Cerdán denuncia que «todo viene» de su rol en los pactos con soberanistas y se queja del PSOE
El exnúmero 3 del PSOE ha respondido pocas preguntas en el Senado al resguardarse a su derecho por estar imputado. Acusa al PP, UPN y Vox de «manipulación», niega toda responsabilidad en la trama y hace reclamos a sus compañeros del PSOE. Escándalo y receso al enzarzarse con un senador por Madrid.
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Ha podido no responder nada pero ha dicho más de lo esperado. El exdiputado y exsecretario de Organización del PSOE Santos Cerdán ha acudido este miércoles a la comisión de investigación del Senado y ha dicho que se acogía al derecho a no declarar por estar imputado, aunque finalmente, sea por la rabia por las preguntas que escuchaba o por la necesidad de aclarar ciertas cosas, ha dejado varias frases elocuentes.
Ante todo, ha insistido en que el origen del proceso judicial contra él es una especie de complot orquestado por la judicatura conservadora, la derecha política y los medios de comunicación afines. Pero es la primera vez que dice públicamente, o al menos sugiere, que «todo esto empezó» después de una reunión de miembros de la Guardia Civil y de Vox en una finca de propiedad del diputado Javier Ortega Smith. Luego ha añadido que «todo viene desde ahí».
También en ese marco, y ante las preguntas del portavoz de Junts, ha asegurado que «todo cambió» tras su foto de encuentro personal con Carles Puigdemont en Bruselas y hasta ha dicho que tuvo que volver a utilizar escolta desde aquellas semanas de mediados de 2023.
Cerdán fija el inicio de esta ofensiva en una reunión de miembros de la Guardia Civil y de Vox en una finca del diputado Javier Ortega Smith. Y como clave, su reunión con Puigdemont
Al retirarse del salón donde ha tenido lugar la comisión, NAIZ ha podido mantener una breve conversación con Cerdán, y al preguntarle por más precisiones sobre esa teoría, ha confirmado que ha hecho referencia a un encuentro «de abril de 2021». Ha añadido que se trata de algo «publicado en el libro ‘Vox S.A.’», obra de Miguel González, sobre una presunta reunión en la finca de Ortega Smith, un cigarral ubicado frente al Alcázar de Toledo.
El exdiputado por Nafarroa no ha ‘tirado de la manta’, como algunas fuentes socialistas temían, y tampoco ha dicho nada sobre Koldo García ni el exministro José Luis Ábalos, pero sí ha expresado su malestar, en forma sutil primero y directa después, contra parte de sus compañeros de militancia del PSOE.
En un momento en que la senadora de UPN, Mar Caballero, le ha comentado que sus compañeros «lo han dejado solo», Cerdán ha acotado, escueto: «Mejor solo que mal acompañado», algo que ha disparado el inmediato abucheo de los senadores del PP. Una hora más tarde, cuando hablaría el senador por representación del Parlamento de Gasteiz, Alfonso Gil, el compareciente le ha dicho mirándolo a los ojos: «Me alegra que vuelvan a decir lo de la presunción de inocencia, porque se lo habían olvidado muchos de ustedes en algunas declaraciones».
«No soy un corrupto»
Acompañado por su abogado, Cerdán ha llegado diez minutos antes al pleno de la comisión, la misma que citó al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a fines de octubre, y en la misma sala que ya había comparecido en 2024, por el mismo tema pero en una situación judicial menos compleja. Traía consigo un portátil, que ha mantenido abierto todo el rato y a veces utilizado, y también escribía, o daba la impresión garabateaba, cuando escuchaba preguntas que no deseaba responder.
Como con Sánchez, la primera en preguntar ha sido la senadora de UPN, quien ha logrado recibir más respuestas que cualquiera de los otros portavoces. Lo primero que le ha dicho Cerdán es que se iba a «acoger» a su derecho «a no declarar sobre hechos concretos» pero que sí tenía la voluntad de «hablar del contexto político». Acusa al Supremo de una actitud de «Inquisición» y señala que «se ha generado un titular diario sobre la empresa de Cerdán, el socio de Cerdán y las obras de Cerdán, con una absoluta vergüenza de ausencia de todo rigor».
En ese sentido, ha opinado que se «ha construido» un relato «a partir de conjeturas parciales» y con «especulaciones oscuras que nacen en audios que se van demostrando que son falsos». Y en esto ha insistido varias veces: que los peritos de la Guardia Civil han informado ante el juez Puente que algunos de los audios citados no se puede verificar que sean reales porque podrían haber sido modificados por Inteligencia Artificial.
Ha citado al exmagistrado emérito del Supremo, Martín Pallín, diciendo que se trata de un «golpe judicial al Estado de Derecho» y se ha quejado de que la comisión del Senado no le avisó «con los siete días pertinentes de adelanto».
«Me voy a defender, que lo tengan claro. Soy inocente y no soy ningún corrupto, tarde o temprano se va a saber», ha subrayado. De hecho ha augurado que cuando «la verdad se imponga, si eso ocurre», la senadora de UPN tendrá que pedirle perdón.
Cuando Caballero le pregunta por Servinabar, la empresa que en la investigación de la trama se le atribuye por ser copropietario, Cerdán ha sido contundente: «Afirmo rotundamente que no tengo nada que ver. No es mi empresa, por más que insista». También ha acusado a UPN de «manipular en los medios» de Nafarroa los informes de la UCO.
