El color del año es… el cansancio

Tenía que pasar: el color del año 2026 es, literalmente, el agotamiento. Sí, si. Ni mocca, ni verde relajante, ni azul cerúleo, ni nada. Después de años de tonos vibrantes, optimistas y hasta un poco forzados, este año la tendencia es admitir lo que todos sentimos: estamos exhaustos. El tono elegido se llama “Cloud Dancer” y, más que un color, es una declaración de intenciones. Este blanco grisáceo representa ese punto medio entre la esperanza y el “no puedo más”. ¿Moda pasajera o síntoma de una época? Hay que reconocer que Pantone ha captado el mood colectivo -estado de ánimo- para convertirlo un año más en tendencia. Me gusta porque quizá sea el primer paso para empezar a hablar de bienestar real, de parar y de aceptar que no siempre hay que estar a tope. ¿Te atreverías a decorar con el color del cansancio? ¿O te vas a unir al equipo grisecito esperanza?

pantone.com/color-of-the-year-2026

Cords

Los enchufes suelen ser los grandes olvidados del interiorismo, pero la colección Cords de Massproductions les da el protagonismo que merecen. Aquí, el cable y el enchufe no se esconden: se muestran, se celebran y se convierten en parte del lenguaje visual del espacio. Líneas limpias, materiales robustos y una estética que encaja igual de bien en un estudio creativo que en un salón minimalista. El concepto es sencillo pero potente: transformar un elemento funcional en una pieza de diseño. Cords juega con la longitud, el color y la disposición de los cables para crear composiciones casi escultóricas. Un recordatorio de que, a veces, lo más cotidiano puede ser lo más interesante si se mira con otros ojos.

massproductions.se/cords

Objetos dañados por la guerra en Ucrania

Con el foco mediático puesto en el genocidio de Israel, la guerra en Ucrania ha ido desapareciendo de las portadas, pero la tragedia sigue ahí, silenciosa. El proyecto “Silent Witnesses”, de Alexandre Henry, recupera esa memoria a través de objetos cotidianos dañados por explosiones en el conflicto ruso-ucraniano. Son piezas rescatadas de casas, escuelas, hospitales… fragmentos de una vida interrumpida. Más allá de la destrucción, estos objetos cuentan historias que no salen en las noticias: la taza rota, el cuaderno chamuscado, el juguete que sobrevivió al bombardeo. Testimonios mudos de una guerra que no ha terminado y que, aunque ya no sea tendencia, sigue marcando vidas y paisajes. alexandrehenry.com/silent-witnesses

Grinza

Las arrugas no solo ganan en la vida, también en el diseño. Edra y Estudio Campana lo demuestran con Grinza, un sofá que lleva la imperfección como bandera. Inspirado en la textura de la piel y en la belleza de lo vivido, Grinza es puro carácter: pliegues, asimetrías y una presencia que no pide permiso, simplemente ocupa su lugar. Presentado en la Milano-Cortina 2026, y pensado para los próximos Juegos Olímpicos de Invierno, este sofá rompe con la obsesión por lo pulido y lo perfecto. Aquí, cada arruga cuenta una historia y cada pliegue es una invitación a sentarse sin miedo a dejar huella. Es diseño, sí, pero sobre todo es actitud: aceptar que lo imperfecto también puede ser bello y cómodo. ¿Nos animamos a dejar de alisar la vida (y el salón)? edra.com/

Nova

Hay lámparas que iluminan y otras que transforman el espacio. Nova, diseñada por Esben Bala Skouboe para Frandsen, pertenece a ese segundo grupo. Su forma recuerda a una pequeña escultura suspendida, con líneas limpias y una luz cálida que invita a quedarse un rato más. Es minimalista, pero no fría; moderna, pero sin perder ese punto acogedor que buscamos en casa. Lo interesante de Nova es cómo juega con el volumen y la sombra. La pantalla, casi flotante, suaviza la luz y crea una atmósfera íntima, perfecta para rincones de lectura o mesas de trabajo que piden algo especial. Un ejemplo de cómo el buen diseño puede ser discreto y, a la vez, protagonista. ¿Te imaginas una Nova sobre tu mesa favorita? frandsen.com/