DEC. 04 2016 ESTAMPAS Un mundo en la punta de un lápiz Igandekaria, Zazpika {{^data.noClicksRemaining}} To read this article sign up for free or subscribe Already registered or subscribed? Sign in SIGN UP TO READ {{/data.noClicksRemaining}} {{#data.noClicksRemaining}} You have run out of clicks Subscribe {{/data.noClicksRemaining}} Jasenko Dordevic es un artista residente en Tuzla, una ciudad industrial ubicada al norte de Bosnia, y una especie de miniaturista de la Edad Media traído al siglo XXI. Pero, frente al colorido de las abigarradas pinturas de aquellos copistas, el trabajo de Dordevic es mucho más sutil, tanto en la temática –son creaciones propias–, como en color –o debido a su ausencia– y, sobre todo, por el material que utiliza: el grafito de los lápices. Concretamente lápices HB y H1-H5, por si alguien lo quiere intentar, aunque puede que se deje la vista y las manos. El amor de Jasenko Dordevic por el arte en miniatura se remonta a su infancia, cuando de las esculturas de arcilla de 2 centímetros que moldeaba en la guardería pasó a construir libros de solo 5 centímetros en los que escribía cuentos con letra mínima. Desde 2010 se dedica a la escultura en lápiz y probablemente será el único artista de su clase en el mundo, con una obra que alcanza los 150 lápices y que ha paseado por diferentes exposiciones internacionales. Fotografía: Jasenko Dordevic