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Los rojillos ganan donde no lo había hecho nadie esta temporada

Segunda victoria con sufrimiento

Toda la estadística estaba en su contra -el peor visitante contra el mejor local-, pero los de Urban, que no lo hicieron bien en la primera hora, se sobrepusieron después y sacaron lo mejor de sí mismos para firmar el revolcón en media hora y mantenerlo con uno menos.


LAS PALMAS 1

OSASUNA 2

Hubo que esperar al último partido del año para que llegase la primera victoria de la temporada a domicilio en un feudo muy complicado -Las Palmas no había perdido todavía en su campo-, ante el líder y jugando el último cuarto de hora en inferioridad, circunstancias todas ellas que agradan el mérito del triunfo para los de Jan Urban, quienes fueron claramente de menos a más. Incluso jugando con uno menos, fue Osasuna quien dispuso de las mejores ocasiones para finiquitar el choque de su lado.

Fue un encuentro de dos caras, la primera demasiado vista esta campaña, con una escuadra navarra previsible, lenta, en esta oportunidad dejándose llevar por la iniciativa del rival, y otra diametralmente opuesta, de carácter, lucha, ganas de agradar, buenas triangulaciones y escogiendo las mejores opciones de pase. Lo mismo ocurrió a nivel particular. Jugadores como Merino o Santamaría, que fueron desgraciados actores principales en el gol olímpico local, consiguieron reponerse en esta ocasión y ser luego de los mejores sobre el césped. Otros, en cambio, siguieron en su línea para mal -Cadamuro o De las Cuevas-, pero los hubo también para bien, como el incansable Sisinio, en un momento físico envidiable pese a sus rodillas.

Fueron las individualidades quienes reflotaron a un Osasuna que iba camino de su enésima derrota foránea. La punta de velocidad de Cedrick y el acierto anotador de Nino -no marcaba desde hacía dos meses- fueron el revulsivo necesario para que los navarros se centrasen sobre el verde y explotasen sus mejores cualidades, cosa que hasta ese momento no habían puesto en práctica.

De suspenso a notable alto

Antes de que llegase el empate a uno, casi todos ellos estaban ganándose un suspenso sin paliativos que, en media hora, consiguieron reconvertirlo muchos a notable alto. Cuestión anímica, el gol de Nino espoleó a los rojillos y dejó bastante tocados a los anfitriones, quienes quedaron noqueados cuando en otra jugada de estrategia, Merino puso por delante a los de Urban.

Osasuna había hecho lo más difícil y, a partir de ahí, todo se transformó en un envite de alternativas en una y otra parte. Buena parte de los tres puntos hay que adjudicárselos a la parada doble en el 75 de un Santamaría pitado constantemente, aunque el conjunto navarro bien pudo sentenciar cuatro minutos antes.

Para darle un toque épico a la victoria, los rojillos volvieron a quedarse nuevamente con uno menos, esta vez el cuarto de hora final. Paradójicamente, fueron quienes gozaron de los mejores lances para cerrar el partido en las botas de Sisinio.

Urban: «En la segunda parte hemos estado más encima»

El técnico rojillo, Jan Urban también vio dos fases bien diferentes en el juego de los suyos. «En la primera parte Las Palmas ha estado muy bien con el balón creando ocasiones claras, mientras nosotros hemos mandando un balón al larguero de falta. En la segunda, hemos estado mucho más encima, teníamos que cambiar porque jugando igual podíamos perder el partido», analizó el preparador polaco.

En ese sentido, el equipo navarro buscó el balón «mucho más arriba», destacó que sus jugadores habían estado «bien en defensa» y que se fajaron «buscando el gol del empate, que ha llegado en una buena acción». Después tocó nadar y guardar la ropa, sobre todo a partir de encontrarse en inferioridad. «Al final, con uno menos, era normal jugar a la contra. Ganar el primer partido fuera de casa en el campo del líder nos tiene que dar mucha confianza», resaltó.

Y el hecho de que, por primera vez en lo que se lleva de campaña, Osasuna haya conseguido encadenar dos triunfos consecutivos, condición indispensable para que el equipo pueda respirar y se sitúe en posiciones más templadas. «Es un respiro después de estar buscándolo durante mucho tiempo, veníamos a buscar un resultado positivo aún sabiendo que era la casa del líder», explicó.

«Nos ha tocado sufrir, pero ha merecido la pena. Algunos momentos parecía el partido del Valladolid, pues Las Palmas nos ha metido en nuestro campo por su calidad, pero a la contra bien pudimos solucionar el encuentro con ocasiones muy claras», dijo. N.M.