JUL. 20 2025 PANORAMIKA Generaciones «El almuerzo campestre» (2014), óleo sobre lienzo (100 x 70 cm), realizado por Iván Chacón, que se expone en la Galería Juan Manuel Lumbreras. (Iván ChacónCortesía de la Galería Juan Manuel Lumbreras) Iker Fidalgo La etimología de la palabra “generación” nos dice que viene del latín “generatio” y “generare”, entendido como la acción de engendrar y producir. En el uso habitual, este concepto se utiliza también para referirnos a un conjunto de personas con edad similar o una línea de descendientes de la misma familia. En el artículo que nos ocupa, nos interesa esa relación entre nombres que pertenecen a una misma época y su capacidad para producir y crear. Somos hijos e hijas de nuestro tiempo y, a pesar de que cada cual es una persona diferenciada del resto, compartimos contextos sociales, económicos y políticos que provocan lugares compartidos para los miedos, las dudas o los intereses. Es por eso que, cuando en el mundo de la creación artística reunimos piezas creadas por personas de una misma etapa, encontramos resonancias en motivaciones o campos de trabajo. Pero para esto hace falta una distancia analítica que nos permita valorar lo sucedido con la capacidad suficiente para reflexionar reposadamente sobre ello. Esto no es nada fácil y es gracias a esfuerzos para crear propuestas como las que hoy presentamos, que podemos acceder a un abanico de creaciones que se insertan en una temporalidad concreta. La Galería Juan Manuel Lumbreras, situada en la calle Henao de Bilbo, inauguró a finales de junio la última exposición del curso. Hasta mediados de septiembre, tendremos la posibilidad de visitar una exposición de gran relevancia para la galería, pues ocupa las tres estancias del local expositivo. El motivo así lo merece. “Aquellos noveles y estos jóvenes” trata de dar buena cuenta de una selección de nombres que han formado parte de los dos programas de apoyo a artistas emergentes desarrollados por la galería durante sus treinta años de actividad. El programa “noveles” primero y “joven llama joven” después, han supuesto una rampa de salida en el inicio de la actividad profesional de muchos y muchas artistas que hoy engrosan el elenco participante de esta muestra. En este tipo de proyectos expositivos es difícil desarrollar una labor comisarial plena, pues la relación de las obras y las piezas entre sí no persiguen una temática o poseen una ligazón discursiva. Sin embargo, la posibilidad de observarlas todas juntas nos permite acercarnos a un testimonio generacional que permanece activo y permite su relectura desde nuestro presente. Si bien la mayoría de las piezas pertenecen al ámbito pictórico, encontramos propuestas objetuales y escultóricas, así como resoluciones formales cercanas al dibujo y a la gráfica, e incluso fotografía. El realismo casi costumbrista de “El almuerzo campestre” de Iván Chacón convive con el ritmo cromático y la construcción con planos de color de Amalia Julieta Gómez y su “Manzanera”. La enigmática composición que nos presenta la fotografía de Aitor Ortiz, comparte exposición con un busto-máscara de madera firmado por Luis Quintero. Como estos, múltiples diálogos habitan la sala de una galería que hoy está de enhorabuena.