Israel dice que vuelve al alto el fuego después de romperlo con impunidad
Israel anunció que volvía al alto el fuego que ha vulnerado desde su firma y que rompió el martes con bombardeos que mataron a más de un centenar de personas. La impunidad con que cambia o infringe el acuerdo abre la puerta a nuevas matanzas y aumenta el miedo entre la población palestina.
Israel anunció el cese de los bombardeos generalizados con los que rompió el alto el fuego el martes y en los que mató a más de un centenar de personas, casi la mitad de ellos niños. El Ejército israelí anunció que reanudaba la tregua, que ha demostrado manejar a su antojo sin asumir ningún compromiso.
De hecho, tras afirmar que volvía al alto el fuego, Israel mató a dos personas más en un ataque contra una vivienda en Beit Lahiya.
Tras una noche en la que volvieron a multiplicarse las masacres, los aliados de Israel reaccionaron como si nada hubiera pasado y respaldaron esta impunidad que ya le había permitido vulnerar a diario prácticamente todos los puntos del acuerdo de alto el fuego desde que entró en vigor.
Su principal valedor, el presidente de EEUU, Donald Trump, afirmó que «nada» pondría en peligro el acuerdo. «Mataron a un soldado israelí. Por eso los israelíes están tomando represalias. Y deben tomarlas», declaró.
El ministro israelí de Defensa, Israel Katz, justificó los ataques como una respuesta al «ataque contra soldados israelíes» y a la «flagrante violación del acuerdo que estipula la devolución» de los restos de los rehenes.
Según una fuente militar israelí, fuego enemigo mató a un soldado en Rafah, en un tiroteo del que Hamas se desvinculó. Además, Israel reprochó como una vulneración del acuerdo el error en la devolución de los restos de un soldado israelí, cuyo cuerpo ya había sido entregado en 2023.
Hamas negó haber atacado a las tropas israelíes y anunció el aplazamiento de la entrega, inicialmente prevista para el martes por la noche, del cuerpo de otro prisionero israelí.
El grupo palestino había anunciado la recuperación de los cuerpos de dos soldados, cuya devolución depende del mantenimiento de la tregua.
El 13 de octubre ya liberó a los 20 prisioneros que seguían vivos y después ha entregado 15 de los 28 cuerpos restantes. Subraya la complejidad de localizarlos en el territorio devastado, lo que ya se contemplaba en el acuerdo de alto el fuego. Israel aprovecha estos problemas para encontrarlos para reprochar a los palestinos un supuesto incumplimiento.
Al mismo tiempo, los cadáveres de palestinos que Israel ha devuelto no están identificados y buena parte están tan desfigurados por las torturas sufridas que han sido enterrados sin saber quiénes son, a la vez que sigue reteniendo a centenares más. También impide la entrada de equipos para rescatar los cerca de 10.000 cuerpos que siguen bajo los escombros.
Precisamente, el Ejército israelí secuestró los cuerpos de tres palestinos que mató el martes en Jenin, en Cisjordania, sumándolos a los que retiene en sus bases militares.
104 muertos, 46 niños
Los ataques israelíes, iniciados la noche del martes y que se prolongaron durante toda la madrugada, causaron la muerte de 104 personas, entre ellas 46 niños.
Fueron los bombardeos más mortíferos desde que el alto el fuego entró en vigor el 10 de octubre, casi tres semanas en las que los disparos o bombardeos han sido casi diarios desde entonces.
El Ejército los justifica por el traspaso por parte de los palestinos de la «línea amarilla», que marca el área más allá de la cual el Ejército israelí sigue desplegado y que supone aproximadamente la mitad del territorio.
Sin embargo, el Ejército ha llevado la línea más allá de lo marcado en el acuerdo y no está claro dónde empieza y dónde termina, mientras los palestinos intentan volver a lo que fueron sus hogares o localizar los cuerpos de los que quedaron entre los escombros
De esta forma, Israel ha violado el alto el fuego en más de 125 ocasiones.
Otra noche de pesadilla
«Los bombardeos no cesaron en toda la noche», declaró Khadija al-Hosni, una mujer de 31 años que vive en una tienda de campaña en Al-Shati, en el norte de la Franja sobre los ataques del martes. «Estamos agotados», afirmó Jalal Abbas, de 40 años, que vivía en una tienda de campaña en Deir el-Balah (centro).
A las tres de la mañana, cuenta a Efe, Salem recibió una llamada: «Me dijeron que habían bombardeado el edificio donde estaba mi hermano. Allí murieron al menos siete personas, la mayoría niños y mujeres. Un niño de siete años, una niña de cinco o seis, y otro de doce», relata.

«¿Pero por qué? Nadie entiende nada. Como pueden ver, hay mártires, hay niños. Sin motivo, sin justificación alguna», se pregunta Yahia a las afueras del hospital Al-Awda de Nuseirat, donde las madres lloran frente a los cuerpos de sus hijos.
«En plena noche, y después del acuerdo de tregua, la aviación bombardeó dos edificios. En el primero, de tres plantas, murieron dos familias enteras. Dos horas más tarde atacaron otro, de dos plantas, donde murieron tres familias. En total, más de veintiún mártires», contaba otro ciudadano palestino desde el cementerio próximo al hospital, mientras se enterraba a los fallecidos.
Al amanecer, los hospitales se llenaron de heridos y cuerpos cubiertos con sábanas blancas.
