El australiano Groves es el más rápido en el caos de Salerno y Leknessund sigue de rosa
Los dos grandes favoritos a la victoria final, Evenepoel, en hasta dos ocasiones, y Roglic, a seis kilómetros de meta, han caído al suelo, pero han solventado la situación sin aparentes consecuencias.
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El joven australiano Kaden Groves se ha adjudicado la quinta jornada del Giro al ser el más rápido en el accidentado sprint disputado en las calles de Salerno. La lluvia y las caídas han sido lo más destacado de una desapacible jornada en la que han sido varios los cicilstas que han dado con sus huesos en el suelo, entre ellos los dos máximos favoritos a la victoria final.
Remco Evenepoel ha tenido hasta dos percances, el primero a los 20 kilómtros, después de que un perro se colara en el pelotón y la última ya dentro de los últimos tres kilómetros de la etapa, con lo que su accidente no ha tenido consecuencias. El que, con la ayuda de su equipo, ha solventado una situación crítica ha sido Primos Roglic, que se ha visto envuelto en una montonera, en este caso a seis kilómetros de la línea de meta. Aparentemente, ninguna de las dos caídas ha tenido consecuencias importantes, pero habrá que esperar a mañana para comprobarlo.
Jornada muy accidentada pues, pasada por agua, que no ha producido cambios en la general. Leknessund sigue soñando de rosa con 28 segundos sobre Evenepoel, sin lesiones importantes después de doblete de caídas, y 30 respecto al francés Aurelien Paret Peintre (Ag2r). Roglic, sin heridas complicadas, es quinto a 1.12 minutos.
La de hoy ha sido una etapa con la lluvia de castigo, día de chubasquero ocultando el colorido de los maillots habituales. Nada más salir de Atripalda el grupo ha afrontado el Passo Serra, un puerto de tercera por donde ya marchaban en fuga el francés Champion (Cofidis) y los italianos Gandin (Corratec) y Zoccarato (Bardiani). Thibaut Pinot, maglia azul de la montaña, iba en principio en el proyecto, pero lo ha pensado mejor y se ha dejado cazar por el pelotón.
No solo la lluvia ha complicado la marcha de los corredores. A los 20 km ha llegado un susto mayúsculo protagonizado por el mismísimo Remco Evenepoel, quien se ha estrellado contra el asfalto por culpa de un perro descontrolado que se le ha cruzado en la carretera.
El arcoíris por el suelo, pero, por suerte sin consecuencias, pues se ha levantado, ha cambiado de bici y ha podido enlazar con un pelotón que ha esperado al campeón del Mundo.
Caótico final
La etapa pasada por agua ha cumplido un guión único: fuga sentenciada, mantenida «al baño maría» por el pelotón, diferencias cortas y reacción final del grupo para propiciar el esprint. Los aventureros han coronado el alto de Oliveto Citra (2,9 km al 8) con corona Zoccarato al frente del trío y un pelotón a 1.25 minutos. La bajada, por si fuese poco la lluvia, se ha hecho a oscuras por la niebla. Nada fue fácil en esta jornada.
A 22 de meta Champion se ha dado cuenta que no podría hacer honor a su apellido, y junto a Gandin ha sido absorbido por la marabunta. Zoccarato se ha rebelado unos kilómetros más, pero ha sacado la bandera blanca en la zona más llana del recorrido, junto a la costa del Mar Tirreno, a 6 kilómetros de la línea de meta, después de todo el día en la escapada.
No se han acabado ahí los sustos. Un día sin tregua, nada de momentos tranquilos. A 7 de meta otro ilustre al suelo, nada menos que Primoz Roglic, quien ha cambiado la bici con un compañero y ha podido enlazar con el grupo, que ha relajado el ritmo para esperarlo.
Con los equipos de los esprinters lanzados en busca de la inmensa recta de 5 km que desembocaba en la meta en el "lungo mare" de Salerno, de nuevo el arco iris se ha mezclado con el asfalto. Evenepoel ha mirado hacia atrás y de nuevo al suelo. Por fortuna, y mucha, el resultado ha sido de «chapa y pintura».
Groves ha sido el más feliz en meta, el ciclista aussie ha pescado su primera etapa en el Giro, que suma a las 3 que tiene en la Volta a Cataluña y 1 en la Vuelta lograda en el Cabo de Gata. Muchos, entre ellos Cavendish, que ha caído en los metros finales, han ido directos a la enfermería. Un día para olvidar.
Este jueves la sexta etapa se disputa con salida y meta en Nápoles, con un recorrido de 162 km. En el trayecto dos dificultades, el Valico Di Chiunzi (2a, 8,3 km al 6,2 por ciento) y el Picco Sant'Angelo (3a, 9 km al 4). Los últimos 30 km son llanos, una jornada propicia para las escapadas.