JUN. 26 2016 SORBURUA Plantas en la piscina TERESA MOLERES {{^data.noClicksRemaining}} To read this article sign up for free or subscribe Already registered or subscribed? Sign in SIGN UP TO READ {{/data.noClicksRemaining}} {{#data.noClicksRemaining}} You have run out of clicks Subscribe {{/data.noClicksRemaining}} Para disfrutar de una piscina veraniega, no es necesario que tengamos un gran jardín, pero sí es importante que dispongamos de una plantación con poco mantenimiento, sin olvidar que debe tener una barrera de seguridad si hay niños pequeños cerca. Las plantas cultivadas serán persistentes y así nos evitaremos la «pesca» diaria de hojas en el agua. Aunque caigan algunas flores marchitas, el trabajo será mínimo para dejar más tiempo al dolce far niente. Para limpiar con facilidad el polvo depositado sobre arbustos y tiestos, que además impide el estancamiento del agua en las raíces, es conveniente colocar guijarros o gravilla de puzolana al pie de la plantación. Son fáciles de limpiar. En el fondo de los tiestos y contenedores colocaremos una capa de 4 o 5 centímetros de bolas de arcilla, y recordad que las plantas en tiesto necesitan riegos especiales en verano para alargar la temporada de floración, como es el caso de las adelfas. Aunque el bordoneo de los insectos melíferos tiene su atractivo, resulta mejor alejar salvias y ceanothus para que las abejas no nos molesten a la hora de la siesta. La plantación escogida deberá ser de porte pequeño, para evitar la sombra y que no empequeñezca el espacio: palmeras miniatura de Chusan, chamaerops, cordylines, agaves y formios se dispondrán agrupadas, formando un bosquete y dejando una distancia que les permita abrir las palmas en abanico. Son plantas rústicas y les gusta el sol y la media sombra. El Banano del Japón, con sus voluminosas hojas verdes, también proporciona un ambiente tropical al jardín. No lo cultivaremos en zonas con vientos fuertes y, en este caso, lo colocaremos delante de un muro. Alcanza de 3 a 7 metros y en contenedor hasta 4 metros; además, necesita un suelo con buen drenaje, húmedo en verano. Por otro parte, entre los arbustos florales, además de adelfas y ceanothus, podemos plantar hibiscus, geranios, jazmines, salvias y cistus. Sobre la barrera de protección puede ir una trepadora sencilla de viña de Virginia o de ipomeas, que proporcionan flores sin interrupción durante todo el verano. En invierno esta plantación no sufre apenas daño, aunque es conveniente que los tiestos sean de arcilla resistente a las heladas nocturnas y que los envolvamos en dos capas de papel plástico de burbujas.