La mirada del fotógrafo Thomas Struth llega al Guggenheim
El museo presenta este martes la exposición ‘Thomas Struth’, un recorrido por el trabajo a lo largo de cinco décadas de uno de los fotógrafos europeos más influyentes de la posguerra, cuya evolución artística se ha visto marcada por las preocupaciones sociales.
Las imágenes de Thomas Struth (Geldern, Alemania, 1954) tienen un carácter distintivo por las preguntas que plantean en torno a temas como el espacio público, los lazos familiares, la naturaleza y la cultura, o los límites de las nuevas tecnologías. Así, Struth aborda cuestiones fundamentales como la inestabilidad de las estructuras sociales o la fragilidad de la existencia humana a través de imágenes con una elegancia formal que suscitan la participación y empatía del público hacia estos temas.
El artista logra transformar al público de observador en aliado para indagar en los mismos valores sociales, éticos y humanos. «Thomas Struth ofrece un completo recorrido a través de más de cuatro décadas de trabajo de este pionero fotógrafo alemán, poniendo de relieve las preocupaciones sociales que han propiciado la evolución de su influyente arte a lo largo de las diferentes fases de su carrera», informa la pinacoteca bilbaina.
Esta presentación relaciona las ideas iniciales de Struth —reflejadas en el material de archivo que el artista ha reunido a lo largo de los años— con grupos de obras bien definidos, desde el primero, ‘Lugares inconscientes’, hasta conjuntos como ‘Retratos de familia’, ‘Fotografías de museos’, ‘Público’, ‘Nuevas imágenes del Paraíso’ y ‘Este lugar’. A su vez, estos trabajos dialogan con otras creaciones, como ‘Proyecto Berlín’, un vídeo concebido en 1997 en colaboración con el videoartista Klaus vom Bruch, o las fotografías de paisajes y de flores que Struth creó para las habitaciones del Hospital Lindberg, posteriormente recopiladas en la monografía ‘Dandelion Room’ (La habitación del diente de león).
Retratos de familia
A comienzos de los años ochenta, Thomas Struth trabajó con el sicoanalista de Düsseldorf Ingo Hartmann, que utilizaba fotografías de familia de sus pacientes como parte de su terapia. En un proyecto conjunto, Struth y Hartmann seleccionaron alrededor de 60 de estas imágenes y Struth las reprodujo ampliadas formando un conjunto uniforme de imágenes en blanco y negro. Este proyecto de investigación visual constituiría, más adelante, la base de la serie de retratos de familia que surgió a mediados de la década de 1980 como manera de agradecer su hospitalidad a algunas personas con las que Struth se alojó durante sus estancias en Edimburgo y Yamaguchi.
Tal y como explica el museo Guggenheim, sus retratos no son instantáneas, «sino el resultado de sesiones formales durante las cuales las personas que posan se familiarizan con la cámara». Así, las imágenes dan pie a diferentes interpretaciones, y muestran tanto el contexto social de la familia como el parecido existente entre sus miembros. «El fotógrafo logra captar a cada una de las personas no solo en su individualidad, sino también como parte de una estructura familiar», detalla la nota.
La exposición que se inaugura este martes está organizada por la Haus der Kunst (Múnich) en colaboración con el Guggenheim, y está comisariada por Thomas Weski y Lucía Agirre. Podrá visitarse hasta el próximo 19 de enero.