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ONG denuncian la hambruna en el gueto de Gaza ante la inacción global

Más de 100 ONG advirtieron ayer de que una «hambruna masiva» se propaga en la Franja de Gaza y que sus propios colegas sufren por la grave carencia de suministros, mientras el mundo calla ante la catástrofe humanitaria que vive la población palestina.

Naeema, una madre palestina de 30 años, carga a su desnutrido hijo Yazan, de 2 años, en el campo de refugiados de Al-Sahti. (Omar AL_QATTA | AFP)

Más de un centenar de organizaciones internacionales y palestinas pidieron ayer un alto el fuego inmediato y permanente, y levantar todas las restricciones de acceso a la Franja de Gaza, pues su personal, al igual que la población gazatí, «están muriendo lentamente» debido al hambre, ante la indiferencia e inacción del mundo, que alimenta la impunidad del régimen sionista.

«Mientras el asedio del Gobierno israelí mata de hambre a la población de Gaza, los trabajadores humanitarios se están sumando a las colas para recibir alimentos, arriesgándose a ser tiroteados solo para poder alimentar a sus familias», apuntaron las ONG, cuando se cumplen dos meses desde que comenzara el reparto de ayuda a través de la polémica Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), respaldada por EEUU e Israel y gestionada por mercenarios.

«Con los suministros totalmente agotados, las organizaciones humanitarias están viendo cómo sus propios colegas y socios se consumen ante sus ojos», se lee en el comunicado conjunto firmado por 109 organizaciones, incluidas Amnistía Internacional, Caritas, Médicos Sin Fronteras, Save the Children y Oxfam.

Las ONG quieren dar la voz de alarma y pedir a los Gobiernos que actúen. Exigen la inmediata negociación de un alto el fuego que ponga fin al asedio, la apertura de los pasos fronterizos terrestres y el restablecimiento completo y el libre flujo de alimentos, agua potable, suministros médicos, artículos de refugio y combustible mediante los mecanismos de la ONU y no a través de la GHF.

La ONU denunció el martes que las fuerzas israelíes han matado a más de mil palestinos que buscaban alimentos en las rutas de ayuda y en los puntos de distribución en puntos de distribución de la GHF desde finales de mayo.

Tras sitiar Gaza al inicio de la guerra contra el movimiento islamista Hamas en octubre de 2023, Israel impuso un bloqueo total sobre el territorio a principios de marzo, que solo se alivió parcialmente a finales de mayo, lo que ha provocado una grave escasez.

El Ejército israelí niega estar bloqueando la entrada de ayuda y comida. Ayer el Gobierno israelí volvió a negar su responsabilidad y acusó a Hamas de causar una crisis humanitaria, en respuesta a las críticas de las ONG sobre la «expansión de la hambruna», a las que acusó de «servir a los intereses» del movimiento de resistencia. «En Gaza hoy no hay hambruna causada por Israel –declaró su portavoz, David Mencer–. Es una escasez causada por Hamas», añadió.

El Ministerio de Exteriores dijo que 4.500 camiones han entrado recientemente en Gaza con harina y alimentos para bebés y niños y que es culpa del «cuello de botella» que arrastra la ONU que otros 700 no hayan sido distribuidos.

Sin embargo, es Israel quien controla y mantiene cerrados a la entrada masiva de alimentos los pasos de acceso a Gaza, donde solo permite –de forma muy restrictiva– el reparto de comida en unos pocos complejos militarizados, alegando que Hamas se beneficiaba de la ayuda que llegaba en los convoyes de la ONU.

Las ONG aseguran que menos de una treintena de camiones de media por día distribuyen ayuda en la Franja, y que «a las afueras de Gaza, en almacenes –e incluso dentro de la propia Gaza–, toneladas de alimentos, agua potable, suministros médicos, artículos para refugios y combustible permanecen intactos, ya que las organizaciones humanitarias no pueden acceder a ellos ni distribuirlos».

Esto ha provocado «tasas récord de malnutrición aguda», especialmente en niños y personas mayores, y la propagación de enfermedades. «Los palestinos están atrapados en un ciclo de esperanza y dolor, esperando asistencia y treguas, solo para despertar a condiciones peores», señalaron. «Los mercados están vacíos, los residuos se acumulan y los adultos se desploman en las calles por el hambre y la deshidratación», denunciaron en el comunicado conjunto.

El martes, un hospital de Gaza informó que 21 niños habían muerto de desnutrición o hambre en 72 horas. Otros diez murieron en las 24 horas siguientes. Con estas últimas cifras, el total de personas muertas por malnutrición desde el inicio de los ataques asciende ya a 111, 80 de ellos niños. Solo en julio 46 gazatíes –16 menores– han muerto por inanición y malnutrición. Pero estos son los casos registrados en hospitales, por lo que la cifra real puede ser mucho más alta.

La Defensa Civil informó ayer de que los ataques israelíes mataron a al menos 17 personas. Entre ellas, la periodista Walaa al-Jaabari, embarazada, y junto a ella que murieron nueve miembros de su familia, incluidos su esposo, Amjad al-Shaer, y sus otros cuatro hijos. Israel mató también al fotoperiodista Tamer al-Zaanin, lo que eleva a al menos 231 el número de reporteros a los que el régimen sionista ha matado desde el inicio del genocidio palestino en Gaza.

El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, volvió a amenazar con que «las puertas del infierno se abrirán» en la Franja si no se logra un acuerdo para liberar a los cautivos que siguen en Gaza, como si el régimen sionista no lo hubiera hecho ya cuando ha matado a al menos 59.219 personas y a condenado a la hambruna a más de dos millones.