«En Euskadi hay una mayor prudencia hacia el emprendimiento»
Licenciada en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid, María José Landaburu (Madrid, 1967) es actualmente la secretaria general de la Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores a nivel estatal (UATAE), y se dedica a la actividad asociativa y sindical.
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Los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicados hace pocas semanas reflejaban que la CAV fue la comunidad autónoma del Estado que mayor pérdida de autónomos tuvo el pasado año al perder 16.400 trabajadores por cuenta ajena. El sector Servicios fue la actividad con mayor caída (7.500). En todos estos datos los gobiernos deberían tomar responsabilidades, como opina en esta entrevista, entre otras cuestiones, María José Landaburu.
Según la EPA, la CAV perdió 16.400 trabajadores por cuenta propia en 2014. ¿Qué valoración hace usted del año pasado?
Es cierto que la EPA arroja unos datos muy negativos para Euskadi en relación a los trabajadores por cuenta propia en 2014, con caídas muy relevantes en todos los sectores productivos: 2.200 autónomos menos en Agricultura y Pesca, 3.200 en Industria, 3.400 en Construcción y 7.500 en Servicios. Independientemente de que se trata de una encuesta muy fiable a nivel de España, y menos según bajamos el ámbito territorial y de que algunos trabajadores por cuenta propia no tienen conciencia de ser autónomo al trabajar para otra empresa, lo cierto es que lo que es indiscutible es que los datos marcan una tendencia negativa y diferenciada del conjunto de España.
¿A qué cree que se debe este descenso cuando un año antes, en 2013, finalizó con un aumento de 3.500 autónomos?
Es difícil tener una conclusión única. En principio puede parecer que no se justifica, que siendo 2013 un año con peores datos económicos que 2014, en relación al trabajo por cuenta propia ocurra lo contrario. No obstante, hay que tener en cuenta que en los peores años de la crisis, cuando las posibilidades de encontrar un trabajo asalariado se aproximaban a cero, muchos trabajadores sin empleo se «animaban» a buscar una solución personal propia.
Algunas de esas actividades se han consolidado y evidentemente otras no y son bajas. Además, en la medida que existan mayores oportunidades de empleo asalariado, el efecto `ánimo' para emprender es menor.
¿Por qué parece que la tendencia en la CAV es inversa al resto del Estado en cuanto a cifras de autónomos se refiere?
En Euskadi tienen más peso que en la media española sectores que, como la Industria, se han visto muy afectados por la crisis y tienen menos peso sectores como los servicios vinculados al Turismo, que están siendo los más dinámicos. También puede haber factores vinculados a elementos `culturales' y yo, personalmente, creo que en Euskadi hay una mayor prudencia hacia el emprendimiento.
Pienso que el emprendimiento debe ser una decisión responsable. Por mucho que desde las administraciones se impulse la idea de crear tu propio empleo, si las condiciones no son favorables y no te ayudan de verdad, en unos sitios se lo piensan más que en otros.
El sector Servicios ha sido la actividad con mayor caída, con 7.500 trabajadores por cuenta propia menos, seguido de la Construcción, la Industria y la Agricultura. ¿Qué razones cree que hay detrás?
Eso es lo que apunta la EPA. Es lógico que en una situación de tendencia generalizada de caída del trabajo por cuenta propia la caída sea mayor en el sector mayoritario. Aunque el peso de Servicios sobre el conjunto de la economía de Euskadi sea menor que en España, no deja de representar en clave de trabajo autónomo el 70% del total.
Sin embargo, el informe de la afiliación de autónomos a la Seguridad Social muestra que la CAV había tenido un incremento de autónomos, con 1.051 personas más, al cierre de 2014. ¿Cómo se explica este dato? ¿No parece contradictorio con respecto a los datos de la EPA?
Sí, parece contradictorio, y siempre se presentan diferencias. La EPA es una encuesta, una buena encuesta realizada y homologada con los criterios europeos y reconocida como el mejor indicador de la evolución del empleo. Sin embargo, hay personas que siendo autónomos consideran y responden que son asalariados porque trabajan para otro; y un ejemplo muy claro son los «trades» (se les llama a los trabajadores autónomos económicamente dependientes).
Por otra parte, los datos de afiliación a la Seguridad Social pueden sumar a una misma persona que es asalariada pero también se da de alta como autónomo para realizar también actividad por cuenta propia, por ejemplo. En cualquier caso, este fenómeno diferenciador de la situación en Euskadi con la evolución en el conjunto de España también se reconoce en los datos de afiliación aportados por el Ministerio, ya que mientras el trabajo por cuenta propia ha aumentado un 2,5% en España, en Euskadi el incremento ha sido del 0,6%, cuatro veces menos.
En enero hablaba sobre la alternativa que suponía el trabajo por cuenta propia ante las dificultades para encontrar un empleo en condiciones adecuadas. Desde diversas instituciones constantemente se nos está diciendo que la economía está revirtiendo la situación. En este sentido, ¿cree que puede existir temor a la hora de crear un negocio por cuenta propia?
