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El PP se enzarza consigo mismo a cuenta de los cuarteles de Loiola

La venta de los terrenos militares al Ayuntamiento de Donostia es para el PP una gran noticia y una claudicación de Pedro Sánchez. Las dos cosas al mismo tiempo, solo depende de a quién se le pregunte.

Instalaciones del cuartel de Loiola. (Gari GARAIALDE/FOKU)

El anuncio que que el Ministerio español de Defensa venderá –la palabra técnica es ‘enajenar’– los terrenos de los cuarteles de Loiola al Ayuntamiento de Donostia ha desatado un claro caso de bipolaridad en el PP. Cargos de este partido se han mostrado durante las últimas 24 horas capaces de afirmar que se trata de una excelente y una pésima noticia.

Los electos locales, más conocedores del terreno que pisan, no han dudado en calificar la noticia de «oportunidad histórica». Son palabras del portavoz municipal en la capital guipuzcoana, Borja Corominas, quien ha subrayado que su grupo «aplaude y apoya sin reservas» esta operación.  

«Que los terrenos del cuartel de Loiola reviertan en la ciudad y se pueda urbanizar un entorno muy necesario para San Sebastián es una buena noticia. Es importante también que se colabore con el Ministerio de Defensa para buscar un emplazamiento alternativo que satisfaga las necesidades estratégicas del Ejército», añadía Corominas.

Porque al margen de otras consideraciones sobre la presencia de los militares españoles en Donostia –en esto sí que hay discrepancias–, lo que nadie discute en la ciudad es que las instalaciones de Loiola se les han quedado enormes.

Uno de sus antecesores en el cargo, el ahora retirado de la política Ramón Gómez, apuntaba en su cuenta de Twitter que es una noticia «magnífica. Algunos llevábamos años pidiéndola. Va a ser fantástico para los donostiarras disfrutar de esos terrenos. Y con los militares acordar nueva ubicación redimensionada». Incluso llegaba a felicitar al PNV.

El Ministerio de Defensa ya remarcaba ayer que la presencia de las Fuerzas Armadas en Donostia «no es negociable». Es decir, que la venta de Loiola solo significa un traslado a una ubicación aún por definir, después de haber rechazado todas las parcelas que el Ayuntamiento le ha venido ofertando en los últimos años.

«Borrar la presencia de España»

A pesar de ello, y desde la lejanía de Madrid, el presidente del PP, Pablo Casado, ha criticado que «no se pueden aprovechar unos presupuestos para sacar al Ejército» de Donostia, mientras que el líder en la CAV, Carlos Iturgaiz, repetía uno de sus mantras favoritos al denunciar que la venta de Loiola es un paso para «borrar la presencia de España en el País Vasco».

Siguiendo la senda marcada por sus superiores, el presidente del PP de Gipuzkoa, José Luis Arrúe, ha declarado que «el Gobierno cambia presupuestos por presos con Bildu y presupuestos por la expulsión del Ejército con el PNV. La operación urbanística del cuartel del Loyola se enmarca en la estrategia de PNV de borrar todo símbolo de la presencia de España en Gipuzkoa».

Se da la circunstancia de que Arrúe era edil del PP en Donostia cuando, por ejemplo en 2005 y bajo la Alcaldía de Odón Elorza, su partido, y por ende él mismo, votaba a favor una declaración municipal que instaba al Ministerio de Defensa a reconsiderar su negativa a transformar las instalaciones del Ejército en una zona residencial. Pero donde hay patrón…