¿Compartimos?

Además de inspirarse en la cultura árabe, en la que los comensales comparten un único plato, la diseñadora turca afincada en Londres Bilge Nur Saltik también toma como referencia un fenómeno muy corriente entre los amantes de la comida: la experimentación. Más allá de por sus evidentes efectos saciadores, la comida es una experiencia. Leemos las críticas de los restaurantes con avidez buscando nuevas experiencias, vemos alguno de los abundantes programas de cocina que llenan la parrilla televisiva y se nos pasa por la cabeza la idea de macerar sin parar o de comprarnos un pequeño bote de nitrógeno líquido para transformar la cocina en un laboratorio. Y como no hay nada mejor que compartir experiencias con otros humanos, mejor aún si los queremos, “Share Food” es una colección de recipientes cerámicos basada en compartir la comida con los demás. Gracias a su base inclinada, cada una de las piezas explora la mejor manera de invitar a los otros a degustar los alimentos que se encuentran en su plato e invitan a la conversación. Sabemos que también los hay celosos de su plato y que odian a la típica pesada como yo que siempre pregunta: ¿Puedo probar? Pero para todo el resto, esta vajilla nos viene fenomenal. bilgenursaltik.com

Jollypop

Algunos de nuestros mejores recuerdos de la niñez están asociados a las golosinas. ¿Recordáis esa alegría que sacudía tu cuerpo como una descarga eléctrica en el momento en el que te daban la paga y podías ir a todo correr a la tienda de gominolas a ponerte tibia? Pues bien, aparte de que los niños estén llenos de energía e ilusión, esa alegría tiene mucho que ver con la adicción que tenemos al azúcar. El azúcar por sí mismo no es malo, pero resulta tremendamente adictivo. Cuando lo consumimos, liberamos dopamina, un neurotransmisor ligado a la sensación de placer al estar ante una situación agradable, como, por ejemplo, comer un pastel de forma ocasional. El cerebro de quienes consumen demasiado azúcar libera dopamina al sentir que van a tomarlo y no por el hecho en sí mismo de hacerlo, por lo que la verdadera recompensa nunca llega. ¿Hemos sido unos pequeños yonkis del azúcar? Yo puede que un poco sí. El estudio March, afincado en Lituania, mezcla golosinas y diseño gráfico en su colección “Jollypop”, una serie de piruletas veganas hechas a mano y sin gluten con originales formas y sabores afrutados. Buenas, sanas y bonitas. www.march.lt

Capsulator

No tengo ni idea de si este aparato cosechará el mismo éxito que la archifamosa Nesspreso y sus cápsulas multigustos, pero me da la sensación de que entre los amantes de las bebidas gaseosas puede resultar algo parecido. La Keuring Kold es una máquina que te permite fabricarte casi cualquier auténtico refresco, té helado o bebida deportivo-isotónica que te apetezca. Solo necesitas introducir la capsulita y en un segundo saldrá tu bebida bien fría y con burbujas. Aquí es cuando me entran las dudas. No por el frío, sino al pensar en qué sistema utilizarán para concentrar el CO2 dentro la cápsula. Levantemos las manos. ¿En contra?, ¿a favor? www.keurig.com

Lapix Lux

Sarah Colson es una diseñadora especializada en crear objetos luminosos a medio camino entre el diseño y la escultura. Su nueva colección “Lapix Lux” incluye dos lámparas de mesa que parecen lágrimas invertidas ancladas a una base de piedra y una variedad de lámparas colgantes intercambiables. Resulta curioso ver cómo el exquisito trabajo de Colson nace de la multitud de experimentos que la diseñadora realizó experimentando con vidrio para conseguir alcanzar ese particular efecto de cristal surcado que caracteriza todas sus piezas. Esta nueva colección también habla de otro de los ejes del trabajo de esta diseñadora: centrarse en conseguir lo máximo de cada material. Una estética limpia, pero al mismo tiempo complicada, basada en la delicadeza femenina y la artesanía. www.sarahcolson.com

Ile

Diseñada por Inga Sempé para Wastberg, “Ile” es un simpático flexo realizado en aluminio mate que recuerda a los veraniegos parasoles que relucen coloristas en la playa. Disponible en una paleta de colores setentera, pero nada estridente, está pensada para poder encajarse fácilmente en cualquier superficie y gracias a su base circular, a juego con la pantalla redondeada, también puede ser utilizada como lámpara de mesa. Continuando con esta idea de movilidad, también podemos girarla, no solo para conseguir luz directa sobre una superficie, sino para moverla y poder disfrutar de una suave luz indirecta. Disponible a partir de noviembre. www.wastberg.com