Medhin iguala a Mamo Wolde

El eritreo Teklemarian Medhin ganó ayer la 60ª edición del Cross Internacional de Donostia por delante del ugandés Timothy Toroitich, que ocupó la segunda posición, y del keniata Elvis Cheboi, que fue tercero. Un podio íntegramente africano y previsible con representación de las naciones dominadoras del fondo mundial y de otras emergentes, que dadas las circunstancias era el único posible.

Solo una pájara, una lesión o algo peor hubiera evitado que los tres únicos africanos de élite que tomaron una concurrida salida se encaramaran al cajón y aunque el vasco Iván Fernández lo intentó, terminó por imponerse la realidad del atletismo.

El cielo se despejó para la carrera masculina -desarrollada bajo el sol, con 11º de temperaturas y el suelo embarrado- aunque la lluvia sí se dejó ver en otros momentos de la mañana. Iván Fernández salió lanzado y se escapó casi desde la salida para mantenerse líder en solitario durante casi los primeros cuatro kilómetros, mientras por detrás el trío africano de verde fosforito corría junto a Javi Guerra.

Atrapado el alavés, después le descolgaron para enviarle a la quinta posición, la misma que en 2014. Desde el kilómetro 6, el triunfo fue cosa de un Toroitich superrodado, que buscaba su quinto triunfo de la temporada una semana después de ganar en Zornotza, y de un fresco Medhin, que disputaba su primer cross del año -proseguirá su periplo en Itálica y Elgoibar- y terminó sentenciando en la última vuelta para disfrutar del último kilómetro en solitario.

Medhin, un estudiante nacido en Hazega que en primavera cumplirá 26 años, volverá en marzo al Mundial de cross con la intención de colgarse su tercera medalla. Tiene plata en 2010 y bronce en 2013. Con menos competencia ayer logró su tercera victoria en Donostia (2009, 2013 y 1014), igualando al legendario etíope Mamo Wolde (1963, 1964 y 1967) y superando por un triunfo a su compatriota Zersenay Tadesse (2003 y 2006) el otro eritreo del palmarés. «Sí me invitan volveré», anunció.

«Me parece que este me quita el récord», señaló a pie de podio Carmen Valero -la más laureada de la prueba con cuatro triunfos consecutivos entre 1974 y 1977- que por este motivo fue homenajeada. Agradecida «porque siempre me trataron muy bien» recordaba un hipódromo hasta la bandera «con la gente por todos los sitios: en las tribunas, el pasillo de los setos, la montaña de enfrente superllena. Pero estamos en otro momento y esto también se nota».

La turolense, afincada en Catalunya, cumplirá unos estupendos 60 años en octubre. Vicepresidenta de un club en Sabadell con 14 secciones deportivas, la que fuera doble campeona mundial ha vivido el deporte en distintas vertientes.

«Entonces había cuatro cosas para hacer y una era el deporte. Antes no había videoconsolas, ni tanta facilidad para las cosas. Ahora la gente elige más, puede quedarse en el sillón, ir al teatro, está más diversificado», dijo. El otro homenaje fue para el montañero Fernando Osa, el Vasco de Camping le reservó el dorsal 1 de su nueva carrera.