Claro. Y además es lógico si analizamos el contexto económico en el que hemos vivido estos últimos seis años, con una crisis muy profunda, con caídas permanentes de la financiación y sin demanda, consecuencia del ajuste permanente y la pérdida de rentas de la mayoría de la población. En ese contexto, puede haber oportunidades para unos pocos pero claramente no las hay para la mayoría. Si además sumamos que para emprender, las personas sencillas en muchos casos tienen que exponer lo poco que tienen, el círculo se cierra y el temor aparece.
En más de una ocasión ha comentado las responsabilidades que deben tomar los gobiernos con los autónomos. ¿Qué medidas cree que deberían de adoptar exactamente?
Considero que un gobierno puede ser imprudente si anima a la gente a emprender pero no ayuda de verdad en un contexto de mucha dificultad. Para emprender lo primero que hay que tener es un proyecto, una idea, y, partir de ahí, hay que trabajar para que sea viable. Los emprendedores no queremos nada especial, queremos tener demanda para nuestra actividad y financiación sin perderlo todo.
Las administraciones pueden aportar mucho sobre estas cuestiones. Si además nos aportan conocimiento sobre cómo desarrollar nuestra idea y nos ayudan a constituir nuestra actividad, a formarnos, a conocer los mercados, a administrar bien, nos asesoran y nos acompañan, mucho mejor. Porque nuestra idea, además de ser una solución personal, puede consolidarse y generar mucho trabajo asalariado.
También se ha referido a la falta de financiación para los autónomos por parte de la banca. ¿Cuál es la postura de las entidades financieras ante los trabajadores por cuenta ajena?
En todo esto de la financiación hay algo que no cuadra, ya que mientras desde las presidencias de los bancos y desde los gobiernos se anuncian planes, un día sí y otro también, para aumentar la financiación a autónomos y empresas, los datos reales de crédito facilitados mes a mes por el Banco de España indican que cada vez hay menos financiación a disposición de la actividad económica real. Si el crédito cada vez es menor para autónomos y pymes, las posibilidades de recuperación de nuestra economía para crear empleo son más limitadas.
El Gobierno español debería reflexionar sobre esta situación que afecta de manera especial a los autónomos y microempresas, que en general no pueden acudir a sistemas de financiación alternativos a las entidades financieras. La realidad es que esta política, aunque no lo reconocen, es intencionada y tiene mucho que ver con la apuesta por disminuir el endeudamiento de todos, incluidas las personas y las empresas. Han apos- tado por reducir el endeudamiento drásticamente por la vía de disminuir el crédito, aunque lo presenten como un fenómeno que parece caer del cielo. A ello hay que sumar la situación de la banca en España, que ha necesitado muchos recursos para capitalizarse.
En la CAV, ¿cuáles son las quejas o demandas más comunes de los autónomos que se dirigen a la UATAE?
Cuando tienes una situación precaria, todo es un problema. En general las quejas son el reflejo de la falta de demanda y de financiación. Cuando no facturas y nadie te ayuda cualquier pago, cuotas a la Seguridad Social, impuestos, en especial el IVA, son quejas. Pero por encima de todo, las principales quejas tienen que ver con la desprotección cuando fracasas o cuando te jubilas, donde las diferencias con el Régimen General son muy importantes. La prestación por cese de actividad no funciona y la pensión media por jubilación de los autónomos es un 40% inferior a la del Régimen General. Son cosas que hay que mejorar, junto con la necesidad de establecer una ley homologable con las economías de nuestro entorno de segunda oportunidad, esto es fundamental. Puedes fracasar en un proyecto, pero eso no puede suponer que ese fracaso sea para toda tu vida y la condicione permanentemente hasta con la pérdida del techo que te protege.
Usted ha mencionado los problemas de los autónomos al jubilarse.
El problema fundamental es una pensión muy reducida, como dije antes, un 40% inferior a la del Régimen General. En muchos casos, el autónomo además se jubila más tarde ya que la pérdida de ingresos es sustancial. En 2014 se han jubilado un 40% menos autónomos que en 2013, año que tuvo un incremento de jubilaciones importante ante las incertidumbres generadas por el Gobierno de España debido a los recortes en materia de pensiones. Somos conscientes, y no hacemos demagogia con ello, que esta menor pensión es consecuencia de una menor cotización, ya que la inmensa mayoría de los autónomos cotizan por la base mínima.
Nosotros pensamos, y llevamos tiempo reclamando, una apuesta por cotizar por los ingresos reales, que permita cotizar menos a los autónomos que ingresan poco y más a los que más ingresan, estableciendo las medidas solidarias necesarias que un sistema de reparto como el español tiene para que las pensiones sean dignas.
«El emprendimiento debe ser una decisión responsable porque, por mucho que las administraciones impulsen la idea de crear tu propio empleo, puede ser que las condiciones no sean favorables»
«En los peores años de la crisis muchos se `animaban' a buscar una solución propia, pero si existen mayores oportunidades de empleo asalariado, el efecto `ánimo' para emprender es menor»
«Un gobierno puede ser imprudente si anima a la gente a emprender, pero no ayuda de verdad en un contexto de mucha dificultad, como asesorando, administrando, formando y acompañando»