Archivo

La memoria es un proceso vivo. A través de (o desde) ella se construye el sentir del presente y el poso para la creación futura. Entenderla como un elemento pro-activo y no meramente residual es la clave para conseguir un empoderamiento que haga frente a la alienación del discurso único. El arte de archivo que, según Anna María Guasch, se constata como tendencia reseñable desde finales de los 70 hasta la actualidad, aparece como una práctica interesada en el trabajo creativo en torno a estas premisas. Hal Foster ya identificaría en esta relación arte-archivo la riqueza de dotar de presencia física a una información perdida o desplazada, aportando visiones críticas y mecanismos de visibilidad. Más adelante, internet traerá nuevas formas de recopilación y difusión del contenido, expandiendo los límites de la práctica hacia nuevos horizontes. La memoria solo sirve como visión crítica. Sacralizarla como objeto de culto será tan desactivador como borrarla y es la posibilidad de una reinterpretación constante la que la dotará de sentido como potencia emancipadora.

El Centro Internacional de Cultura Contemporánea Tabakalera de Donostia acoge hasta el 26 de junio dos exposiciones que aparecen íntimamente vinculadas, no solo por su relación con el archivo sino por su propia disposición espacial que permite visitar las dos muestras intercomunicadas entre sí por un acceso compartido.

“The Day After” es un proyecto de Maryam Jafri, (Karachi, Paquistán 1972) coproducido por Bétonsalon –Centro de Arte e Investigación– y Tabakalera, que presenta a través de tres frentes una serie de reflexiones en torno al archivo. El archivo como pieza de artista, el archivo como caso de estudio y el archivo como propiedad son los ejes que conforman la columna vertebral. Destaca “Indepence Day 1934-1975”, que funciona como inicio del recorrido, mostrando una serie de imágenes de los días de la independencia de algunas colonias europeas en África y Asia. En la tercera fase el trabajo de investigación que supuso el desarrollo de la pieza aparece de nuevo para mostrar instantáneas distribuidas por grandes agencias mundiales de fotografía y por los gobiernos independizados, visibilizando dos caras del mismo hecho y comparando similitudes y diferencias de ambas fuentes. Indispensable la lectura de los casos de estudio que la artista ha actualizado con el contexto local para la exposición en el centro donostiarra.

“Anarchivo Sida” es una exposición organizada por el Equipo re (Aimar Arriola, Nancy Garín y Linda Valdés), que parte de la producción cultural en torno a la crisis del sida en el sur de Europa y América Latina. Más allá del discurso generalizador de la medicina en torno a cifras y porcentajes, la muestra indaga en recorridos que abarcan desde el sentimiento afectivo más íntimo (como la pieza “Despedida circular” de Pepe Miralles) a spots televisivos sobre la prevención de la enfermedad. La puesta en escena, que se desarrolla con un diseño expositivo de la artista Carme Nogueira, circula a su vez sobre tres ejes: animal, muerte y salud. Estas tres puntas de lanza abren caminos de cuestionamiento sobre los imaginarios, el papel del cuerpo y formas de representación. Diferentes materiales desde mediados de los ochenta (piezas de arte, recortes, documentación...) proponen un archivo que trasciende el rol acumulativo y se reivindica como un espacio de resistencia y acción política.