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Pogacar y Vingegaard se miden en el Macizo Central, con protagonismo vasco antagónico

Pogacar y Vingegaard han medido sus fuerzas en el Macizo Central –incluso ha ganado el danés en el rush final–, en una etapa con protagonismo vasco antagónico. Lazkano y Landa han sido la cara positiva, mientras que Ion Izagirre ha tenido que retirarse y Pello Bilbao ha perdido mucho tiempo.

Vingegaard le ha dado un importante golpe psicológico a Pogacar, incluso imponiéndose en la línea de meta. (Thomas SAMSON | AFP PHOTO)

Tadej Pogacar (UAE) tiene un serio problema. El esloveno ha intentado aprovechar el paso por el Macizo Central para aumentar su margen en la clasificación general, pero se ha encontrado con un Jonas Vingegaard (Visma) totalmente reforzado.

No solo en lo físico, sino también en lo moral. El escandinavo incluso se ha permitido el lujo de ganarle al sprint al balcánico en la llegada de Le Lioran, después de enjugar la diferencia de hasta medio minuto que le ha metido Pogacar en el descenso del Puy Mary.

Ha sido faltando 600 metros para llegar a la cumbre de este puerto donde el esloveno ha dado un latigazo como colofón al enorme trabajo de UAE por cribar la carrera, dejando descolgado en primera instancia a Vingegaard y al resto de rivales.

Pero el ganador del Tour en sus dos últimas ediciones no se ha cebado con el ataque, ha seguido a su ritmo y ha recortado la distancia en el ascenso al Pertus, dándole un importante golpe psicológico a su máximo adversario e incluso superándole en el rush final de la meta.

Por su parte, tanto Remco Evenepoel (Soudal) como Primoz Roglic (Bora) –ha sufrido una caída a falta de un kilómetro de meta– han intentado minimizar daños. Ambos tampoco han podido contrarrestar el ataque de Pogacar, pero han conformado un grupo más numeroso en la bajada.

Sin embargo, han vuelto a ceder ante el enorme golpe de pedal de un Vingegaard que se ha puesto como objetivo alcanzar a Pogacar para demostrarle que está muy vivo en este Tour, pese a llegar con una menor preparación tras su caída en la Itzulia.

A su favor, que ahora llega el terreno donde mejor se desenvuelve –ascensiones duras y prolongadas–, unos Pirineos en los que los dos colosos volverán a retarse en una nueva batalla con vencedor incierto, pero en la que va a ganar el aficionado por el gran espectáculo que se avecina.

Jornada agridulce

Ha sido, además, una jornada de sabor agridulce para los corredores vascos. La cara negativa de la etapa la ha puesto el abandono de Ion Izagirre (Cofidis), quien ha atacado al principio, si bien luego se ha visto sin fuerzas para continuar en la carrera.

El ciclista de Ormaiztegi no ha logrado reponerse de los problemas físicos que llevaba arrastrando desde hace varios días, además de que ya venía maltrecho por la rotura de una costilla que sufrió en la Vuelta a Suiza.

Tampoco le ha ido nada bien a un Pello Bilbao (Bahrain) que no está rindiendo al mismo nivel que en la edición pasada. El vizcaino ya dio muestras de fatiga desde las primeras etapas, no pudiendo estar con los mejores y en la jornada de hoy ha cedido bastante tiempo, más de 38 minutos.

El lado amable de la presencia vasca la han protagonizado Oier Lazkano (Movistar) y Mikel Landa (Soudal). El primero ha estado muy activo en la escapada del día, incluso comandando la carrera en los primeros puertos.

El gasteiztarra ha mantenido un bonito duelo con sus compañeros de fuga, los dos EF Ben Healy y Richard Carapaz, pero nada ha podido hacer ante el empuje del UAE. Tendrá que intentarlo otro día más propicio, porque ha demostrado que se encuentra en buena forma.

También lo está Landa que, aunque no ha podido estar a la altura de Evenepoel para echarle una mano, sí que ha estado en el grupo perseguidor de los favoritos para hacerse con la victoria final y ocupar el podio.