«¿Quién le paga su abogado? El PSOE?», ha preguntado Caballero, y él le ha respondido: «Mi abogado lo paga Santos Cerdán», en tercera persona. «Los navarros saben que votaron a un diputado que estuvo seis meses en la cárcel. Usted se enriquecía y se enriquecían otros en una trama, y le digo más, ha robado dos gobiernos trayendo a un partido con terroristas en las listas», ha replicado la dirigente de UPN.
Sobre el dinero de la campaña de las primarias que ganó Sánchez en 2017, ha aclarado que él «no» controlaba ese dinero. Y sobre la adjudicación de los túneles de Belate, ha enfatizado que fue «limpia y transparente». «Usted no está aquí por haber hecho pactos políticos. Sus contactos con Otegi los llevará en su consciencia, pero los navarros necesitamos explicaciones. Espero que la verdad se imponga», ha concluido Caballero.
El senador Angel Gordillo (Vox) ha estado en la misma tónica que con Sánchez hace mes y medio, denostando a Cerdán por sus acuerdos con los soberanistas, y cuando Cerdán ha mencionado la reunión en la finca de Ortega Smith, el senador ha estallado a gritos y le ha dicho que el que hacía las preguntas era él, en un rifirrafe en el que ha debido mediar el presidente de la comisión.
Gordillo ha citado aquellas primarias como el «momento fundacional de esta cleptocracia que han montado» y ha cuestionado su financiación. Cerdán ha respondido que «está acreditado que se financiaron con ‘crowdfunding’» y le ha acusado de no estar interesado en la verdad sino en «montar un relato».
El senador Eduard Pujol (Junts) ha comenzado recordando que Cerdán «conoce bien» a su formación y que las «tomatinas parlamentarias entre PP y PSOE» no le interesan. Recordando el ‘lawfare’ padecido por los independentistas, ha intentado cortejar a Cerdán para que le diga más cosas: «Nos conocimos lo suficiente como para que hoy me responda mínimamente».
Le ha citado lo mencionado sobre Vox y la Guardia Civil, ante lo que Cerdán no ha querido profundizar, para añadir que tiene «muchas intuiciones» pero no «pruebas» . «¿Ahora han ido a por ustedes las cloacas del Estado?», ha inquirido Pujol, a lo que el exhombre de confianza de Sánchez ha señalado, tras un silencio y alzando las cejas: «No lo sé».
Tras Bruselas, «me dijeron que tuviera cuidado con lo que me podía pasar. De hecho tuvo que volver a tener escolta en Madrid. Todo cambió después de esa foto»
«¿Si usted hubiera sido un diputado más, y no quien negoció con los independentistas, su caso hubiera explotado como lo ha hecho?», ha preguntado. Cerdán, tras otro silencio, ha respondido: «No tengo ninguna duda de que no». Poco después, ha agregado: «En aquel momento varias fuerzas políticas, más de una, me avisaron de que me cuidara. Hubo un antes y después de esa foto en Bruselas. Me dijeron que tuviera cuidado con lo que me podía pasar, de hecho tuve que volver a tener escolta en Madrid. Todo cambió después de esa foto».
El senador y dirigente del PSE Alfonso Gil no ha hecho preguntas y ha dicho que los socialistas están «cansados de ver cómo los comparecientes de esta comisión son señalados desde el Congreso». Ha pedido respetar la presunción de inocencia y ha opinado que Cerdán es «utilizado como un cuchillo en mantequilla» contra los «valores» del PSOE.
«Sinvergüenza» de Ana Beltrán y receso
El portavoz del PP ha sido el valenciano Gerardo Camps, quien ha preguntado, basándose en lo dicho por Ábalos, si él había llevado a Sánchez «en el Peugeot a un caserío para reunirse con Otegi». Cerdán no ha respondido aunque ha sonreído. Y luego ha ocurrido el momento de mayor tensión de la comparecencia, cuando pidió que el senador Serrano (por Madrid y de la confianza de Díaz Ayuso) explicara unos contratos del capitán Juan Vicente Bonilla por la Comunidad de Madrid. Sin acabar siquiera la pregunta han estallado los senadores y Serrano le ha gritado enfadado que el día que él estuviera procesado respondería pero que hoy el procesado era Cerdán. La gresca ha sido tal que el presidente de la comisión ha llamado a un receso de un minuto.
Cerdán ha ignorado la mayoría de las preguntas de Camps aunque se ha quejado de su tono: «Usted hace valoraciones sin dato alguno y manipula información. No tengo problemas de oído, no levante la voz, no me falte el respeto». Luego ha pedido amparo al presidente de la comisión porque una senadora le había gritado «sinvergüenza», aunque Ana Beltrán, la acusada, ha pedido la palabra para aclarar que lo que había dicho realmente había sido «qué vergüenza». Por lo bajo, un senador del ala izquierda ironizaba: «Sí, otro ‘me gusta la fruta’».
Tras casi tres horas de comparecencia, la comisión ha llegado a su fin y Cerdán se ha retirado junto a su abogado, sin saludar o despedirse a los senadores del PSOE.