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‘Gambito de dama’, un mundo complejo de 64 cuadrados convertido en fenómeno global

El apabullante éxito de la miniserie de Netflix ‘Gambito de dama’ ha propiciado la reedición del original literario de Walter Tevis por parte de Alfaguara. Narra el fascinante y complejo universo de una ajedrecista en un entorno de tableros gobernado por hombres.


Desde su primera publicación en 1983, ‘Gambito de dama’ se convirtió en un libro de culto para ajedrecistas en particular y amantes de la gran novela norteamericana en general. No obstante, la novela salió de este territorio exclusivo a raíz del reciente estreno de la serie producida por Netflix, la cual se ha revelado como la miniserie más vista de la plataforma de streaming.

Antes de que esta poducción se convirtiera en un fenómeno global, el escritor Walter Tevis se basó en su propia infancia y en sus adicciones para dar vida a la protagonista de este clásico norteamericano que la editorial Alfaguara recupera ahora y que publicará el próximo 21 de enero.

Huérfana, solitaria, politoxicómana, competitiva, frágil, genial... el personaje de Beth Harmon se descubre como una especie de Mozart del ajedrez cuya inteligencia le brinda tantos éxitos como problemas y que ha cautivado a multitud de lectores y espectadores. A ello se suma que el gran éxito de la miniserie ha provocado un singular fenómeno, el aumento más que significativo de tableros de ajedrez.

Jaque al tópico

Hasta hace algo más de un mes, el ‘gambito de dama’ era únicamente una de las aperturas de juego más antiguas del ajedrez. Pero desde el estreno de esta ficción, el imaginario colectivo piensa, al escuchar estas palabras, en la miniserie de siete capítulos de Netflix que narra la fascinante historia de Beth Harmon, inspirada en la imaginada por el escritor Walter Tevis.

Desde su emisión, las búsquedas referidas al ajedrez se han duplicado en Google y la plataforma de ajedrez online Chess.com ha visto incrementadas por cinco sus suscripciones. Además, y según ha informado Netflix, es la miniserie más vista de su historia, ocupa el número uno en 63 países.

La ficción dirigida y producida por Scott Frank se ha convertido en un fenómeno, posicionando el ajedrez como uno de los temas de moda del momento, y desempolvando nombres como el de Bobby Fischer, maestro de ajedrez en los años setenta cuya historia recuerda, en algunos matices, a la de la protagonista de la serie.

En relación a su trama, ‘Gambito de Dama’ narra la historia de Beth Harmon (Anya Taylor-Joy), una niña huérfana que comienza a jugar al ajedrez en el sótano de su orfanato con el señor Shaibel (Bill Camp), el conserje de la institución. Shaibel acaba siendo su tutor, además de descubrir su prodigioso talento, y Harmon crecerá desde entonces como una eminencia en el universo del ajedrez hasta coronarse como campeona del mundo.

La ajedrecista compite así en un ambiente eminentemente masculino y con jugadores que la doblan en edad, pero que no la intimidan, uno de los aspectos que más ha llamado la atención de la audiencia, que busca y debate en redes posibles teorías sobre la creación de este personaje de ficción.

Un personaje que, según Tevis, no se inspira en una única persona, sino en varios jugadores como Robert Fischer, Boris Spassky y Antoly Karpov, aunque según confesó a ‘The New York Times’ al publicar el libro, se inspiraba sobre todo en sí mismo, al contar con una dilatada experiencia jugando al ajedrez profesional y también con el abuso de sustancias. Según el escritor, «nací en San Francisco y cuando era pequeño me diagnosticaron una enfermedad reumática del corazón para la que me dieron unas drogas muy fuertes. De ahí tomé la drogodependencia de Beth, escribir sobre ella ha sido una especie de purgatorio».

Un punto común a Harmon, que desde su estancia en el orfanato crea una dependencia por los tranquilizantes, suministrados a los huérfanos como ‘vitaminas’ y bajo cuyos efectos la protagonista visualiza en el techo los movimientos idóneos para sus partidas, sin dejar margen a fallar o a quedar en tablas con su contrincante, ya que, tal y como la definen en la serie, «si algo le gusta a Beth Harmon, es ganar».

Anya Taylor-Joy: «Harmon encuentra seguridad en las reglas»

En la novela, la protagonista reflexiona sobre el ajedrez en estos términos: «Es todo un mundo en solo 64 cuadrados. Me siento segura en él. Puedo controlarlo, puedo dominarlo y es predecible. Así que, si me hago daño, solo me tengo a mí misma para culparme».

Anya Taylor-Joy, la actriz que da vida a la protagonista, afirma en torno al atractivo del ajedrez y a su no menos complejo personaje que «en gran parte, la seducción del ajedrez es que, si aprendes sus reglas, puedes entender cómo va a reaccionar alguien y tener movimientos para ello. Ella responde bien a tener reglas, a saber qué hacer, y encuentra seguridad en eso».

Harmon madura deprisa, vive un ascenso rápido e insólito debido a su edad en relación con la de sus adversarios, además de ser la única mujer en competir, aspectos irrelevantes para el personaje, que al convertirse en famosa «no entiende por qué la gente habla de su género en lugar de sus habilidades como jugadora».

Unas habilidades que la actriz tuvo que aprender a interpretar en pantalla, sirviéndose para ello de «maestros increíbles del ajedrez como Bruce Pandolfini, para dar forma a mi personaje. A ello se sumó un guion muy inteligente que permite a mi personaje, desde su primera entrada en escena, enganchar al espectador a través de un particular mundo interior con forma de tablero de ajedrez».