Entre los restos de un edificio del norte de Ciudad de Gaza se concentraban decenas de personas buscando a los desaparecidos, en torno a una excavadora que iba poco a poco abriendo camino entre los bloques de hormigón colapsados, mezclados con ropa y muebles de los apartamentos atacados.
Silencio internacional
Por su parte, el portavoz de Defensa Civil de la Franja de Gaza, Mahmoud Basal, denunció el silencio internacional frente a la ofensiva israelí llevada a cabo ante «la presencia de un mediador y garante del alto el fuego», en referencia a Estados Unidos.
Basal denunció «uno de los crímenes más atroces cometidos en medio del silencio internacional», que refleja «la continua política de genocidio de la ocupación sin ningún tipo de disuasión ni rendición de cuentas».
También Hamas acusó a Israel de socavar el acuerdo de alto el fuego e «imponer nuevas ecuaciones por la fuerza bajo una complicidad estadounidense que da al Gobierno fascista de Netanyahu una cobertura política para continuar sus crímenes».
Criticó que «la postura sesgada de EEUU a favor de la ocupación constituye una complicidad en el derramamiento de sangre de los niños y mujeres palestinos y una incitación directa a la continuación de la agresión».
La formación palestina reiteró que la resistencia «con todas sus facciones, que se ha mostrado comprometida con el acuerdo y que sigue comprometida de forma responsable con el mismo, no permitirá que el enemigo imponga nuevas realidades bajo fuego».
Limpieza étnica en Jerusalén
Israel ha emitido nuevas órdenes de demolición y ha paralizado la construcción de casi 30 viviendas en Jerusalén Este, Hamas denunció «un nuevo crimen sionista y una política fascista destinada a expulsar a la población palestina de Jerusalén». El lunes, las autoridades israelíes entregaron unas 15 notificaciones de demolición contra viviendas en la localidad de Isawiya, bajo el pretexto de haber sido construidas ilegalmente, un recurso habitual para la expulsión de sus residentes.
Asimismo, entregaron otras 15 notificaciones prohibiendo la construcción de estructuras en la comunidad beduina de Al-Saidi, en Al-Zaim, al este de la ciudad.
Como ha hecho durante décadas, pero de forma acelerada en los últimos meses, a la vez que expulsa a la población palestina, expande sus colonias. Según la ONG israelí Ir Amim, las demoliciones por parte de las autoridades israelíes en Jerusalén Este alcanzaron un récord en mayo, con 33 edificios demolidos. Solo en 2024 más de 180 familias palestinas fueron desplazadas.
Estos intentos de limpieza étnica se agudizan también durante la cosecha de aceitunas. Colonos israelíes arrancaron ayer más de 50 olivos en la aldea palestina de Beit Ummar e incendiaron varios olivares en Turmus Ayya. Los residentes no pudieron acercarse por la proximidad de la colonia judía de Shilo. «Hace dos meses talaron más de 1.500 árboles. Sufro ataques todos los días», lamentó Abdullah Awad, propietario de los olivos.
Este octubre ha sido el mes más violento en materia de ataques de colonos desde que la ONU comenzó a documentar estas agresiones en 2013, con más de 3.000 árboles vandalizados, una violencia institucionalizada, llevada a cabo con total impunidad para apropiarse de tierras palestinas.
Veto a la Cruz Roja en las cárceles israelíes
El ministro israelí de Defensa, Israel Katz, firmó una orden que prohíbe las visitas de representantes del Comité Internacional de la Cruz Roja a miles de presos palestinos porque «perjudican gravemente a la seguridad del Estado». Las visitas quedarán suspendidas para miles de presos cuyos nombres figuran en una lista confidencial.
Según el Servicio de Prisiones de Israel, desde el 7 de octubre de 2023, el número de prisioneros palestinos ha aumentado en más de 6.000. Aunque liberó a varios cientos en el alto el fuego, ha seguido arrestando palestinos. Antes del último canje, en las cárceles israelíes había unos 11.100 palestinos, según la organización de apoyo a presos Addameer. La tercera parte están encerrados sin juicio ni acusación alguna y 400 son menores de edad.
En los últimos meses, las condiciones de detención se han deteriorado con malos tratos, incomunicación y privación de alimentos y sueño. En una visita a una celda con varios presos maniatados y arrodillados, el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Givr, se jactó del maltrato y de haber reducido las condiciones de los presos «al mínimo», a la vez que pidió la pena de muerte.
Presión
EEUU y Qatar sostienen que el alto el fuego se mantiene, a pesar del saldo de víctimas. Hamas y la Yihad Islámica reclamaron a los garantes del acuerdo que presionen a Israel para que detenga sus masacres y cumpla con el acuerdo. «Es la ocupación la que obstruye la recuperación de los cuerpos», señalaron.
«Espantoso»
La ONU calificó el número de muertos de «espantoso». «Israel debe cumplir con sus obligaciones en el marco del derecho internacional y rendir cuentas por cualquier violación que se produzca», subrayó el Alto Comisionado para los Derechos Humanos, Volker Turk.
Otro periodista
El Gobierno palestino en Gaza elevó a 256 la cifra de periodistas que Israel ha matado desde el 7 de octubre de 2023 subió, después de que acabara con la vida de otro informador del diario «Falistin» en los ataques del martes. Otras fuentes elevan la cifra al menos a 278.
Ejecuciones
La Autoridad Palestina condenó la ejecución extrajudicial de tres milicianos de la Yihad Islámica por parte del Ejército israelí, que impidió a las ambulancias llegar al lugar y secuestró los cadáveres, en una operación llevada a cabo el martes cerca de Jenin, en Cisjordania.