FEB. 02 2025 CONSUMO Gimnasios «low cost» BERTA GARCÍA También conocidos como gimnasios de bajo coste, cuentan con una alta demanda a principios de año por aquello de los buenos propósitos de poner el cuerpo a punto. De manera resumida, podemos decir que este modelo de negocio para el entrenamiento físico se basa en el uso de máquinas y las clases grupales. Como todo en la vida, esta fórmula tiene sus pros y contras, pues es buena para quienes son autodidactas y/o metódicos, ya que van a contar con máquinas punteras y su utilización a buenos precios, pero malo para quienes comienzan y no saben por dónde les da el aire. Son estas personas las que deben calibrar muy detenidamente qué tipo de contrato firman y a qué servicios tienen acceso con la cuota mensual, ya que cualquier “extra” les sube un pico. Antes de contratar se recomienda : • Considerar aspectos como instalaciones, precios y servicios adicionales. Realizar una visita al establecimiento permite valorar elementos esenciales como la limpieza, el estado de los vestuarios, la existencia de taquillas y la calidad de las instalaciones. Además, se debe verificar que el gimnasio disponga del obligatorio seguro de responsabilidad civil y que cuente con personal cualificado, especialmente en el caso de monitores y entrenadores. • Analizar las condiciones del contrato, especialmente en gimnasios low cost. Algunos puntos clave incluyen comprobar si se solicita el pago de una matrícula, y las modalidades de pago, recomendándose optar por pagos periódicos para evitar problemas si surge un cierre inesperado. Además, los gimnasios deben informar de forma visible sobre sus tarifas y las actividades que ofrecen. • Si hay promociones de bienvenida, revisar la letra pequeña y confirmar si estas están asociadas a cláusulas como permanencias o penalizaciones en caso de cancelación anticipada.