SEP. 25 2016 PANORAMIKA Hito IKER FIDALGO ALDAY {{^data.noClicksRemaining}} To read this article sign up for free or subscribe Already registered or subscribed? Sign in SIGN UP TO READ {{/data.noClicksRemaining}} {{#data.noClicksRemaining}} You have run out of clicks Subscribe {{/data.noClicksRemaining}} La representación nunca es inocente. La imagen es testigo de su propio tiempo y es, a la vez, vehículo de miradas e interpretaciones. El arte ha asumido múltiples roles, desde la creación oficial de una memoria dirigida, hasta rupturas revolucionarias con los imaginarios establecidos. Este campo inabarcable en apenas unas líneas puede ser, sin embargo, un buen inicio para sumergirse en el vasto terreno que “1516-2016. Tratados de paz” ha sembrado con motivo de la capitalidad europea de Donostia 2016. La cantidad de dispositivos, relaciones interinstitucionales, obras y actividades paralelas, complica los caminos para realizar una reseña concisa. Por tanto, en los sucesivos párrafos el objetivo principal será el de establecer unas pequeñas guías de comprensión del proyecto en general, posponiendo para otras entregas la incisión en aspectos más concretos. Posiblemente estemos ante uno de los desarrollos expositivos más ambiciosos de los últimos años. La paz aparece como tema central y las interpretaciones y la producción de imagen en torno a ella vertebran conceptualmente el esquema global. El proyecto de investigación arranca de la obra de Francisco de Vitoria y la Escuela Ibérica de la Paz y asume el año 1516 por ser la fecha en la que Tomás Moro publica "Utopía". Sin embargo, el trabajo del prolífico artista Pedro G. Romero (Aracena, Huelva 1964), que para esta ocasión ejerce como comisario principal, tuvo su puesta en escena hace algunos años con lo que supuso el primer capítulo de este recorrido –“1813. Asedio, incendio y reconstrucción de San Sebastián”–, en donde la experiencia de crear una muestra expandida en varios frentes pudo ser disfrutada por el público visitante. El plato fuerte de este segundo capítulo es la posibilidad de visitar la exposición central que se divide entre San Telmo Museoa y Koldo Mitxelena Kulturenea de Donostia y que se encuentra disponible hasta el día 2 de octubre. Aunque, sin duda, el resto de satélites que complementan el contenido asumen un protagonismo que los sitúa a niveles similares. Y es que a esta oferta se le unen dos frentes bautizados como “Casos de estudio” y “Afueras”. El primero de ellos alberga siete acuerdos de paz dados en el Euskal Herria y un monográfico sobre la figura del pintor Josep María Sert (Barcelona, 1874), vinculando, aunque desde distintos comisariados, espacios expositivos en Bergara, Gasteiz, Altzuza o Baiona entre otros. “Afueras”, por su parte, explora desde el trabajo de artistas contemporáneos los límites que el propio proyecto pretende trascender, activando desde el trabajo de figuras como Ibon Aranberri (Itziar-Deba, 1969), Alejandra Riera (Buenos Aires, 1965) o Juan Luis Moraza (Gasteiz, 1960) otros lugares para el desarrollo del proyecto en localidades como Azkoitia, Eibar o Lazkao. A los centros ya mencionados se les unen el Museo del Prado, el Centre Pompidou, el Museo del Louvre y el Centro de Arte Reina Sofía –así hasta 21 museos internacionales–, para una generosa cesión de obras que propicia una colección de más de 500 piezas en la exposición entre los dos espacios donostiarras. Por tanto, podemos asegurar que “1516-2016. Tratados de paz” se erige como un hito en cuanto a la vinculación de instituciones y centros de arte. Y, a su vez, culmina un fructífero trabajo en la composición de un acercamiento a una cuestión tan asentada en la investigación histórica que se presenta, sin embargo, asumiendo los códigos de lectura y composición propios del arte contemporáneo.