos excesivamente afortunados por sobreponernos a las dificultades. No hemos contrarrestado con la debida energía las bajas de Bertans y Mumbrú, pero esta victoria hace sentirte seguro en una situación complicada y de obligación de ganar; estos partidos son los más difíciles. En los momentos en los que jugábamos con diez puntos abajo, hemos remontado por jugar en guerrillas. Hay que valorar este trabajo, sobre todo de gente como Borg o Dejan Todorovic», explicaba el de Monzón. Sobre la última jugada, el preparador bilbaino razonaba el porqué de decidirse a defender y no hacer falta. «No estábamos finos en ataque y prefería asumir yo la responsabilidad, y no un jugador. Este defecto, o virtud, es cosa mía», declaró. «Siempre faltaba algo y nunca estaba cómodo con los quintetos en pista. Por eso hemos jugado con tres pequeños o con Wragge de tres. Lo mejor es que hemos sabido reaccionar tras el tres más uno de Salgado», remachaba Alonso. A. G.