INFO

Y Baiona se rindió al Siva Tau de Samoa

Las selecciones de rugby de Irlanda y Samoa se vieron las caras en Baiona, en el marco de los encuentros previos. El Jean Dauger registró una gran entrada y un mejor ambiente para presenciar este duelo entre isleños.


Las semanas previas al arranque del Mundial de rugby, que se disputa del 8 de setiembre y el 28 de octubre en el Estado francés, están siendo un torbellino de partidos que el pasado sábado tocó de refilón Euskal Herria.

La selección que encabeza el ranking, Irlanda, visitó el Jean Dauger de Baiona para enfrentarse en partido de preparación a Samoa. Eso que se suele definir como ‘partido amistoso’, pero que en el rugby de amistosos suelen tener poco.

Con todo el billetaje vendido, como viene siendo costumbre, aficionados llegados de muchos kilómetros a la redonda –lo mismo se veían camisetas del Pau que de diferentes equipos de Gipuzkoa, a pesar de los atascos en la muga– disfrutaron en directo tanto el emocionante ‘Ireland’s Call’ como la danza tribal de los samoanos, de nombre Siva Tau. No faltaron los sones del ‘Allez, allez les ciel et blanc’ del Peña Baiona, himno de los locales.

En los últimos años el campo de los labortanos y todo su entorno están viviendo un espectacular proceso de remodelación para adaptarse al siglo XXI. Aún falta uno de los fondos, que se mantiene sobre sus temblorosos andamios y sus bancos corridos, y aspectos por mejorar, como poner todos los asientos con respaldo o una tribuna de prensa en condiciones, por citar dos cuestiones.

En la grada bastante camiseta verde y algunos gorros de duende con el nombre de la cervecera Guinnes, aunque también se vieron banderas samoanas. Diez minutos tardaron los del trébol en abrir el marcador, pero Samoa aguantó el tipo y tuteó a un rival que dio descanso a muchos titulares.

Los polinesios se fajaron y lucharon hasta el último minuto por la victoria, y el público, que tiende a simpatizar con el débil, reconoció el esfuerzo y terminó animándoles de forma casi unánime, aunque no fue suficiente (17-13).

Finalizado el encuentro, los irlandeses se retiraron raudos al vestuario, mientras que los samoanos daban la vuelta al césped, saludando y dando las gracias. No hay dudas de que fueron ellos los que se llevaron el triunfo en el corazón de los aficionados que abarrotaron el Jean Dauger.