JAN. 19 2025 SALUD Resucitar o cómo vivir más y mejor Partiendo de un hecho como que la inmortalidad es imposible, una de las grandes aspiraciones de los humanos es vivir muchos años y, a ser posible, de la mejor manera. Y, para envejecer en condiciones aceptables, la alimentación es uno de los factores a tener en cuenta, aunque no el único. (Getty) Xandra Romero El año 2025 viene fuerte en lo que a ciencia se refiere y es que parece que un equipo de investigadores de la Universidad de Yale ha logrado restaurar funciones vitales en cerdos hasta siete horas después de su muerte. Los ensayos ya han comenzado en humanos aunque, de momento, con objetivo de utilizarlo únicamente en trasplantes… ¿Estamos más cerca de la resurrección? Quién sabe... Sin embargo, lo que sí sabemos o, más bien, la ciencia ha demostrado, es cómo tenemos que comer para vivir más y mejor (con mejor salud). Y es que en las últimas décadas la esperanza de vida a nivel mundial ha aumentado significativamente, pero lo ha hecho acompañada de un marcado aumento también de las enfermedades crónicas y el envejecimiento de la población. Por ello, numerosos estudios han tratado a lo largo de estos años de averiguar cuáles son los factores dietéticos que influyen en las enfermedades crónicas y en la longevidad. De este modo, la comprensión biogerontológica del envejecimiento, es decir, el estudio de los procesos y mecanismos biológicos que subyacen al envejecimiento y a las enfermedades relacionadas con la edad, ha identificado la alimentación como uno de los pilares fundamentales de la salud y la supervivencia. Para empezar, parece que mantener un grado de adiposidad saludable a lo largo de la vida es fundamental. En segundo lugar, la calidad de grasas, proteínas y carbohidratos de la dieta son más importantes que la cantidad en relación a su ingesta. Tercero, algunos patrones dietéticos, como por ejemplo la mediterránea, la dieta de Okinawa, una dieta basada en plantas y la dieta DASH (para la hipertensión) que comparten características comunes como predominio de alimentos vegetales, consumo limitado de carnes rojas y procesadas, entre otros, se han asociado con una menor mortalidad y una longevidad saludable. Por último, la combinación de una dieta saludable con otros factores de estilo de vida, como por ejemplo los horarios de las comidas, la ausencia de alcohol y de tabaco, así como la actividad física, se han relacionado directamente con lo que hoy denominan “envejecimiento exitoso”, que describe los aspectos asociados con el logro de una combinación óptima de salud física y mental, así como bienestar social en la vejez.