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«Hay que sembrar en los pueblos pequeños para que no mueran»

Con mucho en juego, las hermanas Zabala apostaron por poner en marcha un proyecto innovador en el lugar donde crecieron. Hoy, 25 años después, Keinu Optometría de Berriz es un centro pionero en terapia visual y una muestra de cómo el comercio local sigue teniendo espacio y dando vida a los pueblos.

Aitziber, Naia y Maitane, en la fiesta de celebración del 25 aniversario de Keinu. (GARA)

Hace 25 años, dos hermanas, Aitziber y Naia Zabala, decidieron luchar por un sueño, su sueño. Naia acababa de regresar de Madrid, donde había terminado sus estudios. Aitziber, por su parte, trabajaba en una empresa cuyos horarios, que incluían fines de semana, no terminaban de convencerla. Con apenas 23 y 24 años, estas dos jóvenes tenían claras dos cosas: la primera, que querían emprender su propio camino; y la segunda, que ese camino estaba en Berriz, su pueblo natal.

Bajo esa premisa, en el año 2000, nació Keinu Optometria Zentroa. En aquel momento, la optometría era aún una gran desconocida en el ámbito de la salud visual, lo que convertía su idea en una propuesta tan novedosa como arriesgada. Conscientes de lo que suponía emprender en un campo tan incipiente y sabiendo también que necesitaban sostener su negocio sobre una buena base económica, decidieron combinar sus servicios centrados en terapia visual con la atención óptica tradicional. Con el paso del tiempo y la confianza de sus pacientes, han logrado su objetivo: mantener ese equilibrio entre lo óptico y lo terapéutico, hasta convertirse en un centro pionero en Euskal Herria, especializado en terapia visual.

El crecimiento de Keinu ha sido tal que hace una década, debido a la excesiva carga de trabajo, decidieron incorporar a una tercera persona al equipo: Maitane, quien es hoy una pieza clave en el funcionamiento del centro. Con su ayuda, Keinu ha podido seguir evolucionando y atendiendo a un número cada vez mayor de personas, sin perder nunca su esencia cercana y personalizada.

TERAPIA VISUAL

Si has llegado hasta aquí, quizás te estés preguntando qué son exactamente la optometría y la terapia visual. Esta disciplina estudia la manera en que el cerebro interpreta la información que recibe a través de los ojos, y su posterior conexión con otras funciones sensoriales y motoras. Una vez analizada esta cuestión, llega la terapia visual. Partiendo de una evaluación completa, se diseñan tratamientos personalizados según las necesidades de cada persona, logrando estimular las áreas necesarias y mejorar la calidad de vida del paciente.

Aunque este tipo de proyecto tenía más opciones de triunfar en una capital, Aitziber y Naia no tuvieron dudas: su centro debía estar en Berriz. «Hay que sembrar en los pueblos pequeños para que no mueran», afirman con convicción. Además, explican que «la gente tiene que coger el coche para ir a Bilbao; una vez que lo haces, ya te da lo mismo venir a Berriz». Cuando se genera actividad económica en los pueblos y barrios se crea una especie de ecosistema circular que podría resumirse en una sola frase: el comercio local crea comercio local. Una visita a Keinu se traduce en un café en el bar de la plaza, una compra en la frutería km 0 o un paseo por el pueblo.

El pasado 25 de septiembre, Aitziber y Naia celebraron el 25º aniversario de su centro con una emotiva fiesta de agradecimiento a todas las personas que, a lo largo de estos años han creído en Keinu y lo han construido junto a ellas. ¿Quién sabe lo que pasará en otros 25 años? Lo que las hermanas tienen claro, es que se jubilarán haciendo el trabajo por el que un día apostaron, con la esperanza de que alguien, algún día, tome su relevo. En el fondo, lograrlo sería también una especie de victoria colectiva. Un acto de resistencia silenciosa que demuestra que el pequeño comercio sigue vivo y que no hay gran superficie ni algoritmo que pueda sustituir la cercanía humana.